TOMADO DE: qhubobucaramanga.com
Alejandro Piedrahita quedó estremecido, confundido y atemorizado cuando recibió un mensaje contundente por WhatsApp.
Le pedían de manera inicial $300 mil a cambio de no publicar una foto con un cartel donde lo señalaban de pedófilo, un peligro para la sociedad, entre otras aberraciones.
“Hace dos meses empecé a recibir las amenazas. Tomaron una foto mía del perfil de Facebook y crearon un panfleto fuerte, me tildaban de abusador de menores. Capturé el número y luego lo bloqueé”.
Piedrahita hizo caso omiso, pensó que ignorando el mensaje se quedaría así. Pero en menos de una semana volvieron a escribirle para pedirle $400 mil. Y así, los cibercriminales fueron aumentando la tarifa.
Sin embargo, el comerciante nunca cedió ante las intimidaciones, no les consignó el dinero que pedían, lo que desató la furia en los extorsionistas quienes de las palabras, pasaron a los hechos.
“El martes una conocida me escribió y me envió el fotomontaje. Fue cuando decidí acudir a las autoridades”, manifestó Piedrahita.
El comerciante oriundo de Corozal, Sucre llegó al ‘Puerto Petrolero’ hace dos décadas y se ha dado a conocer en todo el municipio. En el barrio Galán montó su negocio de venta de equipos de protección personal para la industria del petrolero.
Decidió dar a conocer su caso para que más personas no caigan en las artimañas de quienes quieren obtener dinero a costa de estafas e intimidaciones.
No hay que dar ‘papaya’
Juan Pablo Aguirre, Capitán del Gaula de la Policía del Magdalena Medio, indicó que, “deben cambiar de manera permanente las claves de las redes sociales. Procurar no publicar información sobre sus bienes, pertenencias, o viajes próximos. Eso la llama la atención de los delincuentes”.
