POR VANESA DE LA CRUZ PAVAS
El coronavirus llegó al país y atacó especialmente a los más vulnerables: las personas mayores.
TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/
Los centros de protección al adulto mayor se han convertido en refugio y, a la vez, en un posible detonante. Como medida de protección y para evitar que el virus ingrese, estos espacios cerraron puertas y ventanas y pocos logran atravesarlas.
Hasta el 5 de julio, Antioquia presentó 572 contagiados mayores de 60 años y, ese mismo día, se reportó el fallecimiento de seis con edades superiores a los 60. Hasta el 3 de julio, del consolidado de 37 muertes que se presentaron en el departamento, 34 fueron de adultos mayores.
Medellín cuenta con la Unidad de Personas Mayores de la Secretaría de Inclusión Social y Familia, que protege a 1.244 ciudadanos de ese grupo. Según la dependencia, “gracias a medidas de protección extremas, hasta hoy (ayer) en ninguno de los centros con los que el municipio tiene contrato hay contagiados”.
Es difícil determinar el porcentaje de muertes de residentes de estos hogares, pues algunos son informales o no trabajan de la mano de la Secretaría de Inclusión, explicó la entidad. Además, el número de pruebas realizadas en estos centros no fue confirmado por la Secretaría Seccional de Salud. El 17 de junio, la Personería de Medellín alertó que, en la ciudad, “cualquier persona puede poner en funcionamiento un hogar gerontológico sin dar aviso de funcionamiento e instalación a las autoridades, lo que significa falta de rigurosidad”.
John Fernando Restrepo Tamayo, decano Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la U. de Medellín, considera que “es necesario que haya mayor auditoría, porque en manos de particulares no puede permitirse que se mercantilice el servicio o que se desmejore el deber de cuidado con esa población que lo requiere de manera urgente”.
Fortalecer los centros
Los requisitos para el funcionamiento de estos centros de protección están establecidos en la Ley 1215 de 2009.
La Secretaría de Inclusión dice no querer perseguirlos, “sino fortalecer estos lugares desde lo técnico para que no sean clandestinos y ayudarlos a mejorar las condiciones de las personas que albergan”.
Estos establecimientos deben solicitar una visita de la Secretaría de Salud y acogerse a los planes de mejora para obtener acompañamiento técnico y la oferta institucional.
La Secretaría de Inclusión, de la mano del Ministerio de Salud y la Seccional de Salud, está implementando la estrategia de “acuartelamiento”, en la que los encargados de cuidar a las personas mayores conviven en los centros por hasta 15 días, evitando el ingreso y la salida constante. Las visitas están restringidas.
Las personas que deben ingresar lo hacen con traje de seguridad, lavado de manos, aspersión con amonio cuaternario, cubre bocas y demás medidas de bioseguridad.
Juan Vicente Lopera, líder del programa Adulto Mayor, explica que se hacen limpiezas constantes y profundas de los espacios y deben tener disponible una habitación para aislar a los sospechosos de contagio o a quienes estuvieron hospitalizados por otras causas. Al interior, se evitan las actividades grupales y los proveedores deben cumplir con protocolos de limpieza rigurosos, explica Lopera.
En asocio con el Sena se capacita a los cuidadores en protocolos de bioseguridad en nueve sesiones de dos horas cada una. La idea es abarcar todas las subregiones.
La Secretaría de Inclusión enfatizó que “las medidas de protección no se deben volver una forma de violencia”. Para mitigar la depresión y la soledad, los centros se apoyan de tecnología para el acompañamiento de las redes familiares y sociales a los usuarios, con llamadas o videollamadas.
Se realizan, además, actividades artísticas y acompañamiento por parte de trabajadores sociales, gerontólogos y psicólogos en todos los centros de protección .
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARA SABER MÁS
EL MUNDO CUIDA A LOS ABUELOS
En Europa casi la mitad de las muertes por covid-19 se dieron en adultos mayores, confirmó en abril la Unión Europea, y parte de los decesos sucedieron en hogares geriátricos que se convirtieron en focos. Por eso los hogares tomaron medidas como prohibir visitas, aun cuando pasó el pico de contagios. Lo mismo sucede en estados de Estados Unidos como La Florida: allí, donde hubo focos en adultos mayores, se bloqueó el ingreso a los hogares y se obligó a los residentes y empleados a recibir pruebas de covid. En Portugal, para que las familias vieran a sus abuelos los bomberos facilitaron grúas para que se saludaran desde las ventanas. Otros países les enseñan a usar dispositivos electrónicos para comunicarse con allegados.