José Rubén Contreras jugó en Deportivo Táchira. Estados Unidos lo solicita en extradición.
El venezolano José Rubén ‘Palomo’ Contreras, de 61 años, fue capturado en medio de una operación antidrogas adelantada en Medellín por la Policía Judicial (Dijín), y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Contreras, conocido con el alias de Palomo, es señalado por las autoridades de ser socio financiero de Jhon James Pulgarín, alias Servi, jefe del llamado Cuerpo Colegiado ‘la Oficina’; de hecho, los dos fueron capturados la semana pasada en una lujosa finca de ‘Servi’.
‘Palomo’ es conocido como un prestante comerciante y ganadero de la ciudad de Mérida, estado de Mérida, en el país vecino.
“Tenía varias fincas para la crianza de caballos de paso. Además de lujosos propiedades y carros de alta gama, su nivel de vida era alto, y en Mérida era reconocido como un importante empresario”, le dijo a EL TIEMPO un investigador de la Dijín que estuvo al frente de la investigación.
El nombre de José Rubén ‘Palomo’ Contreras es recordado en el país vecino porque a sus 16 años entró a la categoría profesional del fútbol venezolano en el Deportivo Táchira, hizo parte de la Selección de Venezuela y se retiró por una lesión en la rodilla que lo dejó cojo.
Desde muy joven se dedicó a los negocios, y se estableció que estuvo detenido en Estados Unidos, hace unos 10 años, por lavado de activos.
Nuevamente ‘Palomo’ quedó en el radar de las autoridades cuando agentes de la DEA y la Dijín lanzaron una operación que contó con varios agentes encubiertos que estuvieron en la negociación del envío de dos toneladas de cocaína para el cartel mexicano ‘Jalisco Nueva Generación’.
“En junio de este año se desarrolló la primera reunión, en Cúcuta. Allá empezaron las negociaciones de las dos toneladas de cocaína. Todo estaba siendo monitoreado. A la misma asistieron ‘Palomo’, ‘Servi’ y dos de sus socios, ‘Dumbo’ y ‘James’”, señaló el investigador.
De acuerdo con los agentes, ‘Palomo’ estaba realizando las negociaciones para adquirir la cocaína en los laboratorios de la región del Catatumbo, donde les estaría pagando el impuesto de ‘gramaje’ al Eln y a las disidencias.
La ruta de envío ya la habían establecido, a través de las pistas clandestinas ubicadas en el estado de Zulia y Puerto La Cruz, en Venezuela.
“Para ganar confianza, organizaron un viaje con los emisarios mexicanos y hasta con sus propias familias, ‘Servi’, ‘Dumbo’ y ‘James’ a una finca de ‘Palomo’ ubicada en San Cristóbal (Venezuela). Viajaron por tierra en medio de la pandemia, a finales de julio”, señaló el oficial de la Dijín.
Lo que los narcos desconocían en ese momento es que estaban “infiltrados” por los agentes encubiertos que iban recopilando el acervo probatorio en su contra.
Después de ese encuentro tuvieron varios desacuerdos con ‘Dumbo’, a quien sacaron de la organización.
De acuerdo con los investigadores, era tal el poder adquisitivo de ‘Palomo’ que tenía un barco, el cual llegó a ofrecer en caso de que fuera necesario para cumplir con la entrega de la cocaína a los mexicanos.
La relación entre ‘Servi’ y ‘Palomo’ se afianzó de tal forma que este último viajó con toda su familia a Medellín para asistir a la boda de ‘James’.
“Sabíamos de esa boda, así que se decidió realizar las capturas dos días antes de la misma. Se estableció que en esta ocasión el anfitrión sería ‘Servi’, quien había adecuado una de sus fincas para un encuentro previo y hospedar a los invitados”, señaló el investigador.
(Le sugerimos leer: Una mujer, la ‘señora Cero’, es la capo del narcotráfico en Nariño)
Para el momento de las capturas, ‘Palomo’ ya tenía una solicitud de extradición –desde el 5 de noviembre de 2020– por el Distrito Oriental de Virginia, en Estados Unidos, donde se le adelanta un proceso por narcotráfico.
Hoy, ‘Palomo’ pasa sus días junto a ‘Servi’ en las celdas de la Dijín a la espera de ser trasladado a la cárcel La Picota, mientras se cumple con su proceso de extradición.
JUSTICIA
