Santiago Olivares Tobón
En dos días mataron a cinco hombres en Andes y Jardín, situación que despertó la alerta de las autoridades en la única subregión en la que aumentan los asesinatos.
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Mientras en el Valle de Aburrá se vive la calma porque se ha presentado un homicidio en toda la semana, en el Suroeste el tema de seguridad está candente, ya que en cuestión de 24 horas se han registrado cinco asesinatos en Andes y en una localidad cercana a este municipio, pero que pertenece a Jardín. Disputas por el microtráfico en medio de la cosecha cafetera sería el origen de una racha violenta.
Entre las 4:10 p.m. del martes y las 4:15 p.m. del miércoles se presentaron estos hechos violentos, que estarían vinculando a una estructura llamada La Oficina de Andes que, de acuerdo con fuentes de inteligencia, estaría alineada a La Terraza, de Medellín.
De hecho, desde la Policía Antioquia se le atribuye la responsabilidad a Michael Humberto Pérez Cadavid, alias El Gato, quien sería el máximo cabecilla de esta organización criminal, la cual tendría una división interna entre dos de sus subestructuras.
Por un lado, se encuentra la banda Los Changreros, que tenía entre uno de sus hombres más importante, según las autoridades, a Wilder Osvaldo Castaño Restrepo, alias Pelusa, una de las víctimas de esta racha violenta y quien fue asesinado a las 2:52 p.m. del miércoles en el sector El Bosque, zona urbana de Andes, luego de que lo citaran y llegaran dos hombres en moto para asesinarlo.
Por el otro estaría alias Didier, quien pertenecería a la banda Los Pelipintados, situación que habría llevado a una confrontación interna y que ha hecho que las cifras de asesinatos en Andes y sus poblaciones cercanas vayan en aumento.
A partir de este conflicto, se presentaron el martes los homicidios de David Alejandro Gómez López, 30 años, alias Cuchi, en la vereda San Bartolo, de Andes, y Elber Augusto Osorio Sepúlveda, 33 años, alias Dino, en la vereda Verdún, de Jardín, ubicada a 20 minutos de la centralidad de Andes.
El miércoles se produjo la muerte de Pelusa y un doble homicidio de dos jóvenes provenientes del municipio de La Estrella y quienes fueron identificados como Alejandro Gaviria Carvajal, de 20 años, y Julián David Rendón Montoya, 18.
La situación en octubre es aún más preocupante porque solo en Andes se han presentado seis asesinatos, por lo que el alcalde de la localidad, Carlos Alberto Osorio, y el subcomandante de la Policía Antioquia, coronel José Francisco Peña, empezaron a implementar las estrategias de seguridad en esta localidad.
Una de las más relevantes es la de ofrecer una recompensa de hasta $70 millones por alias El Gato y por los demás implicados dentro de esta disputa que ha hecho que las cifras superen las estadísticas del año pasado.
Según la Policía Antioquia, este año se han registrado 25 asesinatos contra 21 que iban en 2022. Igual ocurre en el vecino Jardín, que pasó de cuatro casos el año pasado a cinco para este.
De hecho, la Gobernación de Antioquia ha señalado que este año la única subregión que registra incremento de asesinatos es el Suroeste, que pasó de 160 casos el año pasado a 168 en este 2023.
Tres personas fueron asesinadas en una vereda del municipio de Abejorral, Oriente antioqueño, luego de que hombres armados les dispararan en múltiples oportunidades, acabando con su vida.
Los hechos se registraron sobre las 8:00 de la noche del miércoles en el sector El Mango, de la vereda Santa Ana, en un camino cercano a la vía que conecta a este municipio con Santa Bárbara, que pertenece al Suroeste antioqueño.
Según los testigos, estas tres personas se desplazaban desde una finca hacia la terminal de la vereda Santa Ana para tomar el bus escalera que los llevara a la zona urbana de Abejorral. En ese momento fueron atacados con fusiles, provocándoles la muerte en el camino, en frente de un niño de dos años.
Uno de los fallecidos fue Cristian Rufino Zuluaga Soto, padre del menor en cuestión. También murieron su esposa, Leidy Johana Cardona Hurtado y Abelardo Antonio Cortés Ríos, de 32 años.
Las primeras hipótesis sobre este crimen estarían relacionados con un inconveniente de linderos que vincularían a la finca que era propiedad de Rufino y Leidy Johana. Con este hecho ya son siete masacres este año en Antioquia.