Las familias están albergadas en una escuela de la cabecera municipal.
Tras una semana de desplazamientos, todos los habitantes del corregimiento La Esperanza, ubicado a una hora y media del casco urbano de Tarazá, Bajo Cauca, abandonaron la zona por amenazas de los grupos armados ilegales.
El secretario de Gobierno, Deyvinson Montero Arroyo, confirmó que ese territorio quedó solo, sin sus habitantes, quienes huyeron por temor a quedar en medio del fuego cruzado.
Pese a la presencia de la fuerza pública en la zona, los desplazados consideran que todavía no hay garantías para retornar.
«La comunidad abandonó la zona en tres desplazamientos, en un primer momento salieron 23 núcleos familiares, después cuatro familias más, incluyendo al presidente de la Junta de Acción Comunal, (JAC), así fueron llegando las familias al casco urbano. Ya la comunidad quedó sin habitantes, quedó sola totalmente».
Muchas de las víctimas son niños y adultos mayores. Algunos han preferido ir a municipios del sur de Córdoba y autoalbergarse en casas de amigos. Hace una semana, fueron asesinados una líder social y dos gemelos de 17 años, quienes además fueron torturados, lo que aumentó el temor de la comunidad.
Ayudas Unidad de Víctimas
Colchonetas, cobijas, juegos de cama, toallas, implementos de cocina y de bioseguridad, recibieron las 108 personas desplazadas del corregimiento La Esperanza.
El director de la Unidad de Víctimas en Antioquia, Wilson Córdoba Mena, dijo que activaron las rutas de atención y asistencia humanitaria con las administraciones municipales para hacer la entrega de las ayudas a las víctimas de la violencia, en su mayoría niños, adultos mayores y mujeres en embarazo.
Este año, la Unidad de Víctimas en Antioquia ha atendido seis desplazamientos masivos en los municipios de Cáceres, Tarazá, Ituango y Urrao, en los que se vieron afectadas 670 familias, correspondientes a 2 mil 32 personas.