En pleno Barrio Antioquia, en Guayabal, están terminando la obra, que ya presenta un retraso de un año y que, según expertos, no erradicará el microtráfico, pero servirá para atacar la delincuencia común.
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Casi terminada, dicen los trabajadores que en un 90%, se encuentra la estación de policía que promete ser una de las mejor dotadas del Valle de Aburrá y que construyeron justo en el Barrio Antioquia, la plaza de vicio más grande de Medellín, en la comuna 15, Guayabal.
Al lugar, que cuenta con unos 4.000 metros cuadrados según datos de la Alcaldía de Medellín, le faltan detalles menores, por lo cual se espera que en las próximas semanas sea entregada, tras un año de retraso, pues la meta era terminarla aproximadamente en marzo de 2022, según la promesa hecha por el secretario de Seguridad José Gerardo Acevedo, cuando anunció el inicio de las obras, en enero de 2021.
Lo cierto es que, más que todo, hay hermetismo entre los vecinos alrededor del tema, en especial sobre si una estación de policía cambiará las dinámicas del Barrio Antioquia que abarca algunas calles de los barrios Trinidad y Santa Fe, y aunque no aparece con ese nombre en el mapa oficial de la ciudad, es uno de los más emblemáticos por la venta de droga.
Además, las opiniones están divididas. Algunos consideran que esto impactaría el negocio ilegal que reina en el sector, pero para otros no habrá cambios estructurales más allá de nuevas metodologías para vender y comprar la droga, pues se trata de un negocio de crimen organizado que se dividen grupos delincuenciales con cabecillas y estructuras de jerarquía y familias del vecindario que llevan décadas manejando plazas de vicio independientes.
Según testimonios conocidos por este medio, también rondan rumores de que los policías que estarán allí serán los mismos que ya conocen la zona por el trabajo que hacen en este momento, con actividades como rondas de vigilancia, pero aún la Alcaldía no ha entregado más detalles ni se sabe cuál será la procedencia de los uniformados.
¿Para qué servirá entonces?
Según los detalles que ha entregado la Secretaría de Seguridad de Medellín, dependencia que suscribió el contrato con el consorcio Seguridad Med 7042, la estación incluye una sala técnica y un laboratorio de automotores de la Sijín, y responde a una petición histórica de la comunidad de Guayabal. De hecho, el proyecto se licitó y adjudicó en la administración actual, pero se diseñó en la alcaldía pasada, según contó el exsecretario de Seguridad Andrés Tobón.
Durante el anuncio del inicio de obras, la administración municipal informó que la sala técnica y el laboratorio estarán dotados con tecnología de punta para investigar delitos relacionados con automotores, de cara a agilizar los procesos.
Justamente, para Tobón, la presencia de la nueva estación podrá no servir para erradicar las plazas de vicio propias del negocio de microtráfico, pues esto requiere labores de inteligencia y de investigación judicial más especializadas, pero sí será de utilidad en la atención de otros delitos que se presentan en la comuna, como los hurtos, las riñas, la violencia intrafamiliar y otros de delincuencia común.
El exsecretario recordó que Guayabal depende, para la atención de este tipo de delitos, de la estación de policía de Belén, que ya tiene una capacidad desbordada de atención. Por ello, la nueva sede posibilitará agilizar la llegada de los uniformados cuando una persona denuncia algún hecho.
Este último punto está ligado también en la recuperación de la confianza en la policía en la comuna 15 para que las personas se atrevan a denunciar, por lo menos así lo considera Carlos Arcila, defensor de derechos humanos. Dijo que hay que tener en cuenta que en Guayabal hay importante incidencia de hurtos, fleteos, riñas y otros problemas de convivencia, que se agravan porque el mismo negocio de Barrio Antioquia hace que converjan ciudadanos de todo Medellín y de otros municipios del Valle de Aburrá.
“Hay que fortalecer mucho la relación de confianza institucional con la ciudadanía y la intervención, que sea no solo coactiva, sino también de prevención. En esta comuna muchas veces llaman a la policía y esta llega muy tarde porque depende de otra estación. Es una necesidad que tienen allá”, manifestó Arcila, quien cree que sectores como los alrededores del aeropuerto Olaya Herrera y la avenida Guayabal sufren por distintos delitos.
Una mirada a las cifras del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia (Sisc) da cuenta de que entre el 1 de enero y el 17 de marzo de este año, en la comuna Guayabal se han presentado 3 homicidios; 297 hurtos (9 a vehículos, 29 a motocicletas, 222 a personas, 10 a residencias y 27 a establecimientos comerciales); 13 casos de extorsión; 6 incautaciones de armas; 224.541 incautaciones de estupefacientes. Asimismo, se han efectuado 204 capturas por distintos hechos.
A quienes esperan que la nueva estación sirva para combatir los delitos de delincuencia común con mayor contundencia y agilidad se suman otros que no saben para dónde se irán, pues varios trabajadores del sector, que cargan, descargan, reparan o lavan vehículos saben que no pueden parquear a las afueras del lugar, que ocupa toda una manzana.
En el contrato consta que la inversión inicial fue de $11.628 millones con un plazo de 14 meses, es decir, el 3 de marzo de 2022 debía estar lista. Desde entonces ha tenido, según los datos cargados a la plataforma del Secop, cuatro ampliaciones. La última publicada fue por un mes, contado desde el 1 hasta el 28 de febrero de este año.
Asimismo, han dado a conocer que el proceso ha tenido dos adiciones presupuestales: una por $4.400 millones y otra por $ 2.202 millones, lo que indica que el costo de esta obra ronda los $18.230 millones.
