Habitantes esperan que la Gobernación es envíe maquinaria amarilla para adecuar las vías terciarias.
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Tres días aislados cumplen este viernes los habitantes de Dabeiba por cuenta de los dos deslizamientos que taponaron su conexión con Medellín y Urabá: los derrumbes que se presentaron en el sector Piedras Blancas, entre Uramita y Dabeiba; y el ocurrido en Choromandó en la vía que conduce a Mutatá.
El alcalde del municipio, Leyton Urrego, manifesó que desde el miércoles se quedaron sin gasolina en las dos bombas principales y que esto repercutirá en la desconexión con las veredas, es decir, población rural y productos dejarán de transitar desde y hacia el casco urbano.
“Nos afecta todo lo que es la movilidad interna. Tenemos 170 kilómetros de vías terciarias y una gran población tiene sus vehículos como motos, motocarros, camionetas y camiones y sacamos muchos productos y la gente está preocupada porque no se van a poder movilizar”, explicó Urrego.
La comercialización de productos también empieza a ser un dolor de cabeza. Según Urrego, los productos agrícolas que salen del municipio con destino a Urabá están represados y se están empezando a perder. Muchos productores han optado por tomar una vía terciaria que comunica con Frontino que está en pésimo estado y que implica riesgos para quienes la transitan.
En Dabeiba están a la espera de que la Gobernación envíe maquinaria amarilla que mejore las condiciones de dos vías terciarias por las cuales podrían comunicarse mientras aguardan a que la vía principal sea despejada de los dos derrumbes, en Piedras Blancas y Choromandó, en los cuales cayeron 30.000 y 40.000 metros cúbicos de tierra y material rocoso, respectivamente.
Quienes viajan desde Medellín hacia Urabá también esperan una rápida solución pues desde el martes los viajeros deben pasar por el departamento de Córdoba para poder arribar a Urabá, aumentando tiempo y costos de desplazamiento.