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Ola de críticas a Quintero por el manejo que le da al programa Buen Comienzo

Buen Comienzo atiende a la primera infancia para garantizar su crecimiento y desarrollo. FOTO Camilo Suárez

Veeduría asegura que falta transparencia de la Alcaldía para entregar informes de la gestión.

El programa Buen Comienzo sigue en medio de escándalos y polémicas por cuenta de la reducción del rigor técnico que caracterizaba su atención a la primera infancia en Medellín, en los dos últimos años.

TOMADA DE: https://www.elcolombiano.com/

Perfil - Juan Carlos Higuita - Violin

Por ejemplo, aunque tiene para este cuatrienio $430.000 millones más que entre 2016-2019, sus indicadores no han mejorado: mientras que en 2019 se atendieron 97.172 niños y familias, en 2020 fueron 88.734 y en 2021, 93.483.

Este jueves 27 de enero, en medio del debate electoral entre los precandidatos presidenciales Gustavo Petro, Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo, este último hizo referencia a que la iniciativa se gestó y tomó forma en su administración (se creó en 2004 y se puso en operación en 2006), pero que se ha deteriorado en la alcaldía de Daniel Quintero.

La crítica de Fajardo se fundamenta en varios hechos ocurridos desde que Quintero asumió y que han sido cuestionados por varios sectores de la ciudad: problemas con los operadores que habían atendido a los niños y niñas desde hace varios años, un caso de abuso sexual en 2021 a más de 14 menores de edad en uno de los jardines, denuncias por disminución de la cantidad y la calidad de la atención, quejas de profesionales y agentes educativos por las condiciones laborales y suspicacias por movimientos contractuales para ejecutar el programa.

A Quintero no le cayeron bien las palabras de Fajardo y de inmediato publicó en su cuenta de Twitter un mensaje con el que justifica sus cuestionadas decisiones: “Cuando iniciamos nuestro gobierno 10 mil niños de 0 a 5 años tenían desnutrición crónica. Billones se perdían en fundaciones escogidas a dedo por políticos de gobiernos anteriores falsificando documentos y con Manolos violando niños. Sacamos a los corruptos contra viento y marea”.

Su afirmación despertó aún más críticas e, incluso, lo tildaron de mentiroso y varios usuarios de la red social hicieron hilos con información que demostraría que este programa pasa por su momento más crítico.

Así lo hizo la veeduría Todos por Medellín, que le ha puesto la lupa a esta estrategia y ya ha hecho cinco denuncias, incluso ante la Fiscalía, por presuntas irregularidades en la contratación y la atención de los niños, recordó con cifras en mano la gestión de este gobierno y de los anteriores para desvirtuar las afirmaciones de Quintero.

¿Falta transparencia?

El 17 de enero pasado, la Alcaldía de Medellín le respondió a dicha veeduría un derecho de petición de más de 30 preguntas sobre los indicadores del programa en 2021, así como proyecciones para 2022.

Tuvieron que recurrir a este mecanismo porque no encontraron en la plataforma Secop II los informes de interventoría del año pasado, lo cual consideran una falta a la transparencia. Tan solo encontraron los informes de supervisión (que los hace un agente interno de la administración), con datos muy generales que no dan cuenta de los detalles de cada resultado o de las fallas que se presentaron.

Contrariamente, los informes de interventoría de 2020, completos y detallados, sí se encontraron en la plataforma y sirvieron de insumo para las denuncias que la veeduría sacó sobre ese periodo de gestión. Esto está enmarcado en un cambio de interventor, en 2020 fue la institución universitaria Pascual Bravo y para 2021 fue el ITM, anotaron desde Todos por Medellín.

Sin embargo, el derecho de petición, aseguró Piedad Patricia Restrepo, directora de la veeduría, tampoco contiene la información completa, por lo cual esperan presentar este viernes una acción de tutela para que la administración entregue los detalles faltantes y así tener los insumos necesarios para hacer el control social.

Hugo Alexánder Díaz, director de la Unidad Administrativa Buen Comienzo, le indicó a este diario que sí tienen publicados y certificados los informes de interventoría. Agregó que se debe revisar si hay dificultades con la plataforma Secop II para hacer las verificaciones, pues no hay falta de transparencia.

Aun así, algunas respuestas al derecho de petición generaron alerta en Todos por Medellín, entre las que se resalta la reconfiguración del programa hacia Gran Comienzo, un nombre que el alcalde ha mencionado en varias ocasiones de forma pública.

Una de las preocupaciones para la veeduría es que se harían diversos convenios interadministrativos con entidades del conglomerado público y la misma Alcaldía para centralizar la contratación del personal que prestará la atención a los beneficiarios.

Es decir, para la veeduría preocupa que los operadores de la modalidad institucional no quedarían con el control del personal que tendrá contacto con los niños, lo que podría incrementar los riesgos respecto a los perfiles de las personas en materia de infancia y en la vigilancia y supervisión. Y a esto se suman suspicacias sobre que al estar tan dependiente de la administración, la contratación se pueda prestar para pagar favores con esos cargos.

Una de las defensas de este nuevo modelo es la estabilidad laboral de los empleados; sin embargo, para la veeduría no es claro cuánto tiempo van a durar esos contratos en caso de que se haga a través del conglomerado público, o cuál dependencia de la alcaldía podría recibir a tanta gente y ampliar la nómina de esa forma.

Hay que tener en cuenta que esto va ligado a los cambios que se hicieron en los lineamientos del programa, que incluye acciones como sacar a algunos profesionales de la modalidad de jardines para que atiendan todas las modalidades del programa, lo que también genera posiciones encontradas.

Mientras Díaz defiende que así se busca potenciar una estrategia de ciudad con los mejores profesionales, los críticos opinan que esto podría disminuir la calidad de la atención de los niños en las sedes, puesto que dichos profesionales van a tener una mayor carga y frentes de acción.

¿Qué cambió en el programa?

Estas preguntas se enmarcan en presuntas falencias que han ocurrido entre 2020 y 2021. De hecho, en el informe de auditoría financiera que hizo la Contraloría a la Alcaldía de Medellín en 2020, se encontraron presuntos hallazgos con incidencia fiscal y disciplinaria por casi $3.000 millones. Y las quejas no cesan.

Uno de los datos más reveladores, que ya había informado EL COLOMBIANO, es que aunque Buen Comienzo tiene en el actual cuatrienio (2020-2023) una inversión histórica, $430.000 millones más que en 2016-2019, los indicadores de gestión no son mejores y, en algunos casos, son hasta menores que en años pasados.

Justamente, este jueves, en respuesta al alcalde, Medellín Cómo Vamos hizo énfasis en la disminución del número y tiempo de atención a niños, niñas, madres y familias en la actual administración. “Respecto a la modalidad familiar de Buen Comienzo, las semanas de atención también decrecieron entre 2019 y 2021. El año pasado, debido a las demoras por proceso administrativos, la modalidad familiar prestó menor número de semanas de atención”, recalcó.

También contradijo la cifra de desnutrición publicada por Quintero: “El alcalde se equivoca con sus datos, según información entregada por la Alcaldía de Medellín, la prevalencia de desnutrición crónica en menores de seis años afectó en 2018 a 7.857 niños y niñas (6,9%) y en 2019 a 8.489 niños y niñas (7,4%)”.

Para Luis Fernando Agudelo, director de Medellín Cómo Vamos, el manejo que se le está dando al programa afecta de forma drástica la posibilidad de que familias, mujeres en gestación y niños reciban la atención que les permita asegurar la alimentación.

Todas estas controversias han afectado la imagen del programa, en familias, agentes educativos, instituciones de infancia, operadores y ciudadanos, lo cual es una pena, porque el mismo Quintero lo ha posibilitado, tal como lo advierte la veeduría. No falta quienes opinan que la estrategia del alcalde es debilitar el programa para luego venderse como su salvador.

$198 mil millones fue la totalidad de los recursos invertidos en Buen Comienzo en 2021.

 

 

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