Invasiones a la vía férrea y las evasiones de pago fueron recurrentes en la última semana. La empresa hace un llamado a respetar la Cultura Metro.
SANTIAGO OLIVARES TOBÓN |
La Cultura Metro siempre ha sido uno de los ejemplos a mostrar en el mundo. Pero en los tiempos recientes se están evidenciando situaciones que se salen de sus lineamientos, como personas invadiendo las vías férreas sin importar el riesgo o los que se pasan por debajo de los torniquetes para evadir el pago, algo criticado en otros sistemas de transporte. ¿Se está perdiendo esta ejemplar conducta en el sistema?
Jaime Andrés Ortiz, gerente Social y de Servicio al Cliente del Metro de Medellín, aseguró que son situaciones aisladas en un sistema de transporte que moviliza diariamente un millón de personas, pero a las cuales se les debe prestar atención para evitar que se vuelvan recurrentes.
“Son hechos aislados, que no deben suceder, pero nos suceden. La respuesta es que no se está perdiendo la Cultura Metro, es algo superior a estos temas de cultura ciudadana”, señaló el funcionario.
Una de las situaciones críticas se presentó en la tarde del martes 8 de noviembre, cuando por cuenta de un rayo que cayó en una de las catenarias el sistema dejó de operar en las seis estaciones del sur metropolitano y finalmente solo quedaron inhabilitadas las últimas dos.
Esto conllevó a que, en plena hora pico, usuarios desesperados optaran por invadir la vía férrea para buscar una estación más cercana para poder llegar a sus casas, sin importar el riesgo al cual se expusieron.
Paralelamente, en algunas de las estaciones que estuvieron cerradas temporalmente, la gente se aglomeró y esto dio pie a que algunas personas aprovecharan para pasarse por la faja la Cultura Metro apenas estas fueron abiertas.
“La gente que estaba dentro de la estación se agrupó en la zona occidental y fue una estampida, la gente que estaba abarrotada se volvió a quedar. Apenas abrieron, hubo gente que se saltó el torniquete, otros sí entraron pagando el pasaje”, relató Moisés Betancur, uno de los usuarios afectados por las fallas ese día.
Sobre los colapsos cuando hay crisis en el sistema, el gerente Ortiz explicó que se intenta hacer control cuando se presentan estas situaciones masivas, pero es más complejo, sobre todo porque “cuando el usuario va en masa, muchas veces es más propenso a cometer conductas adversas”.
Pero esta situación no solo se presenta en situaciones de emergencia. Se han captado imágenes de usuarios invadiendo la vía férrea cuando la operación está normal, como ocurrió el pasado 31 de octubre, cuando una persona ingresó a la vía férrea como si estuviera caminando por cualquier andén, situación que llevó al cierre de cinco estaciones. El 12 de junio se vio una situación similar, cuando dos jóvenes cruzaban la vía férrea como si fuera cualquier calle.
⚠️ Atención⚠️
(19:37) Atención: Solicitamos a los usuarios 𝗻𝗼 𝗯𝗮𝗷𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗮 𝘃𝗶́𝗮 𝗳𝗲́𝗿𝗿𝗲𝗮. Esta acción pone en riesgo la vida y dificulta la solución de la situación actual. Los invitamos a seguir las indicaciones del personal Metro.
— Metro de Medellín 💚 #TuHistoriaNosMueve (@metrodemedellin) November 9, 2022
“Son situaciones que se han presentado, pero no es un tema generalizado. La vía férrea está ahí, dispuesta para la persona que se quiera bajar, pero no debe pasar”, indicó el funcionario.
Se pasan los torniquetes
La semana anterior también fue captado un adolescente que se pasaba por debajo del torniquete en la estación Hospital y quien posteriormente entró a uno de los trenes.
Este fenómeno, si bien no llega al 1% de los usuarios movilizados, tampoco es único. Según el Metro, en el registro más reciente que tiene, en todo 2020 se presentaron 324 evasiones del pago. “Las evasiones, que no son significativas, se dan porque la persona no tiene el medio de pago o quiere violar la norma y el pago. Hemos tenido eventos operativos para que la gente intenta pasar rápidamente para evitar cualquier situación”, explicó Ortiz.
Pero ante esta situación ya se tomaron medidas, como el incremento de personal de vigilancia que se ubica en los puestos de torniquetes, para evitar que las personas se pasen debajo de estos.
Adicionalmente, se fortaleció el personal de pedagogía y el sistema de cámaras y del puesto de control para evitar que los usuarios violenten la Cultura Metro. Son 1.200 en las zonas externas y otras 1.100 dentro de los vagones que buscan mantener ese sentido de pertenencia y la disciplina que ha caracterizado durante 27 años al Metro.
