Santiago Olivares Tobón
Los paraderos de buses de Medellín quedaron en manos del vandalismo y de una alcaldía que se olvidó de ellos.
TOMADA DE:https://www.elcolombiano.com/
El vandalismo y el abandono de los paraderos de buses de Medellín es cada día es más evidente. Sus avisos publicitarios, el techo y hasta la estructura de muchos de ellos están dañados. Aunque pasan los días, nadie de la Alcaldía de Medellín se preocupa por arreglarlos.
EL COLOMBIANO hizo, durante varios días, un recorrido por varios sectores de la ciudad y se encontró con que algunos no tienen techo, otros tienen sus carteles publicitarios solo con sus marcos, además de las fachadas que están rayadas. En el recorrido se encontraron en mal estado los de Villanueva, La 33 y Suramericana.
En muchos de los casos, las personas dañan los vidrios y luego habitantes de calle aprovechan para quitarle todo el aluminio que conforma la estructura.
Esto teniendo en cuenta que desde finales del año pasado estos puntos de recolección de pasajeros no tienen operadores que se encarguen de su cuidado y administración por decisión de la Alcaldía de Medellín, según le comentó uno de los anteriores operadores a este medio.
En los que aún permanecen en buen estado se anuncian los distintos proyectos y éxitos de la actual administración, debido a que como no hay operador, no se anuncian marcas comerciales, como si ocurría en antaño o sí sucede en otros municipios del Valle de Aburrá.
¿Y la modernización de los paraderos? De ese tema tampoco hay luces, de acuerdo con lo visto en los recorridos realizados. No hay pistas, ni en las zonas centrales de la ciudad de hacer del proceso de modernización de 383 paraderos, en gran parte por los problemas de sincronización con la tecnología de los buses.
Juan Gonzalo Merino, presidente de la Asociación de Transportadores del Valle de Aburrá (Asotransvaa), manifestó que “durante esta administración esa modernización quedó estancada y poco se ha hecho por los paraderos inteligentes. Además la tecnología ya cambió y nosotros no tenemos plata para invertir allí”.
Lejos de aquella modernización prometida, los paraderos de buses son otra muestra del abandono en el que se encuentra la ciudad y son espacios a los cuales, según lo evidenciado, poco se le invierte para repararlos.