Esta enfermedad es transmitida a los humanos principalmente por la picadura del mosquito ‘Culicoides paraensis’.
La semana pasada la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica que llama a varios países de América a reforzar la vigilancia y diagnóstico de laboratorio del virus Oropouche (OROV), que se presenta en un cuadro similar al dengue y también se propaga, principalmente, mediante la picadura de un mosquito.
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Según indicó la OPS en un informe, se han notificado 8.078 casos confirmados de la fiebre de Oropouche en Bolivia, Brasil, Colombia Cuba y Perú, con corte al 1° de agosto. En Colombia, entre la semana epidemiológica 1 y SE 29 del 2024, se han registrado 74 casos confirmados de Oropouche, en tres departamentos del país (Amazonas, Caquetá y Meta).
¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?
De acuerdo con la OPS, la fiebre de Oropouche es una zoonosis producida por el virus de Oropouche, el cual es transmitido a los humanos principalmente por la picadura del mosquito Culicoides paraensis.
La enfermedad produce un cuadro similar al dengue. Tiene un periodo de incubación de 4 a 8 días (rango entre 3 y 12 días). El inicio es súbito, generalmente con fiebre, dolor de cabeza, artralgia, mialgias, escalofríos, y a veces náuseas y vómitos persistentes hasta 5 a 7 días.
La recomendación de la organización es que se intensifique la vigilancia para la detección oportuna de casos, actualizar al personal de salud para la detección y manejo adecuado de casos e informar a la población en riesgo sobre medidas de prevención y control.
Cabe recordar que los brotes por virus Oropouche registrados en los últimos diez años han tenido lugar principalmente en la región amazónica, en comunidades rurales y urbanas de Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Panamá, Perú y Trinidad y Tobago.
Tratamiento
De acuerdo con la OPS, en la mayoría de estos brotes, fueron afectadas personas tanto mujeres y niños de todas las edades. Sin embargo, en poblaciones con contacto previo al virus, los más afectados fueron los niños y jóvenes.
Lamentablemente, en la actualidad no se disponen de vacunas ni medicamentos específicos para prevenir o tratar este tipo de infección. Por eso, cuando una persona la contrae el enfoque del tratamiento es paliativo, centrado en aliviar el dolor, rehidratar al paciente y controlar cualquier vómito que pueda presentarse.
En casos más críticos, donde la enfermedad se manifieste de forma neuroinvasiva, puede ser necesario el ingreso del paciente en unidades especializadas que permitan un monitoreo constante.
Ante la ausencia de un tratamiento específico y de vacunas para la prevención, como ocurre con el dengue, la prevención de la reproducción del mosquito que transmite la enfermedad es fundamental. La recomendación en zonas endémicas es eliminar los lugares donde se puedan reproducir estos insectos, como aguas estancadas.
REDACCIÓN SALUD