JUAN SEBASTIÁN RAMOS
Pensionados reportan problemática con la calidad de la atención de una IPS en Cartagena. La prestadora de servicios de salud se pronuncia.
Pensionarse en Colombia tiene beneficios como el acceso a servicios de salud a través del régimen subsidiado, que ofrece una amplia cobertura de servicios médicos y hospitalarios. No obstante, un grupo de pensionados en Cartagena atraviesa un drama en estos momentos.
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Aproximadamente 4.500 usuarios pensionados de Colpuertos se encontraban afiliados con la Clínica General del Norte durante 30 años. No obstante, en la más reciente licitación esta no participó y este 30 de mayo se terminó el contrato con el Fondo de Pasivo Social de Ferrocarriles. Los pensionados fueron notificados por Colpuertos, les indicaron que ahora serían atendidos en la Clínica El Bosque, ubicada en las antiguas instalaciones de la Clínica San Juan de Dios; justo desde este momento han comenzado los problemas para muchos.
“Desde el 1 de junio que nos pasaron a esta nueva IPS, la cual arrendó en la Clínica El Bosque para atendernos, estamos sufriendo por las condiciones en las que ahí se trabaja. Tienen pocos médicos y un calor que hace ahí dentro. A parte de eso no nos dan las citas y los medicamentos. Es una cuestión que se está saliendo de control, porque la justificación que nos dan es que apenas están haciendo empalmes y no tienen al personal suficiente para atendernos. Nosotros llamamos y nos apagan los teléfonos, hay señores de edad que necesitan exámenes médicos y chequeos y todo está en pausa no sabemos hasta cuando. Nadie se pronuncia ni dice nada”, contó Jorge Yepes, uno de los pensionados a El Universal.
También agregó: ““No están teniendo en cuenta que todos somos personas enfermas, la mayoría personas de muchas edades. No hay quien resuelva un bendito problema. El auditor no resuelve nada, no hay una atención como debe ser en urgencias. Esta situación está bastante delicada con la salud de los pensionados, porque se están descompensando por la falta de oportunidad en el servicio, ya no tienen medicamentos, no hay quien transcriba los medicamentos, no tenemos los especialistas, no tenemos medicinas general, no tenemos oftalmología, ni dermatólogos, no tenemos nefrólogo, no y tampoco endocrinóloga”.
Otra de las quejas que más expresan los usuarios es el cobro del parqueo en las instalaciones. “Si se supone que ellos alquilaron las instalaciones de la Clínica El Bosque, cómo es posible que afuera nos digan que uno tiene que pagar dos mil pesos por cada hora de parqueo, sabiendo ellos que uno tiene que hacer largas filas para esperar una cita. Es completamente absurdo”.
El Universal contactó a la Personería Distrital de Cartagena para obtener información al respecto. “Estos casos son el pan de cada día, tenemos demasiadas quejas ya. Aquí tenemos un grupo de abogados que atiende gratis, y nos encargamos de solucionar algunos de los problemas de estos pensionados. Nosotros tenemos enlace con todas las EPS de Cartagena para resolver estas cuestiones, pero no hemos tenido respuesta de la Clínica El Bosque. Ya enviamos a contratistas para que den una cita y aún estamos a esperar”, contó Vismaira Madrid, personera delegada derechos humanos en Cartagena.
La situación finalmente fue puesta en conocimiento del Dadis, quienes en conversación con el coordinador médico de Cosmitet logró obtener una respuesta. “Saludos a todos nuestros usuarios de fondo pasivo y puertos, este es un mensaje de bienvenida teniendo en cuenta que somos el nuevo proveedor logístico para la prestación de servicios de salud. Todos los empalmes y todos los inicios son traumáticos en su comienzo, como tal esta no ha sido la excepción. Hemos tenido una serie de inconvenientes en cuanto a la entrega de los pacientes y en cuanto al conocimiento de las patologías crónicas, pero no hemos permitido que nos genere una barrera en la prestación del servicio. Es importante aclarar que en la formulación médica de nuestros pacientes podemos dar continuidad con medicamentos a corto plazo en este momento, con la intención de poder empezar a implementar un modelo de atención de medicina familiar y medicina general en donde el paciente es el centro de atención de nuestro grupo de trabajo”, puntualizó el médico Pablo cañón Barreras.