Por Daniel González Jaramillo
Otra especie que nos demuestra una vez más la importancia de cuidar nuestros bosques.
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TOMADA DE:https://gente.com.co/
Habita entre los 1.700 a 3.000 metros sobre el nivel del mar y es, por decirlo así, uno de los nuevos “vecinos” del municipio de Envigado.
Se trata del olinguito (Bassarycion neblina), especie descrita por la ciencia en el año 2013 y perteneciente a la familia Procyonidae, en la que se incluyen los cusumbos, mapaches y perros de monte.
Miden alrededor de 80 cm de la cabeza a la cola y suelen permanecer solitarios en estos sectores de niebla. Conversamos con Juan Manuel Obando, ingeniero forestal con maestría en Bosques y conservación, quien nos hace un recorrido por las características del olinguito y de los peligros que corre ante la mano del hombre y la fragmentación de estas zonas boscosas, que cada vez son más manuipuladas por la urbe.
En la niebla
Los bosques de Envigado tienen todos los atributos para que el olinguito pueda habitarlos, sin embargo, los proyectos urbanos y de carreteras han hecho que las zonas boscosas se vean fragmentadas, interrumpiendo la conectividad y desplazamiento de esta especie.
“El olinguito es un mamífero, de hábitos arborícolas (que vive en los árboles) y de actividad nocturna. Se sabe que vive en las montañas de niebla, ubicadas en Colombia y Ecuador, pero aún falta mucho por estudiarse de esta especie”, explica el profesional.
El olinguito comenzó a despertar el interés de los expertos gracias a su uso frecuente de los pasos de fauna, instalados también en El Escobero. Según las autoridades, fue la primera especie en ser captada por una cámara trampa en este sector de Envigado.
“El olinguito es icónico en los pasos de fauna. Hay bastantes registros en video de dicha especie, pero eso no quiere decir que sepamos a ciencia cierta sobre su población”.
Es tranquilo y no representa un peligro para las personas. “Hemos notado que son indiferentes ante la presencia humana. Ellos están tranquilos, comiendo en sus árboles sin ningún inconveniente. La recomendación es dejarlos tranquilos y que no haya perros domésticos cerca porque se han registrado situaciones donde dichas mascotas atacan al olinguito”, agrega Obando.
Todos somos responsables
Esta especie fructívora, que también puede recurrir a alimentarse de insectos u otros mamíferos de tamaño pequeño, genera grandes preguntas entre autoridades ambientales.
“Se requieren estudios más profundos sobre el cuidado y la conservación del olinguito. Hay un vacío grande sobre la población de la especie, pero se sabe que su desplazamiento se da, en este caso, en las veredas de Envigado. El mensaje que queremos dar es que todos somos responsables de su cuidado como habitantes de la Coordillera de Los Andes, en donde hay una gran riqueza de fauna silvestre”, comenta el ingeniero forestal.
Obando insiste en la “conciencia que debemos tener al proyectar una carretera. Los bosques continuos son esenciales para que especies como el olinguito puedan tener un hábitat tranquilo, que no represente un peligro para su conservación”.
Recordemos que el pasado mes de abril, miembros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Envigado rescataron a un olinguito que merodeaba en una bodega de una fábrica, ubicada en zona industrial de este municipio.
La especie, de sexo hembra, llegó al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, que coordina el Área Metropolitana con la Universidad Ces, en donde se determinó que se encontraba en buenas condiciones. Días después, el olinguito fue liberado en el bosque.