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Control de roedores, clave para prevenir casos de leptospirosis en Medellín

Por: Rodrigo Pérez Ríos – Periodista

Hasta noviembre del 2021 se habían presentado 70 casos de contagios de leptospirosis en Medellín, una enfermedad zoonótica que es transmitida de los animales al hombre, principalmente mediante la orina de roedores infectados.

TOMADA DE:udea.edu.co

Universidad de Antioquia

A través del Proyecto Zoonosis, un convenio entre la Facultad de Ciencias Agrarias de la UdeA y la Secretaría de Salud de Medellín, se generan múltiples estrategias para prevenir esta enfermedad que puede ser letal.

Basta con la interacción previa del agua contaminada —ya sea por vía oral, cortes de piel o mucosas: ojos, nariz y boca e inclusive por la sangre— para el desarrollo de la infección en humanos de la leptospira. Los principales reservorio para la transmisión de esta bacteria son los roedores infectados. El Ministerio de Salud y Protección Social ha advertido que dicha enfermedad en Colombia la determinan factores sociales, ambientales, políticos y económicos, y así se concibe en el Programa Nacional Integral e Integrado de Zoonosis —PNIIZ—.

Según esta cartera, «las brechas entre lo rural y lo urbano generan un entramado de cambios, tendencias y perfiles epidemiológicos en las enfermedades producidas por agentes patógenos entre animales y humanos».

La leptospirosis se ha convertido en una enfermedad lenta pero implacable y, en la ciudad de Medellín, los casos han aumentado de manera dramática. Otros municipios de Antioquia como Apartadó, con 54casos; Turbo, con 29; y Puerto Berrío, con 18, sufren brotes elevados, en su mayoría asociados a factores de riesgo relacionados con alcantarillas descubiertas, animales domésticos, aguas estancadas e inadecuados manejos de las basuras.

La leptospira puede sobrevivir por largos períodos en aguas y suelos de cualquier lugar. Dicho organismo vincula la salud humana con los ecosistemas naturales, porque allí interactúan las necesidades fundamentales de las personas. Es por ello que la Organización Mundial de la Salud —OMS— estima que cerca del 60 % de los patógenos que afectan a los seres humanos son de origen zoonótico.

Prevención y control para reducir los contagios
El Instituto Nacional de Salud —INS— publicó en su Boletín Epidemiológico Semanal, correspondiente al periodo epidemiológico VIII de 2021 en Colombia, que hasta la fecha se han confirmado 251 casos de leptospirosis en 288 municipios del país. Igualmente, se han reportado 14 muertes relacionadas con la enfermedad. Cali, Bogotá y Medellín son las ciudades principales con mayor número de casos registrados.

Por eso, con la operación del Proyecto Zoonosis —un convenio entre la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia y la Secretaría de Salud de Medellín— se realiza la recolección, limpieza y fumigación con rodenticida de basuras y madrigueras en las diferentes comunas de la ciudad para evitar roedores —reservorios— y su respectiva contaminación de la bacteria en los animales que más tienen contacto con los humanos: perros, gatos, vacas, cerdos y caballos

Para el médico veterinario zootecnista William Sanabria González, la detección sintomática del 90 % de los casos en las personas se presenta con cuadros febriles y con períodos de incubación de hasta 26 días. «Las afectaciones son múltiples en órganos como el hígado, los pulmones, las meninges y los riñones, además de los daños vasculares, las reacciones inflamatorias, hemorragias y alteraciones en la coagulación», resaltó Sanabria González, quien también es referente técnico del Proyecto Zoonosis, reiteró, además, que con la leptospira, a pesar de poder interrumpir su evolución con medicamentos, las personas pueden presentar recaídas y estar nuevamente expuestas a la bacteria.

Cuadros clínicos según el caso
De acuerdo con Carlos Julio Montes Zuluaga, epidemiólogo de la Secretaría de Salud de Medellín, la afectación de la leptospirosis se da con mayor frecuencia en personas jóvenes entre los 30 y 44 años de edad. Estos son admitidos en los servicios de urgencias con cuadros clínicos súbitos de más de una semana de evolución, fiebre de 39 grados y superior, escalofríos, sudoración profusa, dolores de cabeza y musculares en extremidades, pérdidas de apetito, debilidad y malestar general.

«Muchos de ellos sin antecedentes médicos significativos. Solo en algunos casos por contacto con fuentes fluviales en viajes anteriores. Es por eso que suelen confundirse con casos de otras enfermedades tropicales como el dengue», afirmó Montes Zuluaga y agregó que algunos pacientes requieren de «hospitalización, manejos con antibióticos para que los cuadros clínicos mejoren progresivamente aproximadamente ocho días después del ingreso’».

Impacto en la salud pública por leptospirosis
Por su gravedad, la leptospirosis, como enfermedad bacteriana, requiere notificación obligatoria al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública —Sivigila—. Es necesario aclarar que el reservorio natural no solo son los roedores, que abunda en diferentes sitios del país, sino también los cerdos, ovejas, cabras y murciélagos. No existen en la actualidad reportes del contagio de esta enfermedad entre humanos.

El profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UdeA y coordinador general del Proyecto Zoonosis, Jaime Mejía Jaramillo, destacó la operación de este convenio por el impacto social y de salud pública para la prevención de dicha enfermedad.

Para este médico veterinario y epidemiólogo, las personas no son conscientes del peligro que significa esta enfermedad bacteriana, el costoso del tratamiento y lo incapacitante y letal que puede llegar a ser si no se trata a tiempo. «Queremos visibilizar y cuidar sobremanera las fuentes de interacción humana que pueden exponer a la enfermedad. Es fundamental la higiene, la buena alimentación y conservar los espacios habitables», señaló.

Una enfermedad como la leptospirosis tiene relevancia epidemiológica en todo el mundo. Sus manifestaciones clínicas variadas y el diagnóstico diferencial con otras bacterias son fundamentales en todos los procesos de vigilancia relacionada.

Por eso, los proyectos enfocados en enfermedades zoonóticas requieren estudios que permitan conocer situaciones reales de las mismas, con desarrollo de estrategias que se enfoquen en la vigilancia y la gestión articulada con organismos de control y divulgaciones educativas sanitarias en las comunidades de influencia que contribuyan a la prevención y control de enfermedades como la leptospira.

Sin embargo, según los expertos William Sanabria González, médico veterinario y zootecnista; Carlos Julio Montes Zuluaga, epidemiólogo Secretaría Salud de Medellín y Jaime Mejía Jaramillo, coordinador general del Proyecto Zoonosis, la dificultad radica en el restringido acceso a pruebas diagnósticas, al poco conocimiento de la enfermedad y manejo por parte del sector salud. De allí el subregistro de casos, los tardíos dictámenes y las posteriores complicaciones severas en pacientes. En algunos casos hasta la muerte.

Es por eso que, en opinión de ellos, es necesario redoblar esfuerzos en la búsqueda de focos de contagio, campañas preventivas y de educación en las comunidades sobre la enfermedad y demás características técnicas de la bacteria en determinada población, y la vacunación en animales domésticos y veterinarios, disminuirían notablemente los cuadros clínicos y evitarían pérdidas humanas.

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