La CRA suspendió las operaciones de dos empresas que estaban botando escombros y sustancias oleosas a la ciénaga, uno de los principales sitios ecoturísticos de Barranquilla.
Tras la denuncia que realizó públicamente el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, por el vertimiento de residuos a la ciénaga de Mallorquín, la Corporación Regional Autónoma realizó varios operativos junto a la Fiscalía, la Policía Nacional, la Dimar y el Distrito, que concluyeron con sanciones para las empresas responsables de generar olores ofensivos y atentar contra el ecosistema.
Una de las empresas sancionadas es Inversiones Ignacio Blanco S.A.S., a la cual le suspendieron sus actividades “por la indebida disposición de residuos sólidos ordinarios, de construcción y demoliciones” en el área de influencia de la ciénaga, por lo que el levantamiento de la medida quedó “condicionada a que en los próximos cinco días calendario presente evidencias de la limpieza de dichos residuos y su debida disposición con un gestor autorizado”.
A su vez, la CRA legalizó la medida preventiva de suspensión de actividades que le fue impuesta en flagrancia a la sociedad Soluciones Ambientales del Caribe S.A. ESP, “por disposición inadecuada sobre el suelo, de lodos residuales con características oleosas”, toda vez que sorprendieron a un camión de esta empresa vertiendo una sustancia que, por las características del olor, serían “residuos provenientes de una actividad de sacrificio animal”.
Para que le levanten la sanción, esta sociedad “deberá en los próximos cinco días calendario implementar las medidas que incluyen acciones de limpieza, disposición final adecuada del material removido y restauración del medio natural a su estado original”, informó la CRA.
Frente a las empresas sancionadas,
la Corporación enfatizó “en que el incumplimiento total o parcial de estas medidas preventivas será causal de agravación de la responsabilidad
en materia ambiental, y harán parte del proceso sancionatorio ambiental que adelanta esta Autoridad ambiental”.
A propósito de esta situación, la CRA viene realizando recorridos de inspección en los municipios del Atlántico para revisar cómo se está llevando a cabo la recolección y disposición final de residuos sólidos. En este proceso se han hallado puntos críticos de impacto ambiental, por lo que la Corporación requirió intervención inmediata de las autoridades.