Las autoridades informaron que se trató de un asesinato, luego del dictamen de Medicina Legal. La fallecida había llegado de San Andrés Islas cinco días antes de su muerte.

Sobre la muerte de Ada Evelyn Ardila Pérez, de 38 años, el pasado 28 de octubre de 2024 se estableció que no fue por un procedimiento estético, sino de una labor que estaban realizando expertos en procedimientos quirúrgicos para extraerle, al parecer, unas bolas en las que estaría transportando cocaína hacia San Andrés Islas. Inconvenientes para expulsarla de su cuerpo habría llevado a que le hicieran la intervención que le ocasionó la muerte.
Su fallecimiento ocurrió dentro de un consultorio improvisado en un edificio de oficinas y viviendas ubicado en la carrera 43 (Girardot) con la calle 53 (Maracaibo), en el centro de Medellín. Allí llegó a las 5:30 de la tarde de ese lunes y de inmediato tres personas, dos médicos cirujanos y una enfermera le hicieron la intervención en la parte baja del abdomen, haciéndole un corte de lado a lado.
Cuando comenzó a convulsionar, se escucharon algunos gritos y las dos personas que la estaban interviniendo salieron corriendo del lugar, con dos maletines grandes. Tomaron un taxi para escapar del sitio, mientras que los familiares que acompañaban Ada Evelyn en este procedimiento, estupefactos, ingresaron al improvisado quirófano y allí la encontraron muerta, con el estómago abierto en un espacio que no contaba con las mínimas condiciones de salubridad.
Después de la escapatoria de estas personas, las autoridades encontraron cuatro equipos médicos, una cédula de una mujer nacida en Santa Marta, una licencia de conducción y un carné de la Asociación Colombiana de Cirugía Estética.
En un principio, su muerte se dejó por establecer y se estaba manejando como un hecho vinculado con un procedimiento estético. Sin embargo, entre testimonios que recopilaron las autoridades y los análisis forenses, este hecho tuvo un giro y se empezó a hablar de un homicidio que vincularía a redes de narcotraficantes que estarían detrás de la muerte de esta mujer, quien residía en un barrio de la comuna 5 (Castilla).
Según unos audios compartidos a través de WhatsApp, que ya reposan en manos de las autoridades, Ada Evelyn había viajado el 23 de octubre con la idea de llevar la droga en su estómago hacia la isla, donde la estaban esperando para que hiciera la deposición correspondiente. Sin embargo, pese a los esfuerzos de los criminales, no pudo hacerlo, lo que comenzó a complicar la situación de la estructura, que desde esta isla pretendía enviar el narcótico hacia Centroamérica, México y Estados Unidos.
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A raíz de esto, de inmediato la devolvieron en otro vuelo desde el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla hacia Medellín y de ahí la llevaron a una vivienda en el municipio de Bello, donde intentaron extraerle el estupefaciente, pero su cuerpo no lo quería liberar, según la versión dada a conocer por uno de sus allegados a través del mensaje de voz.
“Eso le hacían masajes. Todo el mundo le decía que se fuera para urgencias, ella decía que no podía porque ella no se quería ir para la cárcel, ella no se quería entregar”, contó uno de los parientes en su mensaje de voz, en el que relataba lo sucedido con Ada Evelyn y sus temores de ir al médico, puesto que por el delito de tráfico de estupefacientes podía ir a prisión apenas le dieran de alta, razón por la cual habría pactado con los criminales la intervención clandestina.
Un par de días después de este fallecimiento se comenzó a escuchar el rumor de lo que había sucedido, luego de que trascendiera que en dictamen forense encontraron residuos de cocaína en la zona intervenida por estas tres personas.
Hasta el momento, más allá de la información entregada por el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), en el que se confirmó que todo se trató de un homicidio con objeto cortopunzante, hasta el momento no se han entregado detalles sobre la situación que rodeó la muerte de esta mujer, que sería la 29 asesinada el año pasado en Medellín.