Los cheques de ayuda acordados por demócratas y republicanos en el Congreso y firmados por el presidente, Donald Trump, están empezando a llegar desde el 11 de abril a las cuentas bancarias de los estadounidenses para hacer frente a la recesión sin precedentes históricos ocasionada por la pandemia de coronavirus.
“Sabemos que mucha gente está ansiosa por recibir sus pagos, seguimos emitiéndolos tan rápido como podemos”, informó el sábado el Servicio de Rentas Internas (IRS, en inglés) en la red social Twitter.
Recomendó, eso sí, no telefonear para preguntar por el pago sino consultar en su lugar la cuenta bancaria, y recordó que la mayoría de ciudadanos no deberá hacer nada para recibir las ayudas (eso sí, algunos nunca la recibirán).
El Departamento del Tesoro calcula que cerca de 80 millones de ciudadanos recibirán la ayuda esta semana, y una “gran mayoría” antes de que acabe la próxima.
Los que ganaron menos de 75,000 dólares en 2019 pueden recibir, si cualifican, la ayuda completa de 1,200 dólares. Las parejas con ingresos conjuntos inferiores a 150,000 dólares obtendrán 2,400 dólares. Cada niño en el hogar podría añadir hasta 500 dólares.
En cuanto a los que ganaron más de 75,000 dólares, su cheque se reducirá cinco dólares por cada 100 en los que supera el límite (a partir de 99,000, o 198,000 para parejas, la ayuda será cero).
Así, el pago máximo para una familia de cuatro miembros es de 3,400 dólares.
Charles Calvin, bombero voluntario de New Chicago, un suburbio del área urbana de Chicago (Illinois) ubicado en el estado contiguo de Indiana, es uno de los que ya recibió su cheque de estímulo, como pudo comprobar para su sorpresa al consultar en un cajero automático este fin de semana.
“Fui al ATM”, ha explicado a la emisora WGN9, “y después de sacar 200 dólares de mi cuenta miré el balance disponible que me quedaba”. Esperaba que su cheque federal ascendiera a 1,700 dólares. Pero en la cuenta tenía 8.2 millones.
Volvió a comprobarlo por si lo había soñado, pero el dinero seguía ahí, así que el lunes telefoneó a su banco. Para entonces, sin embargo, los millones ya habían desaparecido, aunque el cheque de 1,700 dólares sí estaba al fin ingresado.
“La verdad es que apesta”, aseguró a la citada emisora, “vas de ser millonario un segundo y vuelves a estar arruinado. Pero eh, una vez que eres pobre ya sólo puedes ir a mejor”.
