Un fondo de contingencia que liberará cerca de 500 millones de pesos para Sistur, uno de los operadores de Transmetro, se convirtió en el respirador artificial del sistema de transporte masivo barranquillero para seguir prestando su servicio durante la próxima semana.
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José Emiro Picón, gerente de Sistur, indicó que hoy ese medio de transporte está afrontando un panorama desalentador que se agudizó después de una reunión virtual con el Ministerio de Transporte «en donde no hubo eco» a la solicitud que el sistema hizo hace un par de semanas para que se defina una política de financiamiento por la drástica reducción de los ingresos ante la baja demanda ocasionada por la cuarentena.
De acuerdo a Picón, este fondo de contingencia interno servirá para realizar abonos a los proveedores y así pedir un compás de espera hasta que se determine de dónde saldrán los recursos que Transmetro requiere.
«Queremos que la Alcaldía de Barranquilla considere al transporte público masivo como algo prioritario para la ciudad porque nosotros estamos movilizando unos 25 mil personas diarias durante esta cuarentena que son personas que trabajan en el sector salud o en superficies de abastecimiento y no las podemos dejar solas», expresó Picón.
Al no encontrar respaldo nacional, Transmetro está tocando la puerta en el Distrito de Barranquilla, a la que ya le ha hecho saber que el déficit hoy del sistema es de 2.800 millones de pesos mensuales, situación que se podría agudizar si no hay respaldo de aquí al 27 de abril, porque prevén los operadores, después de que finalice esta cuarentena habrían otras restricciones que seguirán limitando la movilización de sus más de 130 mil usuarios diarios que transportaban antes de la emergencia sanitaria.