POR CLAUDIA ARANGO HOLGUÍN
Cuando Natalia Álvarez huele café o cualquier componente alto en cafeína le da taquicardia, es una persona intolerante a este componente.
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Si eso le pasa solo con olerlo su situación de salud podría complicarse si consume esta bebida o cualquiera que tenga ese elemento, como chocolate o té negro.
El caso lo trae a colación Ángela Franco Castro, líder de la Unidad de Promoción y Prevención de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Antioquia, para explicar que todos tenemos una tolerancia individual frente a ciertos alimentos y, por eso, cuando le digan que determinada fruta, planta, bebida o comida combatirá el cáncer, le ayudará a adelgazar o hará milagros en su cuerpo, debería dudarlo, porque “en realidad eso no es cierto”.
Andrés Zapata, máster en Nutrición Deportiva y Clínica, explica que en las ciencias de la salud hay una palabra, que aunque pueda sonar extraña, es muy común: respondedor. Y se usa para ejemplificar que una persona responde o no a cierto tipo o dosis de medicamentos o tratamientos, “y lo mismo pasa con la nutrición. Sabemos que hay ciertos alimentos ricos en omega 3 como el salmón y el pescado, pero habrá personas que los consuman y no vean los beneficios del omega 3 en su cuerpo, no responden a ese componente, y eso tiene que ver con la parte genética para interpretar bien o no los nutrientes. Todos somos diferentes, eso hace parte del factor de individualidad”.
La magíster en nutrición deportiva y docente de Nutrición y Dietética de la Universidad CES, Katherine Franco Hoyos, agrega que la alimentación tiene que ser adecuada y ahí vuelve a hablarse de lo individual, “porque un alimento puede ser adecuado para un hombre que hace actividad física pero no serlo para una mujer que está enembarazo y tiene una condición de salud, ambos necesitan nutrientes diferentes”.
Alimentos “prodigiosos”
Sobre las comidas o bebidas milagrosas de las que se habla en redes, internet o en el voz a voz, como el caso de la leche dorada a base de cúrcuma, el té matcha o frutas como el noni o la pitaya (ver recuadros), Zapata recuerda que en el tema alimenticio se concatena el contexto sociocultural, “entonces países como India y algunos asiáticos, culturalmente consideran sagrados los tés, por ejemplo, y eso llega hasta aquí, y pueden ser grandes alimentos pero en sí ninguno, por sí mismo, tiene la capacidad de sanar, es la sumatoria de muchas variables y cómo el ser humano las conjuga para lograr un efecto real”.
Ahí añade la nutricionista Franco Castro que es importante que la gente tenga claro que no hay ningún alimento por sí solo que sea adelgazante, por poner un ejemplo, o un único que tenga tantos antioxidantes que le ayude a prevenir daños en las células, “y entonces si la persona no hace ejercicio, fuma, toma licor, etcétera, no está haciendo nada, por más alimentos ricos en antioxidantes que coma”.
Por eso existe algo que se llama exposoma, Zapata lo explica como la sumatoria de factores genéticos, ambientales (como contaminación), el sueño, el ejercicio, la alimentación y hasta el manejo del estrés, que tienen un impacto en la salud. Cada persona tiene su propio exposoma y con eso se ilustra aún más lo complejo que es asegurar que un solo alimento sea capaz de brindar la solución definitiva a algo cuando el cuerpo y su buen funcionamiento dependen de tanto.
En resumen, la alimentación debe ser variada, equilibrada y balanceada “en proteínas, grasas y carbohidratos. Es relativamente fácil, pero en cuestión de frutas y verduras no se da en un día, para lograr el consumo de toda la diversidad de micronutrientes, antioxidantes y compuestos bioactivos que uno necesitaría, tendría que comer muchos tipos de estas en el transcurso de la semana, en un día no se pueden comer todas”, dice Zapata. Por eso un solo alimento no hace maravillas.
Los especialistas consultados seleccionaron estos alimentos de los que se habla por estos días, que algunos llaman “milagrosos”, y explicaron sus mitos y verdad.es
Algunos mitos y verdades sobre estos productos:
Té matcha
Explica Zapata que es rico en compuestos que comparte con otros té verdes como catequinas, flavonoides, “es superantioxidante, ayuda a mantener los picos de concentración mucho más alto ya que contiene el aminoácido L-Teanina. En exceso es laxante y diurético, y puede traer problemas gastrointestinales (diarreas). Cuando un paciente me dice que lo toma al desayuno, al almuerzo y a la comida, ya es una exageración”. Las dos nutricionistas afirman que consumir exageradamente cualquier té verde puede interferir en la absorción de otros nutrientes, “como el calcio y el hierro”, precisa Franco Hoyos.
Leche dorada
Mezcla de leche vegetal (usualmente de almendras), con cúrcuma y pimienta negra. Hay quienes añaden jengibre y canela. Sobre el componente principal, precisa Zapata, la cúrcuma tiene curcuminoides y curcumina. “Esta última, si uno busca estudios científicos, supuestamente ayuda a combatir el cáncer, el sobrepeso, la diabetes y tiene efectos positivos en enfermedades autoinmunes. Entre sus inconvenientes está la obligación de mezclarla con piperina (componente de la pimienta negra) “para mejorar su biodisponibilidad (ver Para saber más). Es poco soluble y ahora se busca cómo mezclarle algo para que se absorba mejor”.
Noni
Es un fruto amazónico, explica Zapata, que dicen tiene la propiedad de quitar el cáncer. “En realidad es un fruto más, con sus propiedades particulares e importantes, pero no tiene un papel curativo en sí”. Cuenta la nutricionista del CES, Katherine Franco Hoyos, que sí tiene compuestos bioactivos como flavonoides, pero los estudios que se han hecho en este tipo de alimentos han sido a baja escala, “ensayos clínicos con poca población y no es concluyente la evidencia científica como para recomendarlo en adultos y población general para tratamientos específicos en esta patología (cáncer)”.
Pitaya
Es una fruta que tiene captinas y betacianinas y que ayudan al sistema inmunológico. Aclara Zapata que no hay fruta sola que mejore el sistema inmune per se, “es el balance de nutrientes. Y es muy particular que esta fruta se haya vuelto popular. La remolacha tiene los mismos componentes y no le han dado tanto protagonismo”. Y añade Franco Hoyos que incluso la remolacha es de los vegetales que más se ha investigado pero no tiene tanta aceptación como la pitaya, de la que afirma sí es buena fuente de fibra, pero que esta fibra se encuentra en casi todas las frutas y verduras.
Yacón
Indica la nutricionista del CES que todo en exceso va a tener un efecto secundario y esto es muy claro con esta raíz de la que se debe controlar su consumo por su alto contenido de azúcar.
Detalla el especialista Zapata que precisamente se usa para hacer dulces para diabéticos por el tipo de azúcar que tiene, pero más que lo que consume de azúcar, una persona que sufra esta enfermedad debe medir la carga de carbohidratos que come. “Si se pasa de carbohidratos, por muy yacón que sea, se va a afectar la diabetes, hay que controlar muchas más variables”.
Maca
“Es una raíz y tiene compuestos que se llaman adaptógenos que son sustancias que mejoran el sistema cognitivo y modula los niveles de cortisol”, comenta Zapata. Franco Hoyos cuenta que contiene macéenos y macamidas, glucosinolatos, alcaloides, ácidos grasos y fitoesteroles, pero no hay suficiente evidencia para asegurar que sirva para la anemia, leucemia, depresión, osteoporosis y hasta VIH/SIDA, como han dicho. Zapata cuenta que le han dado propiedades afrodisiacas por su componente de arginina, que lo tiene la sandía, “pero la gente busca alimentos especiales para hablar de ese tema”.
Mangostino
Tiene unos compuestos que se llaman xantonas, “estos inhiben genes que hacen que se desarrolle cáncer. Sí tiene propiedades, pero no es la única opción. Vuelve y juega, si una persona no tiene acceso a comprar mangostino y come pera, granadilla o manzana, ¿está mal? Para nada, esas frutas también tienen sus componentes, lo que quiero decir es que no hay frutas exclusivas para algo”.
Para Franco Hoyos no se pueden glorificar estos alimentos como exclusivos para enfermedades como el cáncer, que es tan multifactorial, y que un solo alimento no va a prevenirlo.
Açai
Tiene muchos antioxidantes, “se le califica como superalimento, pero tampoco es milagroso. Es como cualquier otro”, puntualiza Zapata. Franco Hoyos agrega que sí es muy buena fuente de vitaminas y minerales, es un fruto amazónico y se le atribuye la prevención y manejo de algunos tipos de cáncer y enfermedades de tipo inflamatorio, “pero la conclusión es la misma que el mangostino, tiene sustancias importantes, pero no es que sea la solución o el único tratamiento para ello. En exceso tiene sustancias que son consideradas antinutrientes”.
La alimentación debe ser variada, balanceada y equilibrada y eso implica no creer que una sola fruta, verdura, bebida o comida hará milagros en su organismo. Especialistas lo explican.
CONTEXTO DE LA NOTICIA
PARA SABER MÁS
LA BIODISPONIBILIDAD Y LA BIOACTIVIDAD
Explica el nutricionista Andrés Zapata que los nutrientes se absorben y hay algo que pasa después en el organismo que se denomina biodisponibilidad y bioactividad. La biodisponibilidad de un nutriente es cuánto de lo que una persona consume realmente se absorbe, y bioactividad, cuánto de lo que se absorbió realmente llegó a un tejido o una célula del cuerpo y ejerció su acción.
En eso influye también cómo se cocinan los alimentos, tiempo y hasta con qué se mezclan. Por lo que concluye Zapata que la dieta tiene que ser balanceada e incluir de todo, un solo nutriente no tiene la solución. No se puede confundir, asegura el nutricionista, lo que es la prevención y el tratamiento. “Uno puede prevenir enfermedades sí, de acuerdo a lo que come, pero disminuir el dolor de un paciente con osteoastritis no se logrará con cúrcuma en polvo por sus bajos niveles de biodisponibilidad en esa presentación, por dar un ejemplo”.
