NIDIA SERRANO M.
El dolor se evidenció el los rostros de los médicos, enfermeras y administrativos del hospital San Vicente de Paúl de Lorica, Córdoba, al despedir a su colega Orlando Díaz Gómez, de 38 años de edad, quien perdió la batalla contra el COVID-19.
Hicieron una calle de honor y aplaudieron al paso del féretro del joven profesional, quien desde llevaba cerca de un mes internado en el centro asistencial, con el fin de reponerse ante las complicaciones que le generó la enfermedad.
El coordinador del hospital San Vicente de Paul, Juan Carlos Marrugo, indicó que se empeñaron en tiempo y esfuerzo para mantenerlo con vida, pero dolosamente lo vieron salir en un féretro.
El cadáver fue trasladado al municipio de Coveñas, Sucre, donde residía con su familia, con el fin de darle cristiana sepultura, en medio del dolor y la soledad propia de los rituales en medio de la pandemia.
El médico Orlando Díaz, era oriundo de Palmitos, Sucre, y prestaba servicios médicos en el municipio de Momil, donde la comunidad lo calificó como un hombre de grandes calidades humanas y un profesional destacado.