RICHARD AGUIRRE FERNÁNDEZ
Colombia, con el reporte de este miércoles, superó la barrera de los 100.000 contagios de coronavirus.
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De acuerdo con el Ministerio de Salud, la cifra ascendió a 102.009 casos, mientras que las muertes van en 3.470.
Para analistas consultados, es muestra de la evolución de la epidemia en el país y llaman la atención para mantener las medidas de boseguridad y autocuidado, pues señalan que, ahora, mucho más, la tarea de cuidar a la población es una relación compartida entre gobiernos y ciudadanía.
Nathalia Gonzáles, médica, epidemióloga y aspirante a PhD de la Universidad de Berna, en Suiza, señala que aún no se vislumbra la estabilización del número de casos diarios que antecede al descenso de la curva epidemiológica. “Pese a las cuarentenas, prohibiciones, recomendaciones y acciones tanto del gobierno como de los ciudadanos, el crecimiento acelerado de los casos de covid-19 en nuestro país, obliga a hacer una pausa para reflexionar acerca de cómo se debe seguir manejando la pandemia, tanto desde las políticas públicas como desde el hacer ciudadano”, dice la analista.
Sobre la cifra, el infectólogo y epidemiólogo de la Clínica Universitaria Bolivariana, Carlos Agudelo, plantea que la pregunta no es haber llegado, sino cómo llegamos, es decir, si las medidas que fueron adoptadas en el país sirvieron. ¿Logramos aplanar la curva, retrasar el pico y preparar el sistema de salud? Para Agudelo, la respuesta es sí ante esas tres dudas.
“La mayoría del país lo ha logrado, excepto Barranquilla, donde el sistema de salud ya se vio desbordado. Leticia estuvo a punto de pasar, pero se logró mitigar por la remisión de pacientes”, dice Agudelo, quien hace énfasis en que el reto sigue siendo que el número de casos no rebase las capacidades del sistema de salud. “Al flexibilizar la cuarentena, las responsabilidades son individuales, cada uno debe cuidarse y velar por la protección de los otros”.
Además, puntualiza el analista, el otro reto está en que “logremos superar el empobrecimiento, el colapso económico y el colapso social, sin que los casos sobrepasen las capacidades del sistema de salud”.
Francisco Javier Díaz, virólogo de la Universidad de Antioquia, sobre el panorama que enfrenta el país con llegar a esta cifra, plantea que “más importante que el número en si, es la tendencia creciente de casos confirmados y de muertos. Estos datos nos dicen que lo peor está por llegar y llegará pronto. Que en cualquier momento nos llegará el turno de pasar por ese trance incierto , pero que aún podemos reducir el riesgo con las medidas básicas de protección”.
Y sobre el mencionado pico, del cual se habla desde que se confirmó la epidemia en el país, es decir, el 6 de marzo, el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, durante un foro de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), recordó que este se sentiría a finales de julio y principios de agosto, aunque precisó que se espera que no sea “un pico como tal, sino una especie de serrucho”, es decir, con pequeños picos durante un lapso.
“Estamos acercándonos a lo que sería, entre comillas, un posible pico en el mes de agosto, que se nos ha venido corriendo en la medida que hemos venido teniendo éxito en la contención, pero que ya no presenta tanto una figura de pico, sino una de serrucho con picos diferenciados, probablemente, de acuerdo con la afectación que tengamos en las diferentes ciudades”, precisó el ministro.
