POR CARLOS LÓPEZ |
En la reunión, el Gobierno propuso crear un espacio técnico, junto con el Comité del Paro, en el que se buscarán alternativas para frenar violencia.
El presidente Iván Duque se sentó ayer en la Casa de Nariño, en Bogotá, por tres horas con los delegados del Comité Nacional del Paro para buscar salidas institucionales a las protestas que ya suman 13 días consecutivos en todo el país. Y si bien ambas partes ya habían dicho que era poco probable que salieran acuerdos concretos de este primer cara a cara, sí existía expectativa por la agenda a tratar y el cronograma para siguientes encuentros que resultaran de esta cita.
La reunión contó con la presencia de parte del gabinete ministerial y de la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, además del Alto Comisionado para la Paz Miguel Ceballos, quien dijo que “todos los presentes en el encuentro rechazaron enfáticamente conductas en contra de la ley por parte de la Fuerza Pública”.
El comisionado también condenó los actos violentos que han recibido policías y establecimientos comerciales por parte de manifestantes.
Aunque no hubo acuerdos, Ceballos dijo que sí se trataron puntos importantes: “Pregunté como moderador, y en nombre del Gobierno, si los presentes estarían de acuerdo en que Naciones Unidas y la iglesia católica continuaran en los diálogos”. La respuesta que recibió por parte del Comité fue afirmativa.
Para monseñor Héctor Fabio Henao, de la Conferencia Episcopal y garante del encuentro, este “fue un paso importante, porque se comenzó una fase de reflexión”.
Una idea que nació en medio del encuentro fue la de “construir un espacio productivo de acuerdos”, dijo Ceballos, quien reconoció que hay diferencias en la terminología: el Comité habla de “negociación”, y el Gobierno dice que se trata de “un acuerdo”.
Sin embargo, durante las tres horas de reunión nació del Gobierno la idea de crear un espacio técnico junto con el Comité del Paro, para discutir aspectos como el freno de la violencia en las calles. En todo caso, esa instancia deberá tener algunas reglas y, entre ellas, según el también garante y representante de Naciones Unidas, Carlos Ruiz Massieu, es el “optimismo”.
Por el lado de las centrales sindicales, Jorge Iván Díez, vicepresidente nacional de la Confederación General del Trabajo (CGT), le dijo a EL COLOMBIANO que si bien fue respetuoso, “el Gobierno fue vacilante frente a las peticiones del Comité”.
Según él, las palabras del Gobierno dejaron dudas que buscarán superar pronto, en especial, dijo, con la viabilidad de seguir dialogando.
El Gobierno, en cabeza del presidente Duque, se sentó a la mesa solicitando cesar las marchas, desbloquear vías para el transporte de vacunas y alimentos, y que se permita la reactivación del comercio.
Por parte del Comité del Paro, los requerimientos giraron en torno a tres aspectos: que el Gobierno rechace las acciones desmedidas de la Fuerza Pública, garantice el ejercicio libre a protestar y reconozca que el carácter de la reunión es de negociación.
Además de esto, ellos trajeron a colación los puntos del pliego de peticiones presentado hace ocho días.
“Una vez instalado el proceso de negociación, le dijimos al Gobierno que queremos tocar varios aspectos, como el proyecto de reforma a la salud, la renta básica por seis meses y la matrícula cero en universidades”, dijo Díez.
Pero el Gobierno insistió en que la clave es desbloquear.
Si bien Díez dijo que el Comité está de acuerdo con que “misiones médicas y alimentos tengan corredores humanitarios”, el tránsito total no fue negociado.
Pese a que no se concretó, el Gobierno insistió luego de la reunión en este punto, pues, según Ceballos, “afecta la movilidad y el derecho al trabajo” (ver Gobierno pidió un desbloqueo).
Por su parte, el Comité del Paro, como lo había previsto, convocó a una marcha a nivel nacional este miércoles y para el jueves citó a una asamblea popular en Cali, de la cual dijo que es urgente por la situación que vive la ciudad.
