Una pareja comió un pollo asado sin pagarlo y fueron condenados a 14 años de cárcel. La pena se debe a que para la justicia los esposos instrumentalizaron a un menor para cometer el delito.
Las penas que la justicia impone a quienes violan la ley son materia de permanente polémica porque algunos indican que es muy flexible con graves delitos, pero por algunos que pueden parecer menores resulta implacable, así lo puede corroborar una pareja de esposos que pagan una condena de 14 años por comerse un pollo asado y no pagarlo.
En un caso que parece de no creer la justicia condenó a una pareja de esposos con casi 14 años de prisión por haber pedido un pollo asado en un establecimiento comercial y no pagarlo, esta situación se originó por atravesar por una difícil situación económica en la que un menor de edad estuvo involucrado.
La mujer se encuentra recluida en la cárcel para mujeres El Buen Pastor, mientras que el hombre se encuentra en la cárcel de La Picota en el sur de Bogotá, según ella, en difíciles condiciones de salud, que incluso, podrían comprometer su vida.
La mujer identificada como Sandra del Pilar indicó a City TV que en una ocasión fue llamada del colegio en donde estudiaba su hijo porque se había desmayado, y ella sabía que ese percance se había originado porque el joven tenía hambre, de manera que junto a él y su esposo se dirigieron hacia un asadero en donde consumieron un pollo, pero no lo pudieron pagar.
Ante la situación, los guardias del establecimiento llamaron a la Policía y los esposos fueron conducidos a la Unidad de Paloquemao, pero luego de que la pareja sostuviera una discusión en la vía pública en la que intervino la Policía, se les notificó que deberían ir a la cárcel por el pollo que se comieron sin pagar, pues se les acusó de instrumentalizar a un menor para la comisión del delito.
La mujer afirma que solo puede verse con su esposo 50 minutos al mes y están buscando la forma para que se revise su caso y se pueda rebajar la pena impuesta, que para muchos es exagerada, mientras a delincuentes peligrosos que cometen graves delitos se les otorgan penas muy bajas.
«Si mi esposo sale vivo de la cárcel es un milagro. Si logramos pasar juntos esta situación los dos es un milagro (…) cuando el amor es fuerte y verdadero, hasta las malas cosas se superan. No tenía un matrimonio bonito, lo tengo», indicó la mujer a City Tv.
Caldos de gallina
Este caso trae a la memoria un mediático caso sucedido en Cali en 2011 cuando un hombre robó unos cubos de caldo de gallina por hambre y se le iba a dar una pena de dos años, pero luego de muchas vueltas y la intervención de abogados, el hombre fue absuelto.
Muchos ciudadanos se han mostrado indignados por la pena que se encuentran pagando los esposos que comieron un pollo sin pagarlo, afirmando que políticos del país han robado miles de millones de pesos y han recibido penas irrisorias.
