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Perú cumple un mes sumido en la deriva política tras el intento de golpe de estado fallido

Se cumple un mes desde que Pedro Castillo intentó hacer un golpe de estado en el Perú.

PERÚ:

SARA MARÍN VALENCIA

Se cumple un mes desde que Pedro Castillo intentó hacer un golpe de Estado en Perú.

TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/

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El país continúa atravesando una gran crisis política, para salir de esta se ha propuesto el cierre del Congreso y una constituyente.

Se cumple un mes desde que los peruanos vieron a Pedro Castillo anunciando a todo un país su decisión de disolver el Congreso nacional. Con voz quebrada y manos temblorosas, Castillo dio, tal vez sin saberlo, el discurso que lo sacaría de su cargo.

“Se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional; convocar en el más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses”, dijo el mandatario.

Después de que se difundiera esta decisión por todo Perú el mismo Congreso que Castillo había disuelto minutos antes, anunció la decisión de destituirlo del máximo cargo.

En menos de un día el presidente del Perú había disuelto el Congreso y convocado a una constituyente, el Congreso lo había destituido apelando a una “incapacidad moral” con 101 votos de los 130 posibles, la Policía lo detuvo, y su vicepresidenta Dina Boluarte asumió la vacante convirtiéndose en la primera presidenta mujer en la historia del país.

Mandatarios de los otros países de América Latina observaban expectantes lo que ocurría en el Perú. Las voces de rechazo contra el anuncio de Castillo no tardaron en llegar, al igual que las voces de defensa que le hicieron quedar como una víctima desconociendo la torpeza para gobernar que por meses la oposición le había señalado.

La crisis política se apoderó del Perú, y tal vez aún no haya vislumbrado un norte para salir de ella. Luego del inesperado anuncio Castillo fue detenido por la Policía Nacional que rechazó el quebrantamiento del orden constitucional y pidió a la población respeto por la misma.

El pasado 18 de diciembre un juez dictó contra el expresidente dieciocho meses de prisión preventiva, a Castillo además se le investiga por corrupción y por los delitos de rebelión y conspiración.

La crisis de gobernanza del país también se han sentido en las calles donde cientos de personas han salido para pedir el regreso de Castillo, manifestar el apoyo al mismo y solicitar el cierre del Congreso que cuenta con una desaprobación ciudadana del 82%.

En 2021 Pedro Castillo pasó de ser un profesor de primaria de una zona periférica del país para convertirse en presidente, aunque el margen de diferencia con el que llegó al máximo cargo no fue mucho.

El recuento de la Oficina Nacional de Procesos Electorales tras el conteo de votos aseguró que Castillo en representación de la izquierda obtuvo 50, 12% del total de los votos, superando por muy poco a Keiko Fujimori su contrincante política e hija del ex dictador Alberto Fujimori que tuvo el 49, 87% de los comicios.

La polarización con la que llegó Castillo al poder no lo abandonó durante su corto mandato presidencial en el que llegó a tener 80 ministros y después de que fuera destituido por el Congreso la fragmentación al interior del país también tomó fuerza.

 

Tras la destitución presidencial el Perú ha vivido una de las olas de protesta ciudadana más grande registrada en los últimos años, durante las que se presentaron hasta el 19 de diciembre 26 muertes de acuerdo a información suministrada por el Ministerio de Salud de Perú.

Dentro de las más de veinte personas que han perdido la vida bajo condiciones difusas y ante una feroz respuesta por parte de las fuerzas policiales y el Ejército, se encuentra Christopher Michael Ramos un joven de 15 años al que una bala le atravesó el corazón en la ciudad de Ayacucho.

El súper poder del Congreso peruano

En los últimos 4 años Perú ha tenido seis presidentes: Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti, Pedro Castillo y Dina Boluarte, por esto algunos analistas políticos ven con preocupación el sistema de gobernanza de este país. Hay quienes han calificado a Perú como un estado fallido.

“El Perú tiene un sistema semipresidencialista a diferencia de otros países que tienen presidencialismos puros o parlamentarismos puros a la usanza europea. En el Perú la Constitución de 1993 hizo un híbrido que hace que el balance de poder entre el Congreso y el Ejecutivo sea más complicado que en países como Colombia por ejemplo”, explica Diego Salazar periodista peruano y columnista en The Washington Post.

Esto hace que el presidente en el Perú pueda solicitar una disolución del Congreso cuando se registra una doble negación de confianza y el Congreso a su vez tenga las facultades para aprobar los gabinetes ministeriales y el uso de vacancia al presidente basado en una “incapacidad moral”, por esta figura se destituyeron tres de los seis presidentes que ha tenido el país desde 2018.

“No es necesario argumentar a qué se refiere esa posible incapacidad moral al final del día se resume en una cuestión numérica. Basta con tener los votos necesarios y en este caso el Congreso había intentado en dos ocasiones previas vacarlo, pero no había conseguido los votos necesarios”, manifiesta Salazar.

Precisamente, el pasado 7 de diciembre el Congreso peruano preparada la tercera moción de censura contra Castillo que llevaba poco más de un año y medio en el cargo desde que asumió en julio de 2021.

“Castillo tenía una tensión constante con el Congreso, no tenía mayoría y estaba gobernando bajo una figura de coalición con partidos de centro y el Congreso había tratado desde que ganó de destituirlo, apelaron por temas de corrupción y no consiguieron los votos, en un segundo intento por traición a la patria y en esta tercera vacancia Castillo cometió el error monumental de adelantársele al Congreso y disolverlo”, expone Mauricio Jaramillo Jassir, analista internacional.

Quien añadió que en buena parte de América Latina el Congreso tiene el poder de destituir a los presidentes, pero en el Perú el problema es que los últimos presidentes no han tenido un bloque legislativo que les haya permitido gobernar.

Durante la dictadura de Alberto Fujimori en la constitución peruana se agregó la cláusula que le otorgó al Congreso el poder de vacar al presidente, la medida se adoptó porque el 5 de abril de 1992 el por entonces presidente anunció por televisión la decisión de disolver temporalmente el Congreso bajo el argumento de que “no lo dejaban gobernar”.

¿Qué salidas hay para esta crisis política?

La crisis de gobernanza en Perú ha dejado entrever la inexistencia o flaqueza de un plan nacional compartido al interior del país, así como la dificultad que tienen quienes ocupan el máximo cargo para crear alianzas de gobierno.

Lo que se presenta por la forma en cómo funciona el mismo sistema en la nación que cuenta con 23 partidos políticos. “Lo que ocurre es que en el Perú tenemos una atomización de la representación política existen muchos partidos y además no representan a los electores porque no existe una organización política detrás son meros cascarones que sirven para presentarse a cargos electos a personas con distintos intereses”, asegura Salazar.

Que luego relata que este fue el caso de Castillo quien se postuló a la presidencia por el partido Perú libre como invitado sin ser militante de este, pero después de unas fisuras al interior de grupo político el apoyo al mandato de Castillo no fue total.

Desde la defensa de Castillo se alegó por un complot en su contra orquestado por sectores fujimoristas y elites económicas del país a quienes, según han dicho sus defensores, les disgustaba que un presidente de tinta izquierdista asumiera las riendas.

Mientras Castillo está sumido en un proceso legal ha tenido, fiel a su estilo de gobernanza, cerca de 12 abogados diferentes. Nos comunicamos con Raúl Noblecilla Olaechea uno de sus primeros abogados, pero no se logró concretar la entrevista pues días después Noblecilla renunció al cargo.

En las calles de Perú y desde sectores que se habían identificado con el expresidente se pide que Dina Boluarte, la nueva presidenta, tome cartas e intervenga en la crisis política y social que ha dejado todo esto con el adelanto de las elecciones que estaban programadas para 2026.

El Congreso aprobó el 20 de diciembre un proyecto que adelantó las elecciones generales en Perú para abril de 2024, para que el Ejecutivo y Legislativo finalicen su periodo en julio de ese año y no en 2026 como se tenía previsto inicialmente.

Entre las propuestas que existen para salir de la crisis actual se incluye una reforma constitucional y no se descarta la opción de realizar una concertación nacional con diferentes sectores.

“Hoy en día cualquier presidente es extremadamente débil. Lo que ocurre es que con las condiciones que tenemos en este momento en donde hay propuestas violentas en distintas partes del país se están exigiendo una serie de reformas que no sabemos hacia dónde nos va a conducir, creo que las próximas elecciones se darán probablemente con reglas distintas”, puntualizó Salazar.

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