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Aeropuerto cerrado tiene en suspenso a taxistas

POR DANIELA OSORIO ZULUAGA

La reja del centro de acopio en San Diego duró ocho años sin cerrarse nunca.

TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/

El Colombiano

Permaneció abierta en todas las fechas especiales, como Navidad y Año Nuevo.

Las 24 horas del día y los siete días de la semana, los taxis colectivos con dirección al Aeropuerto Internacional José María Córdova (JMC) esperaban pacientes, mientras nacionales y extranjeros solicitaban el servicio que los haría llegar a tiempo a sus vuelos.

Quizá por eso, aquel 17 de marzo en que los conductores se vieron obligados a frenar por el coronavirus, la sensación fue tan desconsoladora.

Frenar labores
Hernán López ni siquiera recuerda cómo se veía el lugar estando cerrado. Como él, unos 270 conductores dedicados a movilizar personas hacia y desde el JMC quedaron desempleados en época de cuarentena, no solo porque hay muchas menos personas en la calle, que es el problema al que se enfrentan todos los taxistas del país, sino porque su público objetivo, los viajeros, ya no entran ni salen de terminal aéreo desde que el presidente Iván Duque decretó la suspensión de los vuelos comerciales desde el pasado 21 de marzo.
Los conductores están distribuidos en cuatro empresas, tres en el Oriente antioqueño, registradas con los nombres de Transportes Unidos de La Ceja, Flota Córdova y Rápido Medellín Rionegro; y una ubicada en Medellín bajo el nombre de Aerotaxi, Así lo explicó Marcelo Valdés, gerente de la Asociación de Conductores del Oriente Antioqueño.

Valdés narró que, pese a que la mayoría de conductores están autorizados para hacer viajes dentro del Oriente, dependen en más de un 95% de los ingresos que se producen por lo viajes del aeropuerto, pues los usuarios prefieren usar los taxis tradicionales, porque tienen un valor menor, y las carreras de este tipo son casi nulas.

Esto ha llevado a que el sector de los taxis “raya azul”, como son llamados por su diseño, entren en una recesión económica, como otros sectores paralizados por la pandemia. Iván Agudelo, administrador de TaxiVan, una empresa que agremia 70 taxis de este tipo, alerta sobre la difícil situación por la que están pasando todos los que se dedican a este oficio, pues “tanto los conductores como los dueños de los taxis dependían de los ingresos diarios para mantenerse a ellos mismos y a sus familias”.

Cabe aclarar que Agudelo no es su contratador directo. Son las empresas mencionadas anteriormente las que se encargan de los pagos de la seguridad social. Sin embargo, conoce la situación de la mayoría de sus afiliados.

“Les pagaron hasta el mes de abril todos los gastos de seguridad social, pero para mayo no hubo. Y yo los entiendo, no hay manera de lidiar con esta situación, no hay dinero y no hay de donde sacarlo tampoco”, declaró.

Rodar de nuevo
Hernán es padre de dos hijos, cuenta que este tiempo le ha servido para afianzar más su relación con la familia y que han recibido algunas ayudas.

Como habitante de Medellín, fue beneficiado con un subsidio de $100.000 y dos mercados del Programa de Alimentación Escolar del Ministerio de Educación; no obstante, reconoce que muchos de sus compañeros no han contado con la misma suerte, por lo que la mayoría espera regresar al volante cuando antes.

Parece aún lejano que las operaciones del JMC vuelvan a la normalidad para que todos ellos recuperen su trabajo. El Gobierno Nacional anunció que los vuelos comerciales seguirán inactivos, por lo menos hasta el 30 de este mes.

Sumado a eso, varias fuerzas políticas siguen oponiéndose a la reapertura de los aeropuertos, pues insisten en que estos se convierten en un foco importante de contagio.

Por ejemplo, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ha dicho que es importante mantener el cierre del terminal aéreo ElDorado, pues los seguimientos de los casos determinaron que por esta vía llegó el virus. Incluso, los mismos mandatarios de los 23 municipios del Oriente antioqueño, antes de que se decretara el aislamiento, enviaron una carta exigiendo que el terminal cerrara sus puertas.

En eso concuerda Hernán, a pesar de verse afectado por la situación. “Yo sé que todo esto es difícil y que da mucha tristeza e incertidumbre saber que los carros están quietos, pero todo esto lo estamos haciendo por la salud, que es lo más importante. De la situación económica salimos, buscamos soluciones y volvemos a trabajar, pero de la muerte no nos saca nadie, de ahí no hay vuelta atrás. Por eso yo estoy de acuerdo con que el JMC siga cerrado hasta que sea necesario. No podemos perder todo lo que hemos logrado hasta ahora”, concluye .

CONTEXTO DE LA NOTICIA

¿QUÉ SIGUE?

OTROS TRABAJOS AFECTADOS

Al estar parados, los taxis dejan sin empleo otras personas que giran en torno a este negocio. Desde los que se paraban en las puertas del aeropuerto para buscar pasajeros, hasta los encargados de lavar y hacer mantenimiento a los vehículos se han visto afectados. Iván Agudelo, administrador de la empresa de transporte TaxiVan, por ejemplo, tiene contratados a 14 empleados que se encargaban del mantenimiento y la administración de dichos taxis. Por ahora, él ha podido mantener los gastos de seguridad social para ellos, pero dice no poder aguantar mucho más.

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