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A cuatro conductores de plataforma los asesinaron en el último mes en el norte del Valle de Aburrá

FOTO: CORTESÍA

Por Santiago Olivares Tobón

Un factor común de estos casos es que las víctimas habrían tomado servicios
en Bello y después desaparecieron. A todos ellos les hurtaron sus vehículos.

TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/

Archivo:ElColombiano.svg - Wikipedia, la enciclopedia libre

Las medidas de seguridad de aplicaciones como Uber, InDriver o Didi se han quedado cortas para garantizar la protección de sus conductores. Al menos eso es que lo sugieren los hechos ocurridos en las últimas semanas en los que cuatro conductores de plataforma fueron asesinados después de aceptar servicios en Bello.

Las muertes de estos cuatro conductores se registraron entre el 27 de noviembre y el 29 de diciembre, cuando estas personas, con la idea de generar ingresos a través de estas plataformas, tomaron servicios con personas que los condujeron hasta parajes descampados para posteriormente atacarlos y llevarse sus vehículos.

La tragedia más reciente fue la de John Jairo Gómez Gómez, de 53 años, quien el pasado 29 de diciembre salió a trabajar en los alrededores del Centro Comercial Parque Fabricato, en Bello. Al menos así se lo manifestó a su esposa.

“Me dijo que iba a estar en ese sector, que se le había reportado una muchacha para hacer una carrera, que después hablábamos”, manifestó la pareja de este conductor de plataforma sobre la última conversación que sostuvieron, en la tarde de ese viernes.

A partir de ahí se perdió cualquier rastro y pese a las llamadas que se le hicieron, no respondió, por lo que se comenzaron a preocupar y alertaron de lo ocurrido a las autoridades.

Mientras los familiares de John Jairo estaban angustiados, las autoridades recibieron la información de que en la vereda El Llano, corregimiento San Cristóbal, de Medellín, habían encontrado el cadáver de un hombre que lanzaron desde un carro particular.

Inicialmente el cuerpo quedó sin identificar, pero luego de las labores forenses las autoridades pudieron establecer que se trataba de John Jairo, quien era padre de una hija de 16 años y quien residía en el municipio de Bello. Del vehículo se perdió todo rastro.

Historias similares se registraron en las otras tres muertes de conductores.

Tal fue el caso de Yeimer Julián Muñoz Ospina, de 26 años, quien estaba trabajando el pasado 27 de noviembre cuando después de tomar un servicio, según las versiones, en un sector de Bello, no se supo nada más de él hasta el 30 de noviembre, cuando las autoridades encontraron su cadáver en la Loma de los Ochoa, en Girardota.

Dos semanas después se presentó el crimen de John Jairo Pérez Monsalve, de 53 años, a quien tres hombres le solicitaron un servicio mediante aplicación en Bello y lo llevaron hasta la vereda La Pradera, de Donmatías, zona limítrofe con Barbosa, y después de matarlo, se llevaron el vehículo, que horas después las autoridades recuperaron en Remedios. En este procedimiento, las autoridades capturaron a tres personas.

La cuarta víctima de esta racha fue Resembrik Serna Duque, de 48 años, a quien apuñalaron en la vereda La Matica por robarle el vehículo en el que trabajaba como conductor de aplicación. El hombre fue llevado hasta este punto donde los criminales le propinaron tres heridas en el pecho y los brazos para posteriormente dejarlo abandonado sobre la vía, mientras ellos escapaban en su automotor.

No todas son seguras

César Cano, quien agremia a una decena de conductores de plataforma, aseguró que hay algunas aplicaciones que son más seguras que otras, tanto para los conductores como para los mismos usuarios.

“Tenemos algunas como Uber que son muy rigurosas a la hora de que un usuario solicite el servicio, porque llegan a pedir hasta que se adjunte la cédula, pero hay otras en las que cualquier persona puede descargarla e ingresar cualquier dato, y como el pago es en efectivo, realmente se puede montar cualquier persona y ahí es cuando los delincuentes aprovechan”, explicó.

EL COLOMBIANO revisó las medidas de seguridad de las principales aplicaciones de transporte y encontró en el caso de Uber y de Didi que en ambas solicitan tanto el chequeo de antecedentes del conductor como del usuario de estas plataformas, principalmente cuando son nuevos. Además solicitan contactos de confianza para cualquier eventualidad.

InDriver, por su parte, señaló que tiene medidas de inteligencia artificial para evaluar si quien maneja el carro o utiliza el servicio es quien dice ser, además de hacer la revisión respectiva de los datos. Recientemente implementaron medidas para que no quede registro telefónico de quienes hacen uso de estas aplicaciones en los teléfonos de los conductores y viceversa.

 

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