Álvaro Guerrero Arango
Por falta de recursos, edificio que se empezó a construir en 2020 parece cada vez más un elefante blanco. Obra se frenó y alcaldía está atada de manos para actuar.
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Estudiantes del municipio de La Ceja y del Oriente antioqueño llevan más de un año esperando que se retomen las obras de la mega sede del Sena que les prometieron desde el 2020, pero que lleva un año parada porque la plata se acabó y solo alcanzó para la estructura de uno de los tres edificios que les prometieron.
Los recursos para la obra que fue anunciada como la sede del Sena más grande de toda la región y que contemplaba la construcción de tres edificios en un área de más de 13.000 metros cuadrados, apenas alcanzó para la cimentación, la estructura metálica, las escaleras, la losa y la cubierta del primero de los edificios, que está a la espera de las paredes, las redes de servicios públicos y toda la dotación.
En febrero de 2020, la Alcaldía llegó a un acuerdo con la dirección nacional del Sena para construir una moderna sede educativa en un predio de 13.186 metros cuadrados, avaluados en $10.000 millones, que el Concejo, por iniciativa de la Alcaldía, le cedió a la entidad.
En ese entonces el Sena anunció que invertiría $20.000 millones para ampliar, reestructurar y dotar la sede en la que se impartiría “una educación futurista y de calidad en áreas como la agricultura de precisión, biotecnología, robótica, servicios ambientales y otras que demandan los sectores productivos del Oriente antioqueño”.
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El entonces director de la entidad, Carlos Mario Estrada Molina, prometió que la construcción iniciaría en el segundo semestre del 2020 y sería entregada antes de finalizar el mandato del expresidente Iván Duque. Lo que no decía en el comunicado es que con esos $20.000 millones apenas alcanzaba para el 50% del primer edificio.
En el predio donde se empezó a construir ya el Sena prestaba servicio en salones rústicos desde 2007. Allí, actualmente un poco más de 1.000 estudiantes, que llevan un año esperando volver a toparse con algún obrero en un receso, están matriculados en uno de los cinco programas que se ofrecen, entre los cuales el más apetecido es el de auxiliar contable, que no es precisamente lo primero que se le pasa a uno por la cabeza cuando piensa en la “educación que demanda los sectores productivos del Oriente”.
El 17 de agosto del 2020 el Sena firmó un contrato con la Empresa de Desarrollo Urbano de Rionegro, Edeso, por $12.000 millones para la ejecución del proyecto Campus para la formación profesional y el desarrollo tecnológico en La Ceja. Cuatro meses más tarde, en diciembre, desde la dirección regional del Sena le pidieron a la dirección nacional $6.000 millones adicionales. La razón, según documentación oficial, era que tras la fase de estudios del terreno y después de que se definieran los diseños, se amplió el área que inicialmente iba a ocupar el primer edificio que era de 2.500 metros cuadrados. Asimismo, dice en su carta Juan Felipe Rendón Ochoa, entonces director regional del Sena en Antioquia, era necesario subir (en la carta dice “ajustar”) los honorarios de los contratistas.
Por teléfono, Rendón, que dejó el cargo en agosto del año pasado, explica que la razón por la cual la plata destinada inicialmente no alcanzó fue por una serie de inundaciones que hubo en el municipio que obligaron a replantear los diseños que ya se habían iniciado, y porque tras la pandemia los precios de los materiales y su transporte se pusieron por las nubes.
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El contrato inicial tenía una duración de 16 meses, que se cumplían el 17 de enero de 2022, pero luego se hizo una prórroga por 16 meses, es decir, hasta el pasado 17 de julio. Luego se volvió a ampliar hasta el 30 de noviembre.
El 15 de marzo del 2022, tras aprobarse la primera prórroga, desde el Sena volvieron a dar noticias sobre la sede. Anunciaron que, tras terminar la fase de diseños, iniciaba oficialmente la construcción. En la noticia ya no se hablaba de $20.000 millones de inversión sino de $50.000 para la “construcción y adecuación de ambientes de formación que estarán de cara a la Cuarta Revolución Industrial”.
Ya la fecha de entrega no era antes de finalizar el gobierno Duque sino en 2024, y el alcance era beneficiar a 1.000 aprendices de la región. El impulso, sin embargo, solo duró hasta marzo de este año cuando el ruido de los martillos, las perforadoras y las pulidoras dejaron de interrumpir las clases.
El alcalde Nelson Carmona es claro en afirmar que ha sido el Sena el responsable de que la obra no tenga recursos para continuar. Dice que lleva más de un año pidiendo que el director Jorge Eduardo Ulloa visite el municipio y este solo le confirmó una cita para enero, cuando Carmona, que fue quien gestionó el proyecto con el gobierno anterior, ya no esté en su cargo.
En un par de conversaciones que han tenido, Ulloa le ha dicho a Carmona que desde el Sena buscan priorizar las inversiones en otras regiones del país, lo que sería otra muestra de que el Gobierno Nacional tiene las obras de Antioquia en un segundo plano.
Por esa misma línea explica el anterior director regional del Sena el retraso en la obra: dice que antes de dejar su cargo, la entidad ya tenía asegurados los recursos para terminarla, pero que fue el gobierno actual el que decidió redirigirlos.
Carmona dice que el primero de diciembre, una vez cumplido el plazo, iniciará un proceso de conciliación con el Sena para que se comprometa a terminar la obra cuánto antes, o devuelvan el lote al municipio para que este se encargue. “Si la obra fuera responsabilidad del municipio hace rato la hubiéramos acabado”, asegura.
Nos comunicamos con la dirección regional del Sena en Antioquia y nos dijeron que era competencia de la dirección nacional. No obstante, ni desde la dirección nacional ni desde el Ministerio de Educación respondieron nuestros mensajes.