El 22 de diciembre de 1994 El Universal publicó una entrevista exclusiva con el Cacique de La Junta, que afrontaba una dura depresión que lo llevó a cansarse hasta de las mujeres.
Además de ser considerado el cantante más grande en la historia del folclor vallenato, a Diomedes Díaz también lo reconocen como un mujeriego incansable, que dejó poco menos de 30 hijos reconocidos. Sin embargo, hubo una ocasión en la que el mismo Diomedes admitió que no quería saber nada de las mujeres, a las que dedicó una gran cantidad de su discografía y a las que siempre aseguraba darles cariño.
La confesión del artista ocurrió durante una peculiar entrevista exclusiva que brindó al periodista Víctor Sánchez R. y que salió publicada en la edición de El Universal del 22 de diciembre de 1994, apenas un mes después de la muerte de su compañero de fórmula Juancho Rois y 19 años antes de su propio fallecimiento.
La reciente pérdida y otros aparentes problemas tenían a Diomedes sumergido en un crisis emocional y existencial como poco se le conocen hoy al artista. Para entonces todavía no ocurría la tragedia con Doris Adriana Niño, pero el Cacique parecía sumergido en un problema sin salidas.
“Compadre Juancho, he sufrido mucho porque en San Juan me iban a matar”. “El día de su triste partida me botaron y no gustaron de mi. Perdónelos, compadre Juancho Rois. No deje de rezar por mí”. Con esas dos frases arrancó el relato de Víctor Sánchez, que conversó con Diomedes en una habitación del Hotel Hilton, acompañados de una botella de aguardiente.
La depresión de Diomedes Díaz
Las frases captaron la curiosidad del periodista, que le interroga por sus problemas en San Juan (pueblo natal de Juancho Rois). Diomedes asegura que se deben a los seguidores de Jorge Oñate, que lo querían matar y lo tenían vetado en esa población.
Para entonces a Diomedes lo criticaban por anunciar su unión con Iván Zuleta, el reemplazo de Rois, apenas unos días después de la tragedia. A esa inquietud el cantante responde que las críticas también provienen de los seguidores de Oñate, pero aclara que tenía contratos que debía cumplir para que no lo demandaran, por lo que tuvo que buscar rápidamente a un acordeonero.
Cuando le preguntan por el Diomedes Díaz humano revela el sufrimiento que carga y que intenta ocultar a sus seguidores en la tarima.
“Las cosas malas me las tiran por la cara para hacerme daño. Eso es lo que me tiene triste. Así fue Jesucristo y se murió también.”, dijo.
“Yo no quiero hablar de esas cosas, porque se me devuelve el caset. Para mí ha sido muy duro todo. Yo aquí donde estoy, tengo un nudo en la garganta… Lo que pasa es que si yo me pongo a lloriquear enfrente de la tarima yo le contagio eso al público. Lo deprimo y se van. Mi misión es otra, es llevar mi cultura más allá por el bien del folclor.”, respondía Diomedes.
Diomedes Díaz, cansado de las mujeres
La crisis interna que pasaba Diomedes quedó retratada en una pregunta curiosa que le hizo Víctor Sánchez al final de la entrevista, justo después de que se tomara un trago de aguardiente.
-¿Bebes mucho?, le interrogó.
– “Cada vez que me ponen una botella. Es que estoy muy cansado. Ya no aguanto más. Voy a cantar hasta el 25 diciembre, después me pierdo”.
Lo más curioso de esta frase es que un 25 de diciembre, casi dos décadas después, fue sepultado en el cementerio Santo Eccehomo de Valledupar.
Ese aislamiento del que hablaba el Cacique incluía incluso a las hembras, no solo humanas sino también a los animales.
“Quiero irme para la Sierra Nevada, con una libreta, una pistola y un mulo, pero que no sea hembra. No quiero saber nada de mujeres por ahora. Quiero sumergirme en mí mismo. Mi alma necesita un descanso.”, reveló un Diomedes Díaz meditabundo.
Diomedes Díaz y una entrevista predictiva
Aquella peculiar entrevista se cerró con una reflexión premonitoria del Cacique de la Junta. Sin saber que su vida se apagaría 19 años después, justo en el mismo día de diciembre en el que se publicó la entrevista, Diomedes habló de su dolor y de su final, así como del legado controversial que dejaría entre los seguidores del vallenato.
“Los recuerdos me han dado muy duro. Algún día todo terminará. No sé cuándo. Sé que algunos me recordarán con cariño, otros con amargura”.
“Ese es el destino de un artista como Diomedes Díaz. Este es el destino de un artista que nadie olvidará. Eso téngalo por seguro, señor periodista. Así será mi destino”.
La muerte de Diomedes Díaz
Diomedes Díaz falleció el 22 de diciembre de 2013 en su casa de Valledupar luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Seis días antes había lanzado el que fue su último trabajo discográfico, La vida del artista. Su entierro fue el 25 de diciembre en medio de una gran multitud y desde entonces su música no deja de sonar en fiestas, discotecas y emisoras del país.