PUERTO RICO:
Tras la flexibilización de los controles contra el virus, la tasa de positividad aumentó 5.35%, y hace dos semanas se ubicaba en 3.62%, según datos del Departamento de Salud.
Ante el aumento consistente en la tasa de positividad de COVID-19 en la isla, científicos y salubristas urgieron este jueves a reforzar las medidas preventivas, como el uso de mascarillas y la vacunación, para evitar encarar nuevamente un repunte de la enfermedad.
La tasa de positividad estaba ayer, miércoles, en 5.35%, mientras que hace apenas dos semanas se ubicaba en 3.62%, según datos del Departamento de Salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no sea mayor de 5%, mientras que expertos en la isla recomiendan un 3%.
Esta situación coincide con la flexibilización de la mayoría de las medidas que el gobierno había impuesto para el control del virus en la isla, que entraron en efecto el 10 de marzo.
“Estamos viendo un aumento, en las últimas semanas, en Puerto Rico, y eso podría convertirse en un repunte si no actuamos”, advirtió la doctora Mónica Feliú Mójer, portavoz de Ciencia Puerto Rico.
Además de la flexibilización en el uso de mascarillas y otras medidas de control, la científica advirtió que, en la isla, no hay suficientes personas con el refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 o la tercera dosis de esta sustancia. Esto, recalcó, es un peligro, ya que estudios han demostrado que la efectividad de esa vacuna disminuye con el tiempo, particularmente a los cinco o seis meses.
“En Europa y Asia, hay repuntes (del virus). Esto lo hemos visto antes. Se flexibiliza, y surge un nuevo repunte. Lo que vemos en Europa suele suceder en varias semanas en América. La pregunta es, ¿qué se está haciendo a nivel gubernamental antes que eso se convierta en un repunte?”, cuestionó.
Según Feliú Mójer, esperar que las hospitalizaciones suban para tomar acción sería demasiado tarde. Recordó que el sublinaje de ómicron (BA.2) que está circulando y causando brotes en Europa es más contagioso que la variante que causó un repunte en la isla entre diciembre y enero.
El Nuevo Día supo que, en Puerto Rico, se han confirmado 17 casos del sublinaje de ómicron AB.2.
El número de hospitalizaciones por COVID-19 en Puerto Rico se ubicó en 55, lo que supone un aumento de 10 pacientes en 24 horas, de acuerdo con los datos provistos por el Departamento de Salud este jueves. En específico, se reportaron 42 adultos recluidos en instalaciones médicas y 13 pacientes pediátricos. Una persona falleció.
Mientras, el promedio de casos confirmados –en un periodo de siete días– ascendió a 64, y el de casos probables, a 108.
“Mi exhortación a las personas es que continúen usando mascarillas en espacios interiores porque, además de la vacunación, la mascarilla permite llevar una vida relativamente normal”, enfatizó.
La portavoz de Ciencia Puerto Rico alertó también que la cercanía de la Semana Santa anticipa la posibilidad de que los casos aumenten más.
El doctor Marcos López Casillas, gerente de investigación del Fideicomiso de Salud Pública, coincidió en que el aumento en la tasa de positividad ha sido constante las últimas semanas. En términos de edad, indicó que la positividad es mayor de 5% en menores de cero a 19 años, además del renglón de 20 a 39 años y los mayores de 75 años.
Entre los pueblos con tasas más altas, mencionó a Ponce, Orocovis, Guaynabo y Morovis, además de Corozal, Coamo, Lajas, Guayanilla, Quebradillas, Hormigueros y Barceloneta.
“Hay mucha gente haciéndose la prueba de antígeno”, dijo, al comentar que diariamente unas 8,000 personas se hacen esa prueba, y otras 3,000 se realizan la molecular (PCR).
“Las hospitalizaciones no están subiendo todavía, y los fallecimientos han bajado. Mientras (esto no cambie), vamos a tratar de reforzar el uso de mascarillas y la vacunación”, sostuvo.
Planteó que muchas personas se administraron el refuerzo de la vacuna hace cinco meses o más, por lo cual su efectividad ha bajado y los pone en mayor riesgo de contagio.
Por su parte, el doctor Ricardo Fontanet comentó que ha detectado muchos pacientes con síntomas respiratorios propios de la época. “Hay mucho catarro común, influenza A y otros cuadros, como vómitos y diarreas no asociados al COVID”, indicó el pediatra.
Sobre los casos de COVID-19, dijo, no ha notado un aumento, y los que ha detectado han presentado síntomas leves.
