Santiago Olivares Tobón
En un contenedor encontraron a dos jóvenes muertos en la Autopista Sur. Gremio de los camioneros dice que controles son insuficientes en las vías regionales.
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Por decenas de kilómetros de al menos tres municipios un tractocamión transportó sobre su contenedor los cuerpos sin vida de dos jóvenes, además de otro gravemente herido. La sangre que derramaba alertó a otros conductores de la Autopista Sur el lunes pasado.
Esta tragedia dejó en evidencia el fenómeno que se vive con los polizones en las carreteras del departamento, porque cada día son captados, al menos, 40 personas transportándose en los camiones de manera irregular.
Los líderes gremiales de los conductores aseguraron que esta problemática se les volvió un dolor de cabeza cuyas soluciones son limitadas, pese a los esfuerzos de la Policía de Tránsito y Transporte y del mismo Ejército que se encarga de la vigilancia en las vías.
Ánderson Quiceno, representante legal de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), dijo que los polizones se segmentan en tres grupos, todos con igual complejidad y problemas de seguridad tanto para estos viajeros irregulares como para los conductores. Por un lado se encuentran los migrantes, quienes abordan estos vehículo buscando las fronteras para continuar sus recorridos. Por el otro están los aficionados de clubes de fútbol, quienes guiados por su pasión usan a los camiones como el medio de transporte para acompañar a sus equipos. La tercera, a la cual pertenecerían los fallecidos, son aquellos que simplemente se montan en estos vehículos para recorrer los caminos, muchas veces sin rumbo fijo.
“Por las características pertenecerían a este grupo y son los que normalmente se montan en los techos de los contenedores. Quienes hacen esto normalmente llevan mucho tiempo viajando de esa manera”, explicó Quiceno.
En Antioquia, los polizones tienen puntos estratégicos para abordar a los camiones con la idea de que los lleven, o al menos los acerquen a su destino. La Y de Primavera, en Caldas; el peaje del Trapiche, en Barbosa; el barrio Zamora, en Bello, el peaje del Túnel de Occidente, en el corregimiento de San Cristóbal, de Medellín, son algunos de los puntos en los que se ubican estas personas para montarse en los tráileres de los vehículos sin que nadie se percate.
“El grave problema, como ocurrió en el accidente de este puente festivo, es que muchas veces llegan los abogados e instauran demandas a los conductores y a las empresas, cuando ellos ni por enterados de estos viajeros”, explicó el líder gremial.
A estos tres grupos se les suman los caminantes, personas que se movilizan a pie y lanzan objetos o tachuelas para obstaculizar la movilidad de estos vehículos para luego hurtarlos.
Trabajo de las autoridades
Los graves problemas de seguridad, que no solo pasan por los accidentes sino también por los robos, llevaron a que desde el Ministerio de Defensa se elaborara una estrategia para detectar a los polizones y bajarlos de los camiones, además de proteger a los conductores.
El comandante de la Policía Antioquia, coronel Carlos Andrés Martínez, expresó que hacen controles recurrentes en peajes y entradas y salidas de los municipios para controlar este fenómeno social y de seguridad vial. Pero además de la Policía de Tránsito y Transporte y el Ejército, en esta estrategia también se cuenta con participación de Migración Colombia, Sijín y Sipol de la Policía, Gaula y el Ejército y hasta el Icbf.
Sin embargo, muchas veces estos operativos se quedan cortos, tal como quedó evidenciado con el vehículo en el que encontraron los dos jóvenes muertos, que se movilizaba desde Cartagena hacia Cali y que, en pleno puente festivo, recorrió decenas de kilómetros sin que ningún policía lo interceptara para bajar a estos viajeros ilegales, quienes permanecen en Medicina Legal a la espera de ser identificados.
“Tenemos algunos tramos con una presencia disminuida de las autoridades porque las concesiones viales no les han entregado los recursos para la logística y en las vías administradas por Invías es prácticamente ausente la presencia policial”, aseguró Quiceno.
En medio de este plan de muchas estrategias y pocas ejecuciones, los polizones siguen viajando y encontrando la muerte sobre los camiones, en muchos casos, sin que siquiera los conductores se enteren de lo ocurrido.
