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Dólares llueven en Guatapé y El Peñol, pero los locales están muy preocupados, ¿por qué?

Los grandes proyectos urbanísticos se dan en la zona rural de El Peñol, sobre todo en las cercanías a los espejos de agua. En Guatapé también hay proyectos en sus veredas pero son más pequeños. FOTO MANUEL SALDARRIAGA

Grandes proyectos en la zona de embalses desatan arribo de extranjeros. Fenómeno causa dificultades a población local.

POR CRISTIAN ÁLVAREZ BALBÍN |

TOMADO DE: elcolombiano.com

Con la llegada del año se abrió de nuevo el negocio inmobiliario y de su mano llegó el ofrecimiento de un ambicioso proyecto denominado Nido de Agua, que se desarrollará entre El Peñol y Guatapé, con una inversión de $15 millones de dólares de capital extranjero.

Este, en la mitad de una península de 29.244 metros cuadrados, erigirá 50 estructuras triangulares suspendidas en el aire denominadas “nidos”, cuya promesa de venta advierte que no tendrá impacto negativo sobre el medio ambiente circundante. De hecho, Cornare ya autorizó que las aguas negras del proyecto caigan al embalse después de un proceso de tratamiento de las mismas.

Pero Nido de Agua no sería el precursor de la inversión extranjera en esta zona del Oriente antioqueño. Ya antes los futbolistas Juan Guillermo Cuadrado y Yerry Mina habían anunciado la construcción de Guatapé Plaza, un gran centro comercial en el centro de Guatapé, en el que habrían invertido parte de sus ganancias obtenidas en el fútbol europeo.

Igualmente el conferencista de marketing estadounidense Jürgen Klaric hizo su proyecto hotelero de 13 “ecovillas” a orillas del embalse, de las que asegura en su página web que “coexisten de manera pacífica con la arboleda a su alrededor”, y cuya estadía por noche cuesta hasta $2 millones.

Todo dólar suma

A los anteriores desarrollos hay que sumar otros proyectos de inversión extranjera más modesta, ya sea individual o en conjunto, que se construyen principalmente en las veredas de la zona de embalses y que poco a poco suman millones de dólares que llegan vía proyectos a dichos municipios de sexta categoría.

De hecho, basta una búsqueda rápida por internet para notar que en El Peñol hay proyectos de inversión que hasta por medio millón de euros ofrecen terrenos de 3.200 metros cuadrados, mientras que en Guatapé hay un proyecto de 21.000 metros cuadrados por un costo de casi 2 millones de dólares.

Sin embargo, más allá de las deslumbrantes cifras, los casos anteriores tienen de fondo una puja por la tierra y la permanencia en el territorio entre los nativos de Guatapé y El Peñol y los foráneos de otras partes del mundo, en la que la chequera de los segundos les da ventaja. Esto plantea una polémica situación en la que los locales se estarían desplazando ante la presión inversionista.

Según cifras oficiales publicadas en la revista de viajes neoyorkina Travel+Leasure, solo Guatapé llegó a tener cerca de 990.000 turistas al año. De estos, una parte ha comenzado a quedarse de forma permanente en la zona, con todo lo que esto conlleva a su sociedad. El fenómeno también se está replicando en El Peñol.

Olga Márquez es una agente inmobiliaria que conoce al dedillo la zona, y el desarrollo urbanístico de la misma. Por eso da fe que al sector aparte de los veraneantes de fin de semana han llegado para establecerse foráneos sobre todo de Canadá, España, Estados Unidos e Italia generalmente enganchados a grandes compañías que les ofrecen la posibilidad del trabajo remoto o que ya están jubilados.

Andrés Felipe Rico, vocero de la inmobiliaria Terranova Finca Raíz, señaló que más del 80% de sus compradores el año pasado en la zona de Guatapé y Peñol fueron extranjeros. “Pero la mayoría no estaba pensando en desarrollar un proyecto sino más bien en tener un lugar de descanso”, añadió Rico.

“Aunque desde antes de pandemia ya pasaba este fenómeno, se ha impulsado en los últimos años. Los extranjeros vienen a pasear y cuando se dan cuenta de como son de buenas las cosas por acá –y encima de que los dólares les rinden tanto–, dicen que vuelven pero a invertir ya sea en un hotel o en casas para ellos en la ruralidad. Pero como ellos suben las fotos de su estadía por las redes, van antojando a los amigos que también vienen a pasear y así se repite el ciclo”, añadió.

La llegada de los extranjeros habría trastocado en algunos aspectos la vida de los locales, supeditados al cambio de divisa favorable a los primeros. Aún así, no hay un consenso sólido entre la población pues mientras unos admiten que hay un problema, otros lo minimizan.

¿Desplazamiento y carestía?

El término gentrificación habla de la transformación de una zona popular mediante un proceso que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de mayor poder adquisitivo y es justo lo que estaría pasando en ambas localidades del Oriente antioqueño.

Aunque consultamos a la Alcaldía de Guatapé para conocer datos sobre los efectos de la llegada de los extranjeros y de su financiación en proyectos, no atendieron el llamado de EL COLOMBIANO. Aún así, la gente es la que habla si Guatapé se está gentrificando o no.

Un residente indicó que los locales poco se quejan de la estadía permanente de los foráneos ya que si bien los grandes proyectos se ofrecen como si fueran a hacerse en Guatapé, muchos de ellos se construyen en El Peñol o incluso en Marinilla y San Rafael.

“Acá hay extranjeros pero que uno diga que muchos, no. Si mucho serán algunos jubilados que compran en fincas cercanas pero no en el pueblo. A fin de cuentas, los que no son de acá son los que dicen que hay muchos extranjeros ¿Pero muchos son cuántos?”, dijo, minimizando el asunto.

Sin embargo, el mismo habitante indicó que con la llegada de los extranjeros y sus mejores ingresos, el costo de vida ha aumentado sobre todo en aspectos como los arriendos, lo que ha hecho que en algunos casos los lugareños deban desplazarse.

“La población vende sus propiedades a los que no son de acá a un alto precio ya sea para que las vuelvan negocios o para habitarlas, porque creen que con eso van a comprar en otra parte del pueblo cerca donde viven, pero resulta que no. Por eso la gente de Guatapé se está yendo a vivir a las fincas de familiares”, apuntó.

“Uno se encuentra gente que vendió la casa, pero como que no manejan bien la plata o no la saben invertir, terminan siendo los empleados y mayordomos de los que les compraron la propiedad. Nos están ‘arrinconando’ a todos porque todo el mundo está vendiendo. ¿Por qué nos tenemos que ir nosotros?”, apuntó otra residente.

Otro aspecto que ha trastocado la realidad en Guatapé es el tema de la compra de alimentos, pues estos se han encarecido.

“Por ejemplo, como los arriendos de los almacenes están caros lo que en otro supermercado vale 500$, acá puede llegar hasta a $1.000 porque así los negocios pueden sostenerse”, añadió un local.

“Nos cobran por un café $5.000, pero eso para ellos es 1 euro. Eso así queda muy bravo para los de acá. Por eso Guatapé está muy caro para comprar las cosas. Ya toca ir a mercar a El Peñol”, añadió Olga.

El auge de la zona de embalses se ha dado también por el reconocimiento adquirido gracias a publicaciones locales y extranjeras. <span class=mln_uppercase_mln>FOTO</span><b><span class=mln_uppercase_mln>Jaime Pérez</span></b>
El auge de la zona de embalses se ha dado también por el reconocimiento adquirido gracias a publicaciones locales y extranjeras. FOTOJAIME PÉREZ 

¿El Peñol gentrificado?

El coletazo de la llegada de los extranjeros y sus inversiones se ha sentido también en El Peñol, así lo señaló la secretaria de Planeación Liliana López Giraldo.

“Es cierto que son muchos los foráneos que han llegado a vivir acá porque buscan desarrollar vivienda o están interesados en desarrollos

turísticos de alto impacto”, apuntó.

López indicó que en el momento hay por lo menos cuatro proyectos urbanísticos turísticos de más de 2.000 metros cuadrados de área construida licenciados en su municipio que incluso datan de la administración anterior. Aunque precisó que a ciencia cierta el único que tienen confirmado como de inversión extranjera es Nido de Agua, con la actual situación económica de Colombia se reafirma la sospecha de que los dólares también empujan a los demás.

“Hay proyectos bastante grandes como Yúniko, Montecielo o El Cristo del Embalse. Y tras la pandemia, llegaron trámites de grandes proyectos en la vereda El Maridal. Y a futuro serían más”, añadió.

La funcionaria indicó que aunque al principio los terrenos cerca al espejo de agua fueron los primeros en el que los extranjeros pusieron los ojos para tener un cambio del uso del suelo de rural a destinado a proyectos de viviendas suntuosas y usos turísticos; la transformación se ha extendido a otras veredas pues hay un afán de construir proyectos enfocados con lo natural como son los glamping.

Solo en 2022, explica López, cerca de 100 construcciones se sellaron por incumplir normas de construcción o por erigirse en áreas protegidas.

Sobre la presión para que los locales salgan del territorio, López indicó que esto no es tan evidente en el área urbana de El Peñol, pero sí se estaría gestando en el área rural, sobre todo en las veredas El Morro. El Uvital y Palestina.

“Allá incluso, creería yo, que la población foránea es mayor que la nativa. Queremos que el turismo se haga de una manera responsable y organizada. Es una industria que propone ventajas interesantes en el crecimiento económico, pero que puede causar problemáticas si no se le hace un seguimiento adecuado”, añadió.

¿Control efectivo?

Otro asunto que no es menor es el cumplimiento de las normas en los grandes proyectos, teniendo en cuenta el alto valor que tienen y representan para las arcas municipales. Por ejemplo, la sola inversión en Nido de Agua significa el doble del presupuesto anual conjunto entre Guatapé y El Peñol, que son los responsables de vigilar que el proyecto cumpla las normas, pues como le mencionó Cornare a este diario la vigilancia de estos está fuera de su foco como autoridad ambiental.

La secretaria López indicó que si bien hay dinámicas en las que no tienen potestad como es la compra y venta de predios privados, indicó que su despacho le está apostando al fortalecimiento de la planta de personal, que actualmente consta de ocho personas que revisan y vigilan todos los proyectos independientes de su tamaño desde lo técnico y lo jurídico. Aunque para ella, los grandes proyectos ofrecen mayores garantías de cumplir las normas pues así ofrecen una alta seguridad jurídica para su clientes.

“Aún así tenemos un técnico de control urbanístico que trabaja junto al inspector de Policía y la abogada en las visitas de monitoreo en el área urbana y en la rural. Mientras que para el trámite de las licencias hay una ingeniera estructural, una arquitecta, una técnica de apoyo, una asesora jurídica, y una técnica de control”, añadió.

A la vigilancia se suman sensibilizaciones permanentes con los habitantes de El Peñol sobre lo que se puede hacer en el suelo y que incluye el pedido a los acueductos veredales para que se abstengan de otorgar derechos de aguas a edificaciones sin licencias de construcción. López reconoció que no todos los ejercicios de control son exitosos.

Por eso en la zona de embalses ya son varias la voces que piden que se revisen los planes de ordenamiento territorial para sentar bases más sólidas al futuro de la región. Varias de ellas quedaron registradas en el documental de 2022 de la periodista Astrid Saldarriaga “Guatapé radiografía de un pueblo turístico”. Uno de sus habitantes resumió así sus temores:

“Le tenemos como susto a que esto se nos vuelva imposible de sostener. Nos vamos a ir yendo para darle espacio al turista más que al habitante. A la final será un Guatapé agresivo para el local y abierto para el visitante porque el comercio es el que está planeando el futuro de Guatapé”

Dólares llueven en Guatapé y El Peñol, pero los locales están muy preocupados, ¿por qué?

CONTEXTO DE LA NOTICIA

Otro de los males sociales que estarían aquejando a los municipios de la zona de embalses es que la historia de los municipios, sobre todo la de Guatapé, estaría siendo tergiversada por guías venidos de Medellín que desconocen la importancia de esta y que –con tal de descrestar a los visitantes– prefieren inventarse datos o sucesos. Las mentiras más recurrentes tienen que ver con indicarles a los turistas que personalidades que no tienen arraigo en la zona residen allí y hasta tienen propiedades. “Acá especulan, inventan historias, crean fantasías. Que la casa de James, que la de tal famoso, y llevan a los turistas hasta las partes del viejo Peñol a ‘echarles pura carreta”, añadió Olga. “A uno le da rabia que salgan con esas cosas, pero si la Alcaldía no hace nada con eso, estamos jodidos”, replicó otro vecino.

El auge de la zona de embalses se ha dado también por el reconocimiento adquirido gracias a publicaciones locales y extranjeras. <span class=mln_uppercase_mln>FOTO</span><b><span class=mln_uppercase_mln>Jaime Pérez</span></b>

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