Jacobo Betancur Peláez
Pese a los bajos niveles, EPM dice que la operación de las hidroeléctricas y el acueducto se mantiene con normalidad.
Los embates del fenómeno de El Niño se están sintiendo con fuerza en todos los embalses del departamento, que de acuerdo con las cifras de XM, empresa encargada de operar el sistema interconectado nacional, llegó al 41,22% durante el pasado viernes 8 de marzo.
Esta cifra es la tercera más baja del país, solamente superada por la situación de Valle, con un promedio de 41,05%, y la región Oriente, que alcanzó un nivel promedio del 21,67%.
A pesar de este panorama, desde Empresas Públicas de Medellín (EPM) se asegura que el servicio de energía al igual que el de acueducto (este último por fuera de las cifras de XM) está garantizado y podrá esperar a la llegada de la temporada de lluvias. Y es que según las previsiones entregadas a comienzos de marzo de este año por el Ideam, se prevé que durante las próximas semanas arranque una transición que traerá consigo un incremento progresivo en las precipitaciones, para que en los meses de abril y mayo se deje atrás el tiempo seco.
En el caso de los embalses empleados para la generación de energía, el reporte de XM daba cuenta que la situación más crítica la atravesaban embalses como Ituango, con un nivel útil del 8,7%; Punchiná, con 24,7%; Riogrande, con 26,79%; y Miraflores, con un 30,85%.
A pesar de esos niveles, Carlos Orduz Aguilar, vicepresidente de Generación de Energía de EPM, señala que si bien los promedios son bajos, el sistema energético del país ha logrado alejarse del fantasma del racionamiento gracias al encendido de las térmicas y un uso eficiente del agua embalsada.
Por ejemplo en el caso del embalse de El Peñol, que según sostiene Orduz es el de mayor importancia para EPM, el pasado viernes estaba en un 46,4%, un nivel por encima de los escenarios más adversos que se contemplaban a finales del año pasado.
“Peñol es el embalse más importante para nosotros, porque tiene una gran capacidad y es como la batería más importante para EPM. Su nivel actual está levemente por encima de lo que preveíamos hace unos meses en nuestra planeación”, dice Orduz, señalando que desde esas primeras alertas empezó a “dosificarse” el agua contenida en los embalses, precisamente buscando evitar que se quedaran vacíos para esta época. “Esto es como cuando uno tiene un celular y ya le queda el 30% de la batería y sabe que se demora unas horas para llegar, entonces usted comienza a dosificar, eso hemos hecho con los embalses en los últimos meses, reservarlos e irlos utilizando poco a poco para atender las necesidades del país”, explica.
En el caso del embalse de Ituango, que mantiene el nivel más bajo del departamento, Orduz señaló que el mismo también ha logrado operar con normalidad, dado que la central de Hidroituango fue diseñada para operar con bajos niveles de embalsamiento y tener suficiente con lo que le aporta el río Cauca.
Con base en ese contexto, Orduz insistió en que no se prevén afectaciones ni en la generación ni en el suministro de energía.
Entre tanto, por el lado del servicio de acueducto, Santiago Ochoa Posada, vicepresidente de Agua y Saneamiento, informó que el embalse de La Fe se mantenía en un nivel del 70%, Riogrande II con un nivel del 47% y Piedras Blancas con un nivel del 60% para el pasado viernes 8 de marzo, todos ellos dando cuenta de una baja probabilidad de interrupciones en el servicio de acueducto hasta que regresen las lluvias. En medio de este panorama, la única zona en la que sí se mantenía incertidumbre de cara a la prestación del servicio era parte del occidente de Medellín que se alimenta de la Planta de San Cristóbal, por lo que la empresa insistió en hacer un uso racional del servicio.