ARGENTINA:
Una semana después de los incidentes en Liniers, las fuerzas de seguridad temen una posible venganza, pese a que no está habilitado el ingreso de visitantes al estadio Mario Kempes.
En Córdoba hay mucha preocupación por una posible venganza de la barra de Talleres con los hinchas de Vélez, en el marco del partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Luego de los incidentes en el José Amalfitani, y pese a la prohibición de que simpatizantes del Fortín ingresen al estadio Mario Kempes, las fuerzas de seguridad temen que se generen fuertes cruces durante la previa.
Fuentes cercanas a Vélez aseguran, incluso, que unos cuatro mil hinchas del Fortín estarán presentes este miércoles en el estadio para presenciar el encuentro. Aunque no está abierta la venta para los que no sean simpatizantes de Talleres, aseguran que muchos intentarán ingresar de todos modos. Ante eso, un grupo de barras cordobeses planifica una venganza, tema del que ya se habla en las redes sociales.
Un total de 1600 personas estarán encargadas de la seguridad, confirmó el Diario Clarín. Más allá de que solo están habilitados los hinchas locales, saben que podría haber infiltrados y es por eso que robustecieron el operativo.
Hinchas de Vélez alardearon por Twitter con que ya tienen todo listo para ir a Córdoba. Un grupo de barras salió a amenazarlos y a decirles que los estarán buscando por la ciudad. Un situación tensa, que tendrá a todos preocupados, más allá de lo que pueda ocurrir en el trascendental partido de Libertadores.
El Ministerio de Seguridad de la provincia de Córdoba decidió prohibir que los hinchas de Vélez puedan asistir al partido revancha contra Talleres a jugarse el próximo miércoles en el estadio Mario Kempes por los cuartos de final de la Copa Libertadores.
La decisión del Comité de Seguridad Deportiva de la provincia se tomó un día después de los graves incidentes ocurridos en el estadio José Amalfitani de Liniers durante el partido de ida.
Qué fue lo que pasó la semana pasada en Liniers
Para el partido de ida, que se jugó la semana pasada, Vélez decidió no vender entradas para los hinchas visitantes, algo que -a diferencia de lo que ocurre en el torneo argentino- sí está permitido en torneos Conmebol, como es la Libertadores. De hecho, es una obligación: si no lo hacen, hay multas.
Pero el Fortín prefirió guardar los tickets para sus propios hinchas. Lo que no esperaban era que de todas maneras iban a ingresar simpatizantes de Talleres al estadio José Amalfitani y que iba a haber incidentes. Según Andrés Fassi, presidente de la “T”, había 350 personas de su club, todas ellas con entradas de protocolo entregadas por la dirigencia local.
La mayoría de los hinchas de Talleres se ubicaron en la platea Sur Alta y, por momentos, se animaron a alentar al equipo de Pedro Caixinha. En el segundo tiempo se registraron los incidentes: barras de Vélez, al enterarse de que había hinchas de Talleres en la platea, dejaron sus lugares y los fueron a buscar para golpearlos.
Fue un momento muy tenso, que preocupó incluso a los futbolistas, que llegaron a ver una parte de la pelea.