Le contamos las razones que dio la institución educativa. Hay críticas desde organizaciones que protegen los derechos de niños, niñas y adolescentes.
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Sorpresa y polémica causó el regreso a clases en el Colegio Londres, de carácter privado y ubicado en Sabaneta, en el sur del Valle de Aburrá, porque incluyó la presencia de varios policías y una tanqueta del Esmad desde la que salió humo de colores y a la que, incluso, dejaron subir a algunos estudiantes.
En videos y fotografías se puede ver cómo los alumnos interactuaron con la tanqueta y los uniformados. El coordinador general del colegio, Pedro Pablo Gómez, explicó que la actividad fue planeada con la Policía de Infancia y Adolescencia y que fue acompañada por el Esmad, todo con fines “pedagógicos y como actividad de sensibilización”.
La iniciativa, agregó el directivo, también fue conocida con antelación por los padres de familia de los estudiantes del grado once, cuyo ingreso fue especial, porque son los más grandes del colegio este año. Por eso, a ellos los dejaron montarse a la tanqueta para subir una pendiente que tiene el colegio.
No obstante, las buenas intenciones de la actividad no la salvaron de las críticas desde organizaciones y entidades que protegen los derechos de la infancia. Por ejemplo, Ximena Norato, de la Agencia Pandi, indicó que los espacios educativos deben blindarse de este tipo de actividades, en especial cuando incluyen equipamientos que son usados en contextos violentos.
En un mismo sentido opinó Felipe Cortés, director de Incidencia y Comunicaciones de Save the Children, quien manifestó que la iniciativa va en contravía de la adhesión de Colombia, en noviembre del año pasado, a la Declaración sobre Escuelas Seguras, que busca proteger a los estudiantes, maestros y escuelas en contextos de conflicto armado.
Cortés explicó que este acuerdo implica el compromiso de prevenir cualquier tipo de influencia o ataque que puedan sufrir los niños, niñas y adolescentes en los colegios por parte de cualquier actor armado, incluyendo el mismo Estado.
“Dentro de la declaración está la prohibición de las acciones cívico militares, actividades que promocione cualquier tipo de grupo armado, el Ejército o la Policía, porque es algo que puede poner en riesgo a los niños, pues, inclusive, pueden ser objeto de retaliaciones. Las escuelas son para que los niños estudien, no para que se monten en tanquetas del Esmad ni para que la fuerza pública les cuente cosas”, señaló el director.
Otros detalles de la actividad
Según Gómez, en el Colegio Londres, los uniformados también les contaron a los menores de edad cuáles son las funciones del Esmad, les dieron una charla sobre sana convivencia, la importancia de no generar violencia en las instituciones educativas, de cumplir las normas y respetar, así como los canales existentes para reportar cualquier situación que los haga sentir en riesgo o peligro.
Cada grupo de la institución educativa, hay uno por grado con no más de 20 estudiantes, pudo ir a conocer cómo es la tanqueta por dentro, indicó Gómez, quien precisó que no hubo armas en el vehículo.
Además, hubo bailes y juegos con los más pequeños. “Esta era una actividad pedagógica y humana, los estudiantes pudieron ver la parte humana de la policía, no de una forma despersonalizada”, sostuvo el coordinador, quien resaltó que esta iniciativa forma parte de la estrategia del Gobierno Nacional para acercar a la policía y la ciudadanía y generar confianza.
Al respecto, Cortés opinó que entienden que la finalidad de las acciones cívico-militares es generar confianza de las comunidades en la fuerza pública, pero que ello tiene un límite cuando se trata de colegios, pues en estos lugares es una actividad prohibida. Por ello, el experto manifestó que es importante que el Gobierno Nacional revise esa situación en todo el país.
Hasta el momento, aseguró el coordinador Gómez, no han recibido quejas ni requerimientos por parte de la institucionalidad y resaltó que la actividad se planeó con la Policía de Infancia y Adolescencia.
