Un equipo de investigadores descubrió la Aphelandra montis-tusae, una planta jamás registrada en ninguna base de datos del mundo en el suroeste antioqueño. Aquí la historia.

En diciembre de 2020, en las laderas del emblemático Cerro Tusa, ubicado en el municipio de Venecia, Antioquia, se realizó un hallazgo que destaca la riqueza de la biodiversidad colombiana:
El biólogo Saúl Hoyos, acompañado por el arqueólogo Pablo Aristizábal, identificó una planta que, tras un riguroso proceso de investigación, fue reconocida como una nueva especie para la ciencia: la Aphelandra montis-tusae.
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El descubrimiento se produjo durante una caminata el 19 de diciembre de 2020, cuando Hoyos y Aristizábal se fijaron en una planta de color vibrante que destacaba entre el verdor del bosque, por lo que decidieron recolectar muestras completas de ella, incluyendo hojas, flores y tallos, para su posterior estudio e ilustración científica, sin saber que ese solo era el primer paso en un proceso que implicó múltiples recorridos por la base de la emblemática montaña y consultas con expertos internacionales.
Pues Hoyos colaboró con John R. I. Wood, especialista en la familia Acanthaceae e investigador del Jardín Botánico de Londres para saber más sobre la planta, quién le ayudó a comparar la muestra con colecciones de herbarios y bases de datos científicas a nivel mundial, sin encontrar coincidencias, que es solo otro de los pasos en el proceso de identificación de una nueva especie.
Es decir, existen protocolos científicos establecidos para el nombramiento de una planta: recolectarla, verificar que no haya sido descrita anteriormente en ningún herbario del mundo, y redactar un artículo científico para una revista indexada, acompañado de una ilustración detallada en la que se describa el nuevo espécimen.
Y Hoyos y su equipo siguieron todo este enfoque meticuloso que aseguraba la validez y el reconocimiento de la especie dentro y fuera de la comunidad científica, hasta que finalmente, en 2024, publicaron un artículo académico que oficializó el reconocimiento y la existencia de la Aphelandra montis-tusae (nombrada así en honor a Cerro Tusa, también conocida como “La montaña sagrada”).
Este hallazgo resalta la importancia de la conservación y el estudio de la naturaleza en Colombia, país que alberga aproximadamente el 11% de la biodiversidad mundial, con al menos 31.000 especies registradas, según el Instituto Humboldt.
Ahora, la Aphelandra montis-tusae es una especie endémica, encontrada únicamente en Cerro Tusa (que es considerada la pirámide natural más grande del mundo) lo que subraya la singularidad de este ecosistema, y aunque aún se desconoce el tamaño de su población y las posibles amenazas que enfrenta, su protección está estrechamente vinculada a la conservación del suelo, el clima y las condiciones únicas de la zona.
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Asimismo, cabe aclarar que este descubrimiento es fruto de la colaboración entre Comfama, Activa y la Gobernación de Antioquia, entidades comprometidas con la preservación del patrimonio natural.
Stefanía Fernández, responsable de Sostenibilidad y Diversidad de Comfama, expresó: “Como Caja de Compensación Familiar buscamos reconectar a las personas, familias y empresas con la naturaleza, entendiendo que requerimos una transformación cultural y relacional, por lo que celebramos este hallazgo que pone el foco en la vida. Desde Cerro Tusa, al igual que desde los demás parques y espacios naturales que habitamos, trabajamos no solo por conservar los ecosistemas, sino por regenerarlos en armonía con la naturaleza que somos”.
Por último, es pertinente recordar que el descubrimiento de la Aphelandra montis-tusae no solo enriquece el conocimiento botánico, sino que también enfatiza la necesidad de proteger y estudiar los ecosistemas locales.