John Eric Gómez
A propósito de lo que le sucedió al uruguayo Juan Izquierdo, recordamos otros casos dramáticos que han conmocionado a este deporte.
El fútbol, un deporte que despierta pasiones y une a millones de personas alrededor del mundo, también tiene su lado oscuro, donde las emociones se mezclan con el miedo y la incertidumbre. Los episodios en los que jugadores se desploman en pleno partido, víctimas de descompensaciones, ataques cardíacos u otros problemas de salud, son recordatorios impactantes de la fragilidad humana, incluso en medio de la alta competencia.
El caso más reciente ocurrió en el partido entre Nacional de Uruguay y Sao Paulo, donde el defensor uruguayo Juan Izquierdo cayó de manera repentina en el terreno de juego. La escena de Izquierdo desplomado en la cancha trajo a la memoria otros incidentes similares, algunos con finales trágicos, que han marcado la historia del fútbol.
Solo unas semanas antes, el chileno Javier Altamirano vivió un episodio similar durante un partido de la Liga argentina entre Estudiantes y Boca Juniors. Corría el minuto 26 del primer tiempo cuando Altamirano cayó al suelo y comenzó a convulsionar. La rápida intervención de los servicios médicos permitió estabilizar al jugador, pero el susto fue enorme tanto para los presentes como para los millones que seguían el partido desde sus hogares.
Uno de los casos más resonantes de los últimos tiempos se vivió en la Eurocopa 2020, disputada en 2021 debido a la pandemia. En un duelo entre Dinamarca y Finlandia, el mediocampista danés Christian Eriksen se desplomó súbitamente en pleno partido en Copenhague. Eriksen sufrió un paro cardíaco, y la imagen de sus compañeros formando un círculo alrededor de él mientras los médicos intentaban reanimarlo quedará para siempre en la memoria del fútbol. Afortunadamente, Eriksen logró sobrevivir gracias a la pronta intervención médica y, tras una operación en la que se le implantó un desfibrilador, pudo volver a jugar profesionalmente.
En la Premier League inglesa, otro jugador vivió una experiencia similar. Tom Lockyer, capitán del Luton Town, cayó tendido en el césped durante un partido contra el Bournemouth. Como en el caso de Eriksen, Lockyer sufrió un paro cardíaco y necesitó ser intervenido quirúrgicamente. También se le implantó un desfibrilador, que ahora es una parte crucial en la prevención de futuros episodios de este tipo.
En Qatar, durante la final de la Copa de las Estrellas, el futbolista francés Andy Delort se desvaneció y comenzó a convulsionar. Afortunadamente, los servicios médicos actuaron de inmediato, y Delort se recuperó rápidamente, aunque el susto fue evidente para todos los presentes. Como en otros casos, la rápida intervención médica fue clave para evitar una tragedia.
Otro incidente que dejó huella ocurrió en 2021 durante un partido de la Serie B de Italia entre Salernitana y Ascoli. El polaco Patryk Dziczek se desplomó minutos después de ingresar al campo de juego, víctima de un ataque de epilepsia. Lo más preocupante fue que no era la primera vez que Dziczek sufría un episodio de este tipo, lo que encendió las alarmas sobre su continuidad en el deporte.
Uno de los casos más dramáticos que se recuerdan es el de Fabrice Muamba, un jugador del Bolton Wanderers que, en un partido de la FA Cup contra el Tottenham Hotspur en 2012, se desplomó en pleno campo. Muamba estuvo 78 minutos sin latidos en el corazón, y los intentos por reanimarlo parecían inútiles. Sin embargo, gracias a la intervención de un cardiólogo que se encontraba entre el público, Muamba logró recuperarse, aunque nunca volvió a jugar al fútbol profesional.
El fútbol también recuerda con tristeza la historia del neerlandés de origen marroquí, Abdelhak Nouri. En 2017, durante un amistoso con el Ajax, Nouri sufrió un paro cardíaco y estuvo en coma durante dos años y nueve meses. Aunque despertó, su vida cambió para siempre, y nunca más pudo volver a pisar una cancha de fútbol.
Pero quizás el episodio más trágico y conmovedor en la historia reciente del fútbol ocurrió el 26 de junio de 2003, durante la semifinal de la Copa Confederaciones entre la Selección Colombia y la de Camerún. Marc-Vivien Foé, un poderoso mediocampista camerunés, cayó al suelo sin previo aviso en el minuto 75 del partido, y nada pudo hacerse para salvar su vida. Foé sufrió un paro cardíaco que acabó con su vida, dejando un vacío imborrable en el corazón de sus compañeros, su familia y todos los aficionados al fútbol.
Estos casos, aunque estremecedores, han servido para resaltar la importancia de la atención médica inmediata en los estadios y la necesidad de tener protocolos estrictos para prevenir y tratar estas situaciones. El fútbol, en su belleza y emoción, también debe ser un espacio donde la salud y la seguridad de los jugadores sean siempre la prioridad.
Juan Izquierdo sufrió una arritmia cardíaca durante el partido ante San Pablo. Es atendido en el CTI del hospital Albert Einstein. Actualmente se encuentra estable y permanece en observación. Seguiremos actualizando la información.
¡Fuerza, Juan! pic.twitter.com/anZOMjP5aQ
— Nacional (@Nacional) August 23, 2024