Dos delincuentes se habían citado con un ciudadano a través de redes sociales para negociar un celular de gama alta. El agente, que iba de civil, activó su arma cuando vio que lo iban a robar. Un ladrón quedó tendido en el suelo y el otro fue capturado tras ser herido.
En Perú, una balacera tuvo un desenlace fatal cuando un ladrón , al intentarle robar un teléfono iPhone a un hombre que habría citado con engaños por redes sociales, terminó muerto en plena vía pública. La víctima del hurto era un policía al servicio de la División de Inteligencia de las autoridades del país.
- En otras noticias: Ladrón murió tras recibir un disparo en el rostro mientras asaltaba a policía vestido de civil
En imágenes captadas por cámaras del Distrito de Surco quedó registrado el impactante momento. En ellas se ve a un auto estacionado en una calle que parece ser residencial, el cual poco tiempo después es abordado por dos individuos que se transportaban en una motocicleta.
De inmediato, el parrillero desenfunda un arma y comienza a dispararla en repetidas ocasiones al sujeto que, según las versiones preliminares, citó por redes sociales con la excusa de querer comprarle el teléfono de alta gama. Esto hizo que el hombre del automóvil debiera esconderse tras el carro, de donde logra sacar un arma, baleando a quemarropa a los ladrones.
El motociclista al mando intenta huir, pero cae frente al carro, mientras que el parrillero corre despavorido ante el contraataque.
El medio local 24 Horas informó que uno de los delincuentes cayó abatido en el sitio, y el otro está siendo atendido en un centro médico por impactos de bala en el área de los brazos y las piernas. El ladrón abatido fue identificado como Jesús Enrique Tavara de 22 años, y su compañero, de la misma edad, fue reconocido como Luis Alonso Baños.
Las autoridades que atendieron el caso lograron descubrir que el hombre que acabó con la vida del criminal era un policía perteneciente a la División de Inteligencia del país, motivo por el cual cargaba el arma que utilizó en lo que ellos catalogan como una legítima defensa.
El comandante general de la Policía, Jorge Ángulo, declaró ante los medios que «los raqueteros no conocían que estaban al frente de dos efectivos policiales que, obviamente, hicieron uso legítimo de sus armas de fuego«.
En entrevista con el medio, el experto en seguridad Sandro Espinoza apoya el concepto de que esto puede abordarse como un caso de legítima defensa, «más aún con todos los antecedentes que existen en el país todos los días; los delincuentes salen a matar con total impunidad«.
Por el momento se adelantan investigaciones para esclarecer los hechos, sin embargo, el tirador ha manifestado su intención de contribuir para avanzar en el proceso.