JUAN FELIPE ZULETA
El Concejo de Medellín tomó una decisión crucial para enfrentar el cambio climático. Le toca a Quintero llevarla a la práctica.
La directora del Dagrd, Laura Duarte, se marchó sin darle la cara a las comunidades. Del Isvimed se pegaron de un libreto sin responder interrogantes de fondo y de la secretaría de Medio Ambiente nadie asistió.
Pese a esto, Medellín dio este viernes 15 de julio un paso fundamental para darle un vuelco a la forma en la que ha enfrentado hasta ahora los impactos del cambio climático. Por 10 votos contra uno, el Concejo de Medellín acogió la solicitud de Declaratoria de Emergencia Climática que impulsó el Movimiento Laderas y el colectivo Estamos Listas.
Durante más de siete horas, decenas de líderes comunitarios expusieron argumentos que evidencian las amenazas latentes que tiene gran parte del territorio donde se asienta la mayoría de la población metropolitana: los barrios de borde de ladera y en cercanías a las quebradas, así como los sectores aledaños al río Aburrá.
En medio del consenso entre los cabildantes sobre la necesidad de transformar la lucha contra la crisis climática, desentonaron el concejal del Centro Democrático, Julio González, quien desestimó los argumentos de las comunidades y se marchó para que no hubiese quórum. y también Juan Felipe Betancur del Mira, con su voto negativo.
Así las cosas, Medellín podría sumarse a Bogotá y los departamentos de Tolima y Antioquia que tomaron la decisión histórica de declarar la emergencia climática.
La responsabilidad de que la ciudad tenga finalmente instrumentos reales para abordar la crisis climática recae ahora en el alcalde Daniel Quintero, quien deberá decidir si adopta las cinco líneas de la solicitud de declaratoria.
Es decir, que acepte acelerar la disposición de estrategias sociales, técnicas y financieras para brindar garantías a los pobladores en mayor situación de vulnerabilidad; le asigne un presupuesto específico al Plan de Acción Climática (hoy en letra muerta); cree una Comisión de Expertos Asesores en Cambio Climático con participación comunitaria; implemente la Política de Pública de Protección a Moradores y Actividades Económicas (que hoy solo está en el papel); y garantice que el Dagrd y el Isvimed por fin cumplan su rol para atender a las familias desplazadas en contexto de desastre, y aseguren el derecho a la vivienda digna de las personas ubicadas en zonas de riesgo.
Según conoció este medio, la solicitud de declaratoria goza de la simpatía de personas del círculo cercano al presidente electo Gustavo Petro, comenzando por la misma ministra de Ambiente, Susana Muhamad. Por esta vía se conseguiría que Quintero declare la emergencia climática.
El avance dado en el Concejo llega en medio de las serias denuncias y advertencias de las comunidades en comunas y corregimientos sobre la inoperancia y falta de gestión de la Alcaldía y sus entidades para mitigar los estragos y prevenir amenazas, muchas de ellas inminentes.
Solo en San Antonio de Prado, donde ocurrió una tragedia anunciada el pasado miércoles con dos víctimas mortales, existen actualmente cinco puntos críticos sin atención de fondo por parte del Dagrd y la Secretaría de Infraestructura.
Entre el 1 de enero al 27 de junio, el Dagrd realizó 858 visitas técnicas por afectación a viviendas debido a deslizamientos, inundaciones y avenidas torrenciales, de las cuales recomendó 615 evacuaciones, 363 definitivas y 252 temporales.
Sin embargo, los representantes de más de diez sectores críticos de la ciudad denunciaron ante el Concejo que las determinaciones del Dagrd y el Isvimed frente a evacuaciones por emergencias, en la práctica, se han convertido en factores de desplazamiento climático y desarraigo en toda la ciudad.
Un caso que ilustra a plenitud la problemática es el del barrio El Pacífico, en la comuna 8, que mantiene gran parte de su territorio en riesgo alto de movimientos en masa. Allí, de 52 viviendas afectadas por la emergencia invernal ocurrida en septiembre de 2020, solo 12 familias reciben subsidio de arrendamiento temporal por parte del Isvimed. Y para lograrlo tuvieron que entutelar y librar desgastantes procesos jurídicos.
De manera que Quintero tiene en sus manos la posibilidad de empezar a convertir su discurso sobre cambio climático en acciones concretas y empezar a revertir la inacción política con la que esta y las anteriores administraciones han asumido frente al gran desafío que enfrenta la ciudad ahora y en los próximos años.