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Reapertura del servicio de cirugía obstétrica en Manrique mitiga crisis de servicios de maternidad en Medellín

Seis meses estuvo el servicio suspendido por parte de la Seccional de Antioquia.

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Los servicios de cirugía ginecobstetra en la Unidad Hospitalaria de Manrique fueron nuevamente habilitados este 13 de julio, después de permanecer suspendidos durante seis meses por parte de la Seccional de Salud de Antioquia.

La decisión de rehabilitar nuevamente este servicio se tomó luego de que la Seccional verificara que Metrosalud subsanó gran parte de los requerimientos que motivaron el cierre, como falta de personal y equipos inadecuados para una prestación del servicio digna a las maternas del régimen subsidiado. Metrosalud y la Seccional reiteraron que en los últimos seis meses el personal administrativo y sanitario adelantaron las correcciones necesarias de la mano de los auditores para garantizar la dotación de equipos, medicamentos e insumos necesarios.

Metrosalud también tuvo que ajustar las guías y los protocolos de atención para cirugía ginecobstetra para acercarse a las exigencias de parto digno que establece la Corte Constitucional.

“Esto nos llevó a trabajar en la consecución de equipos biomédicos, insumos y dispositivos, que nos permitan una atención segura al binomio madre e hijo, tratando de descongestionar los servicios de salud de Medellín”, aseguró Natalia Hernández, jefe de Enfermería de la UH de Manrique.

El cierre del ala de ginecobstetricia en la Unidad de Manrique aceleró la crisis que atraviesa Medellín actualmente por falta de camas para la atención materno-infantil. Y es que al cierre en la Unidad de Manrique se sumó en los últimos meses el cierre del servicio de maternidad de la Clínica del Rosario anunció que desde el 30 de junio y la saturación de los servicios de parto de hospitales como el San Vicente y la Clínica de las Américas Auna.

Tal como lo informó EL COLOMBIANO el pasado 13 de junio, el déficit de camas en la capital antioqueña ha tocado umbrales críticos. En la última década desaparecieron más de 200 camas de obstetricia. En total, la cifra de camas para servicios materno infantiles (cuidados básicos, intensivos, intermedios, entre otras) es inferior a 2.500, según las estimaciones del sector salud. Una cifra bastante inferior para atender los más de 27.000 nacimientos que tiene Medellín cada año.

La raíz del problema, según apunta el Sindicato Nacional de Ginecología y Obstetricia –Sogos–, es la lógica de la rentabilidad, en la cual se reducen los incentivos para que los prestadores de salud conserven los servicios materno infantiles, por lo cual se vean obligados a operar a pérdida y en consecuencia eligen cerrar estos servicios.

De manera que el retorno del servicio en la Unidad de Manrique ayuda a mitigar la crisis, toda vez que entre 2020 y 2022 se atendieron 15.234 partos, el 19 por ciento de ellos por cesárea, lo que equivale a 2.958 mujeres que necesitaron de cirugía obstétrica.

El lunar de la noticia lo puso el alcalde Daniel Quintero, quien decidió politizar este asunto coyuntural de salud pública en la ciudad y asegurar, de manera falaz, que “ante la crisis de IPS privadas cerrando servicios materno perinatales, hoy Metrosalud reafirma su compromiso con toda la población gestante de la ciudad aperturando el servicio de cirugía ginecología en la UH de Manrique”.

Es necesario aclarar que la crisis en los servicios materno-infantiles en Medellín es responsabilidad tanto del sector público como privado. De hecho, la Unidad en Manrique no es la única en problemas, también la de Belén y San Javier. También es importante señalar, tal como lo aclaró el concejal Daniel Duque, que de las 10 IPS con servicio perinatal, siete de estas pertenecen a privados.

Más allá del interés de Quintero de polemizar nuevamente con el sector privado, es fundamental que el sistema de salud de la ciudad se estabilice y garantice una atención digna a la materna y su bebé, lo que en este momento no está ocurriendo.

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