12 embarcaciones han sido desviadas este año a otros puertos para aligerar carga por bajo calado.
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El Comité Intergremial del Atlántico al desmejorar las condiciones de navegabilidad en el canal de acceso al puerto de Barranquilla a 8.3 metros, le salió al pasó la inestabilidad de las profundidades, al estimar que las pérdidas por esa situación este año ascienden a 17 mil millones de pesos.
Según el comunicado los afectados con la emergencia portuaria son los importadores y exportadores, al igual que toda la cadena logística al asumir sobrecostos con fletes más elevados, lo que tiene un impacto fuerte en un año tan complejo como el actual.
Para los gremios “Desde el 6 de marzo hasta la fecha, 12 embarcaciones programadas para ingresar a las distintas terminales debieron ser desviadas a puertos vecinos por condiciones de bajo calado en la Zona Portuaria de Barranquilla”.
El comunicado señala que “en este tiempo más de 20 embarcaciones, aun con niveles de calado dentro del rango autorizado, han registrado demoras en su ingreso al no encontrar condiciones confiables y seguras, habiéndose programado como maniobras especiales, no obstante estar dentro de los límites establecidos por la autoridad marítima, generando sobrecostos en la operación de ingreso o zarpe”.
El sector productivo resalta en su pronunciamiento que “la afectación es mayor por la carga que deja de llegar a la ciudad. Solo en octubre, cerca de 30.000 toneladas no ingresaron por restricciones en el calado operativo. Los aligeramientos y desvíos superan las 145.000 toneladas este año”.
Destacan que “Respaldamos la solicitud que le ha hecho la Bancada Caribe en el Congreso de la República al presidente Iván Duque para que se mejore el resultado del actual contrato de dragado y se acelere el proyecto de la APP del Río Magdalena”.
También precisa que “Con base en la Ley 1ra de 199 exigimos una vez más que el Gobierno Nacional cumpla con su obligación de mantener en condiciones óptimas la operación del canal navegable de la zona portuaria de Barranquilla, lo que incluye la recuperación de los tajamares y del dique direccional”.
La posición de los empresarios surge al considerar que “El contrato de dragado del año 2020 no ha generado la estabilidad y confiabilidad requerida en la Zona Portuaria de Barranquilla, la cual ha sufrido cambios en el calado autorizado, actualmente en 8,30 metros para gran parte del canal navegable. Este calado dista de niveles aceptables, teniendo en cuenta la inversión realizada de más de $23.000.000.000 de pesos y las condiciones mínimas necesarias para el ingreso y salida de embarcaciones.
Agregan que “El dragado de Shangai Dredging se inició el 6 de marzo de 2020, y desde entonces el canal navegable no ha tenido condiciones que permitan, de manera sostenible, un calado de 10,20 metros, como está especificado en los términos de referencia del contrato. Durante el 53% del tiempo transcurrido el calado ha estado por debajo de 9,80 metros, y solo alcanzó este nivel en el 47% de dicho período”
Anota que “Los calados en la zona de giro de Barrio Abajo continúan en 8,50 m para arribo y 8,40 m para zarpe, sin ninguna mejora con respecto a diciembre de 2019.
Resaltó que “El 15 de noviembre se registró un nuevo cambio en las condiciones de arribo y zarpe quedando un calado de solo 8,30 metros desde el Km 11 hasta el Km 22, donde se moviliza cerca del 90% de la carga que entra y sale de la ciudad. Sin embargo, Cormagdalena y el Ministerio de Transporte solo resaltaron el incremento de 9,30 metros a 9,70 metros desde el kilómetro 0 hasta el Km 11, desconociendo la disminución y afectación presentadas del Km 11 hasta el Km 22”
Señala que “Una vez concluya la intervención en el Km 11, quedaría próximo a completarse el volumen de 1.865.000 metros cúbicos de sedimento a remover. Ello genera incertidumbre porque antes de finalizar el año el canal de acceso quedaría sin dragado hasta que se adjudique el contrato del año 2021”.
Igualmente considera que “Actualmente hay pendientes de ingreso a la zona portuaria, buques con calados por encima de 8,30 metros, los cuales deberán seguir esperando autorización para la maniobra o aligerar o desviar carga a otros puertos, dado que las condiciones no son propicias para ingresar a las terminales locales de destino y por temas operativos no pueden descargar en las ubicadas en los primeros 11 kilómetros. Igualmente, hay buques pendientes de zarpe, con mercancía de exportación, los cuales no cumplen con la restricción actual, representando una pérdida de competitividad para el país, pues los falsos fletes les generan sobrecostos significativos”
