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Medellín: desnutrición en primera infancia, la más alta en ocho años

En el último informe de calidad de vida Medellín Cómo Vamos, la ciudad desmejoró en sus indicadores de desnutrición infantil y educación. FOTO: COLPRENSA
JACOBO BETANCUR PELÁEZ
El informe de calidad de vida de Medellín Cómo Vamos 2021 reveló el deterioro en atención a la primera infancia y a los adultos mayores.

TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/

Archivo:ElColombiano.svg - Wikipedia, la enciclopedia libre

Los niveles de pobreza en la ciudad continúan siendo alarmantes, así lo revela el informe de calidad de vida que publica hoy Medellín Cómo Vamos. Entre varios puntos se cuenta que el porcentaje de desnutrición crónica en niños menores de seis años es el más alto de los últimos ocho años (7,8%), además hay un deterioro en los indicadores de educación (como la tasa de deserción más alta desde 2018).

En un ejercicio que midió el pulso económico y social del distrito, Medellín Cómo Vamos sacó a la luz el estancamiento que tiene la ciduad en varias problemáticas, y cuya solución se proyecta como una de las tareas más importantes de cara a los próximos años.

Luis Fernando Agudelo Henao, director de Medellín Cómo Vamos, explicó que el balance de este último informe es contradictorio, ya que mientras, por un lado, la capital antioqueña logró recuperar parcialmente su economía y su tejido empresarial en comparación con otros municipios del país, dicho crecimiento aún no alcanza para regresar a los niveles prepandemia.

Después de la pandemia se registraron los niveles más altos de pobreza de la última década. Si bien Medellín no es la ciudad de Colombia que más pobreza tiene, sí es la que menos la ha reducido después de la pandemia. Eso nos lleva a una realidad social compleja”, planteó el director, explicando que dichos niveles de pobreza están incidiendo directamente en la calidad de vida de la primera infancia, los jóvenes y los adultos mayores.

En materia económica, el informe documentó que, tan solo en el caso de la pobreza monetaria, ese indicador cerró en 2021 en un porcentaje de 27,6%, lo que equivale a 5,3 puntos porcentuales menos que los niveles de 2020 (32,9%), pero 3,2 puntos porcentuales por encima del nivel de 2019 (que fue de 24,4%).

Con base en los registros históricos, el indicador de 2021 muestra que la ciudad se habría devuelto a los niveles de 2013 (26%), cuando había empezado a registrarse una reducción progresiva que llegó a tocar un piso de 23,2% en 2018.

En cuanto a los indicadores de pobreza extrema la situación es casi idéntica. Pese a que Medellín cerró en 2021 con un porcentaje de 5,1% de personas en esta condición (4 puntos porcentuales por debajo del pico de 2020), el porcentaje es el más alto al menos desde 2012.

De acuerdo con Agudelo, el comportamiento de esos datos se enlaza con más retrocesos importantes en materia educativa y de calidad de vida de la primera infancia, dos de los campos en los que Medellín era reconocida por su buena gestión en el país.

Educación, en cifras rojas

En materia educativa, las señales de alerta vienen por varios frentes. Según develó el informe, uno de los datos más preocupantes fue que en 2020 subió el número de estudiantes que están repitiendo año en tres de los cuatro niveles educativos principales.

Por ejemplo, tan solo en el caso de la educación primaria, la tasa de repitencia mostró un importante incremento. Mientras en 2019 ese indicador era de 3,7% (un dato cercano al 3,6% de 2018), en 2020 el indicador se disparó a 5,8%.

En educación secundaria el salto fue aún más pronunciado, pasando de una tasa de repitencia de 6,8% en 2019 a 10,9% en 2020.

Aunado a esos dos números, la ciudad también registró un incremento en su tasa de deserción escolar (pasando de 2,7% en 2019 a 3,5% en 2020) y continuó su caída en los resultados de las pruebas Saber 11 en las instituciones públicas.

De un puntaje promedio de 263,1 que Medellín había alcanzado en sus establecimientos oficiales en 2016, en 2021 el promedio cayó a 245,9. En contraste, los colegios privados de la ciudad lograron levantar cabeza y alcanzaron un puntaje promedio de 259,8 el año pasado, logrando distanciarse de la caída de la educación pública.

Sobre este último renglón, el informe resaltó que los resultados de Medellín son los más bajos si se comparan con los de Bogotá, Cali, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga, pese a tener uno de los presupuestos públicos más robustos del país.

Primera infancia

Otro campo en el que las inversiones públicas no muestran buenos resultados es el de la primera infancia, que alcanzó los peores indicadores de los últimos ocho años en variables como el peso bajo al nacer y desnutrición crónica.

En cuanto al peso al nacer, la ciudad alcanzó un porcentaje de 11,2% de bebés con esa problemática, el indicador más alto desde 2014 (cuando estaba en 10,2%).

En cuanto a la desnutrición crónica, según información de la Secretaría de Salud, se calculó que 7,8% de los niños menores de seis años la padecían y uno de cada cuatro estaba en riesgo de sufrirlo. Este último porcentaje también fue el más alto desde 2014. “Este es un proceso que no veíamos hace tiempo. Aunque en parte tiene que ver con la pandemia, no podemos perderlo de vista porque es el primer paso para la generación de ciclos de pobreza”, planteó el director Agudelo Henao.

Frente a la operación del programa Buen Comienzo, una de las estrategias bandera de la Alcaldía de Medellín para hacer frente a esos problemas durante los últimos 16 años, el informé llamó la atención por la disminución del número de semanas de atención para los niños, que fue de un -20% el año pasado, y también por la reducción de casi el 40% en la cobertura de la modalidad familiar en 2020.

Según los datos de la Secretaría de Educación, el año pasado el porcentaje de niños atendidos por Buen Comienzo sobre el total de la población fue del 47% en 2021, un leve incremento en comparación con la cifra de 2020 (45,3%), pero muy lejos de los máximos históricos alcanzados por el programa, que en 2012 había logrado una cobertura récord de 53,7%.

Además de la primera infancia, Medellín Cómo Vamos también mostró su preocupación por el deterioro en la atención a los adultos mayores.

“La ciudad ha tenido un abandono de los adultos mayores, programas como los Centros Vida Gerontológicos en 2021 se cerraron o funcionaron a media marcha. Pasamos de tener 2.600 adultos mayores que se les hacía una atención integral entre 150 y 200 días al año, a adultos mayores con dos entregas de alimentos al año”, cuestionó Agudelo, aludiendo a la necesidad de mejorar esa atención.

Tal como quedó retratado en un apartado del informe que pasó revista a la situación demográfica de Medellín, esta tarea se proyecta como una prioridad, dado que en 2035 se prevé que la capital antioqueña será, junto con Cali, la urbe con mayor proporción de adultos mayores en el país.

Según insistió Agudelo, todos esos rezagos estarían contribuyendo a crear un caldo de cultivo que en el mediano y largo plazo e incrementa el riesgo de que los indicadores de pobreza y bienestar social se sigan deteriorando.

Frente a la situación de la pobreza, el economista Carlos Eduardo Sepúlveda, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, resaltó que los resultados de Medellín Cómo Vamos reflejarían una realidad que también se está presentando en el resto del país, que muestra una leve mejora en el empleo pero que aún no alcanza los niveles prepandemia.

“En pobreza monetaria efectivamente se evidencia el reto de generar empleo de calidad y asistencia escolar efectiva, que garantice la recuperación de habilidades que los niños han perdido o perdieron durante la pandemia”, planteó Sepúlveda.

En esta última tarea, el informe cuestionó duramente el papel ejercido por el gobierno local, dado que, pese a la pandemia, durante los últimos años el distrito mostró una mejoría significativa en sus finanzas públicas.

“A pesar de que 2020-2021 fue uno los periodos de mayor vulnerabilidad social de la historia del país, el porcentaje de recursos destinados a la atención de grupos vulnerables fue similar a lo comprometido para este fin en prepandemia”, criticó el documento, sin encontrar explicaciones del uso que se les está dando a los nuevos recursos.

27,6%
de los medellinenses estaban en la pobreza monetaria en 2021.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
ANTECEDENTES
ESFUERZOS PÚBLICOS NO AYUDARON A FRENAR LA POBREZA

Desde mayo de 2021, el Dane advirtió que gran parte de la inversión estatal que se inyectó en diferentes ciudades buscando mitigar la crisis económica de la pandemia no surtió los efectos esperados. En el caso del Valle de Aburrá, en donde confluyeron principalmente subsidios del Gobierno Nacional y de la Alcaldía de Medellín, las ayudas públicas solamente lograron reducir en un 1,4 el porcentaje de ciudadanos en la pobreza monetaria. En el caso de la pobreza monetaria extrema, que se situó en 2020 en la región en un 9,1%, el impacto de los estímulos oficiales fue de un 1%. En el caso de Medellín, ninguno de esos indicadores ha vuelto a los niveles prepandemia.

Infográfico

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