El concejal Andrés Tobón, quien fue secretario de Seguridad de Medellín, reveló también que las dos niñas de 12 y 13 años no vivían con sus familias si no que permanecían encerradas en una casa del barrio Manrique que al parecer era custodiada por un grupo delincuencial.
El ColombianoCon el paso de los días se conoce más información sobre el caso del turista estadounidense hallado con dos niñas en el hotel Gotham, ubicado en barrio El Poblado, de Medellín.
En la mañana de este martes, el presidente del Concejo de Medellín y exsecretario de Seguridad de la ciudad Andrés Tobón indicó que –según sus fuentes– las dos niñas de 12 y 13 años que fueron halladas con Timothy Alan Livingston vivían en el barrio Manrique.
Según Tobón, las menores de edad estaban aisladas de sus familias en una vivienda que, al parecer, era custodiada por una estructura criminal y por ello las familias de las menores no sabían lo que estaba pasando con ellas.
Si bien Tobón no pudo precisar que estructura es la que estaría implicada, cabe recordar que la comuna de Manrique estructuralmente solo es gobernada por la banda delincuencial La Terraza, misma que el alcalde Federico Gutiérrez ha indicado en repetidas ocasiones que sería una de las estructuras vinculadas al tema de explotación sexual y comercial de niños en El Poblado.
De otro lado, el periódico El Tiempo publicó hoy detalles de como las autoridades encontraron a Livingston en la habitación del quinto piso del hotel Gotham Medellín.
La primera revelación de el diario capitalino es que aparte de las dos niñas habría un tercer menor de edad de 10 años quien hacía las veces de campanero para que las dos pequeñas pudieran ingresar en la madrugada del jueves 28 de marzo al lujoso hotel, aprovechando el relevo del vigilante.
La fuente de El Tiempo indicó que cuando llegaron al lugar con al menos 12 policías de Infancia y Adolescencia, encontraron a Livingston junto a las niñas al interior de un jacuzzi en el que habría consumido drogas.
«El señor tenía los cigarros de marihuana alrededor del jacuzzi, en una especie de tarro. Y había quitado los censores de humo para que no se activaran las alarmas y nosotros subiéramos (…) Y la tarjeta de apertura de puertas del hotel estaba en un mesón untada de tusi (cocaína rosada). Además en el baño habían cinco condones usados”, se lee en el informe.
Pese a esta situación, no hubo acordonamiento del área y según el diario, evidencia vital se habría perdido pues la botella con las colillas de cigarros de marihuana desapareció y –como los primeros uniformados que llegaron a la habitación no dejaron instrucciones– las empledas del hotel, en su desconocimiento, limpiaron el cuarto y botaron los elementos que incriminarían aún más a Livingston.
El diario reseñó también que hasta el momento la Fiscalía ha establecido que no se preservó la escena y que incluso uno de los policías usó el mismo baño de Livingston.
Por ahora, los entes de control iniciaron investigaciones para determinar si hubo un mal proceder e incluso hasta prevaricato por parte de los agentes que atendieron el caso. Una indagación similar inició la propia Policía buscando aclarar el porqué el extranjero no fue puesto a disposición de la Fiscalía y por qué no permaneció detenido a pesar de la evidencia encontrada.