Hoy se aprobaría un proyecto en el Concejo que pretende ejercer controles y sensibilizar para desincentivar la práctica, pero su regulación es compleja.
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Con la misma rapidez con la que una espuela logra herir de muerte al oponente, en patios, solares y fincas de Medellín se improvisan y se desinstalan galleras ambulantes. En medio del bullicio y las apuestas, esta práctica pervive especialmente en las comunas Popular, Santa Cruz, Castilla, Robledo y Villa Hermosa, pero su misma itinerancia e informalidad impiden su control. Ahora un proyecto que se discute en el Concejo pretende poner en cintura a los promotores de las peleas de gallos en la ciudad.
Dice un experto en el tema que puede ser una papa caliente debido a que ninguna gallera cumple los parámetros legales porque no tienen registros en la Cámara de Comercio ni están inscritas en Coljuegos, el ente ante el que deben registrarse dado que estas peleas involucran apuestas y deben pagar impuestos.
“En Antioquia no hay ni una gallera legal, ni siquiera en los pueblos”, asegura la fuente. Por eso las autoridades no tienen control ni sobre los hechos de maltrato animal que se dan en las riñas ni sobre las apuestas que se juegan en cada pelea.
La iniciativa que se debe aprobar hoy en segundo debate busca adoptar medidas para desincentivar las riñas, práctica considerada cultural en algunos pueblos de Colombia, pero que a raíz de que involucra animales es objeto de rechazo en sectores animalistas, que consideran que en ella hay maltrato hacia seres sintientes, como son considerados los animales en la legislación nacional.
El tema fue presentado a la corporación en septiembre de 2021 y luego de dos discusiones tuvo su primer debate en abril, en el cual quedó el texto definitivo, que será votado hoy en sesión plenaria.
El creador del proyecto es el concejal Juan Ramón Jiménez Lara y los ponentes son Luis Bernardo Vélez, Nataly Vélez y Jaime Cuartas.
Al presentar el proyecto, Jiménez Lara planteó que en las peleas de gallos se dan elementos que no dejan duda sobre el maltrato animal, lo que no se compadece con las políticas de bienestar de la fauna adoptadas de tiempo atrás en la ciudad: se usan gallos mansos como carnada para entrenar los de combate; se les cortan las crestas y barbillas a sangre fría, causándoles fuerte dolor; se les acondicionan espuelas de metal o plástico para causarles más daño a los rivales; se usan elementos cortopunzantes y hasta se les suministran anfetaminas y cafeína a los gallos para aumentar su agresividad.
“Entre 2019 y 2021 se rescataron 14 gallos en condición de salud crítica, debido a que los animales son abandonados cuando pierden las peleas”, precisó el concejal.
La Secretaría del Medio Ambiente reportó que entre 2020 y 2021 se denunciaron afectaciones a 41 aves de corral de la ciudad, muchos relacionados con las riñas. Y también asisten menores que son instrumentalizados a sabiendas de que es una actividad que involucra apuestas.
Lo que se busca
El acuerdo busca adelantar acciones de educación y sensibilización preventiva, además de inspección, control y vigilancia a las galleras. También, llevar a cabo programas de educación y sensibilización para cambiar imaginarios culturales sobre esta práctica. Desde la alcaldía, con distintas dependencias en transversalidad (Medio Ambiente, Seguridad), se buscará se verificar que los criaderos de gallos (que son legales) cumplan con la normativa de higiene y sanidad para estos lugares, que no pueden operar en el perímetro urbano según establece el POT de 2016.
Los eventos gallísticos tendrán que acreditar los contratos de concesión ordenados por ley, contar con pólizas de garantía, tener registro mercantil en Cámara de Comercio y constancia de autorización para los espectáculos. Adicional, los organizadores deberán tener planes de atención veterinaria y manejo de restos mortales de las aves, y no se podrán destinar dineros públicos para realizarlas, acorde con la sentencia C-666 (2010) de la Corte Constitucional. No podrán asistir menores de edad.
En la primera exposición, tanto el concejal Lucas Cañas como la corporada Dora Saldarriaga respaldaron el proyecto: “Es un avance social, es poner nuestra voz para los seres sintientes”, dijo Saldarriaga. El debate de hoy inicia a las 8:00 a.m.
4 salarios mínimos mensuales es el impuesto que debería pagar una gallera.
Mi incursión en la política fue por la defensa de los animales, es por eso que mi participación en las próximas elecciones será con un criterio netamente animalista y ambientalista. pic.twitter.com/1dgUSydQmJ
— Juan Jiménez Lara Concejal Animalista (@JuanJimenezLara) June 4, 2022