Hoy en día las parejas buscan diferentes formas de relacionarse y vivir nuevas experiencias. La monogamia, según un censo, es cada vez menos escogida por las personas.
Una relación monógama es aquella que se da solo entre una pareja, es decir, dos personas. Actualmente, son muchas las formas de interactuar y relacionarse, por ejemplo, hay uniones entre tres o cuatro personas; a esto se le llama poliamor o poligamia, que permite a una persona estar casada o involucrarse con varios individuos al mismo tiempo.
Por otro lado, muchos prefieren simplemente mantener relaciones amorosas abiertas. Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística de España, hay un aumento en la cifra de personas que eligen afrontar su vida sin pareja o sin llegar al matrimonio. De acuerdo con un estudio del portal YouGov para Gleenden, los jóvenes entre 18 y 24 años (22 %) en España ya han experimentado este tipo de relaciones.
Un 35 % dicen que les gustaría experimentar una unión no monógama. Argumentan que pueden flexibilizar una relación sin romperla y probar nuevas cosas.
La profesora en psicología y especialista en relaciones de pareja, Clarisa Lis Romero, explicó que lo que se está presentando en la sociedad es “un cambio de paradigma” en las formas de vincularse. Según detalló en diálogo con la cadena CNN en español, antes un vínculo se traducía en matrimonio, pero, en la actualidad, se habla de diferentes configuraciones.
La experta indicó que, ahora, en algunos casos eligen estar juntos, pero vivir en casas diferentes. Otro cambio es que establecen tener múltiples relaciones “no monógamos”, pero manteniendo la convivencia.
No se trata del amor, sino de los acuerdos
Romero aclaró que no tiene que ver con el amor, sino con los proyectos propios de cada persona y en cada caso es fundamental “la comunicación, la negociación y el establecimiento de acuerdos”, sea cual sea el vínculo que se decida tener, según puntualizó.
“Cada persona elige construir su pareja de acuerdo a sus deseos. Elige vivir una historia diferente con una persona en el caso de tener una convivencia. Es una decisión muy personal, no tiene que ver con una falta de compromiso, sino con, muchas veces, deseo de preservar su espacio propio en el caso de una persona de no convivir. También de cuidar la independencia, de evitar conflictos comunes que tienen que se ponen en juego”, indicó.
Sobre la familia, respondió en CNN que la sociedad y la cultura a nivel Latinoamérica ha ido cambiando con el tiempo por los diferentes contextos políticos, económicos y demás. Por eso, recalcó que más que una crisis del “modelo tradicional”, lo que hay es una oportunidad de pensar cómo vincularse con diferentes opciones.