Una pareja de turistas que llegó ayer a Cartagena, se marchó hoy temprano hacia Barranquilla por la decepción de haber entregado dinero a unos uniformados que los pararon por transitar en moto en el Centro.
Con altas expectativas de conocer Cartagena llegaron y con una profunda decepción se fueron. Menos de 24 horas demoraron en Cartagena un hombre de 39 años y su esposa, quienes emprendieron un viaje por varias ciudades desde Villetas, Cundinamarca, y que hasta ayer habían tenido tranquilidad y gratas vivencias en su recorrido.
Pero, a eso de las 7 de la noche de este miércoles 16 de septiembre, mientras transitaban por el Centro Histórico de la ciudad, pasaron un trago amargo cuando fueron supuestamente retenidos por un par de uniformados de la Policía Nacional, quienes los requirieron por transitar en moto en ese sector, algo que está restringido.
Los afectados acudieron a este medio para denunciar que en todo momento reconocieron desconocer la prohibición, alegando que no habían visto ninguna señal al respecto y nadie les advirtió de esa medida. Era su primera vez en La Heroica, sin embargo, según ellos, los policías no fueron flexibles en ningún momento ni mostraron voluntad de apoyarlos por el hecho de ser turistas, por el contrario les ejercieron cierta presión psicológica al hablarles del valor de la multa, de la grúa que les inmovilizaría la moto, de los patios donde las guardaban y de la estresante tramitología para recuperarla.
Les tocó dar la plata
“Eso fue por las casas bonitas amarillas debajo de la muralla (Las Bóvedas), apenas habíamos entrado al Centro, estábamos con ganas de mirar el atardecer, de ver el mar, de pasar un rato agradable, pero enseguida nos detuvieron y nos hablaron del jurgo de plata que teníamos que pagar por la infracción. Imagínese, uno con ganas de pasar un rato agradable en esa ciudad tan bonita y le toca vivir un susto de esos. Yo les supliqué que no me guardaran la moto porque era el vehículo en que estaba viajando por el país, y no les importó. Al final me tocó preguntarles cómo nos podíamos arreglar, y fue cuando uno de ellos me llevó varios metros adentro y en solitario me tocó darle 150 mil pesos”, lamentó el cundinamarqués.
El hombre recalcó que la infracción de tránsito la cometió por desconocimiento, pero tampoco era la forma de ser tratado o intimidado.
Después del episodio, la moto la sacaron del Centro caminando y se devolvieron al hotel donde se habían hospedado, cerca del Castillo de San Felipe. Hoy, bien temprano y motivados por la decepción, y pese a que su intención era pasar varios días en Cartagena, el hombre y su esposa agarraron sus pertenencias y se marcharon a Barranquilla a continuar con su travesía.