Esta comunidad lleva cinco décadas sin agua potable.
Las madres cabeza de hogar del corregimiento Castillo, ubicado en el municipio de San Bernardo del Viento, han alzado su voz para expresar la crítica situación que enfrentan debido a la falta de acceso a agua potable.
Esta comunidad, conformada por aproximadamente 3.000 habitantes, ha padecido las consecuencias de esta carencia durante más de cinco décadas.
A pesar de encontrarse a tan solo 4 kilómetros del río Sinú, los residentes de Castillo se han visto obligados a recurrir a una represa cercana como única fuente de abastecimiento hídrico.
Lamentablemente, el agua proveniente de esta fuente no cumple con los estándares de calidad necesarios para el consumo humano, poniendo en riesgo la salud de los habitantes, especialmente de los niños.
«Nuestros hijos están sufriendo de diarrea, rasquiñas y otras enfermedades debido a la ingesta de esta agua contaminada», expresó una de las madres afectadas con profunda preocupación. «Necesitamos urgentemente que las autoridades nos brinden una solución duradera a este problema.»
Ante esta situación, las familias han elevado una petición a los gobiernos nacional, departamental y municipal, exigiendo la implementación de un proyecto que garantice el acceso al vital líquido de manera segura y sostenible.
«Llevamos más de 50 años esperando una solución a esta problemática que ha afectado gravemente nuestra calidad de vida», manifestó otro residente del corregimiento.
«Es inaceptable que en pleno siglo XXI aún existan comunidades en nuestro país sin acceso a un derecho básico como el agua potable.»