EL SALVADOR:
Por Karla Alfaro
En noviembre, el precio de la canasta básica urbana fue $10.50 más cara en relación con enero. Las familias afirman que tienen menos dinero para comprar.
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A menos de una semana para la Navidad, el alto precio de la canasta básica alimentaria en El Salvador y la falta de dinero ha impedido que las familias salvadoreñas se preparen con anticipación para las festividades como lo hacían en años anteriores.
«Yo todavía no he comprado nada, no se sabe si va a salir hoy para el pollo. Yo lo hago guisadito y con tortillas, así lo comemos, no compramos panes», comentó Nubia García, habitante de Los Planes de Renderos.
Los precios de los alimentos han registrado subidas récord luego de la pandemia, impulsados por el incremento en las materias primas y las bajas en las cosechas por los fenómenos climatológicos.
Según apuntan los registros oficiales, en El Salvador, el precio de la canasta se mantiene en los niveles más elevados en 22 años. En noviembre, la canasta básica alimentaria en la zona urbana llegó a los $255.59, $14.95 más, si se compara con el mismo mes de 2022.
En la zona rural, la canasta alcanzó los $189.38, de acuerdo con los reportes de la Oficina Nacional de Estadísticas y censos (ONEC). Su precio fue superior en $5.91 si se compara con noviembre del año pasado.
“Este ha sido un año crítico, pero aquí vamos. Dios siempre provee y aunque sea una gallinita vamos a comprar. Es otro año que se acaba y yo busco celebrar con mis niños”.
Elizabeth Carrillo, consumidora.
«Este ha sido un año crítico, las cosas no estaban así, pero aquí vamos, pensando que el otro año sea mejor. Dios siempre provee y aunque sea una gallinita vamos a comprar. Es otro año que se acaba y yo busco celebrar con mis niños que siempre me dicen: ‘Hacé panes con pollo o gallina asada’, aunque ahorita sí están bien caras, pero ahí vamos viendo», manifestó la consumidora Elizabeth Carrillo.
Para Carrillo, dejar de cocinar algo para sus hijos no es alternativa, «los juguetes si van a esperar», comentó.
La pérdida de poder adquisitivo se acelera más, sobre todo por los bajos salarios que devenga la mayoría de la población. Por ejemplo, las personas que trabajan en los sectores de comercio, servicio, industria e ingenios ganan $365 al mes y de eso $255.59 fue destinado solo para la compra de alimentos básicos y los $109.41 restantes para sus necesidades de vivienda, vestido, entre otras.
Yo todavía no he comprado nada, no se sabe si va a salir hoy para el pollo. Yo lo hago guisadito y con tortillas, así lo comemos, no compramos panes”.
Nubia García, consumidora.
Es importante mencionar que, en algunos hogares, solo un miembro de la familia trabaja y que $365 es el salario mínimo más alto en el país. Los recolectores de caña de azúcar ganan $272.66, $243.46 los trabajadores agropecuarios (incluidos recolectores de café) y $359 los empleados de maquila textil y confección.
«Mire, yo usualmente hago gallinas o, si no, pollo; a veces las compramos o las crio yo. Este año, si Dios provee, vamos a conseguir unas dos para toda la familia. A veces, cuando las conseguimos baratas, compramos más», expresó, por su parte, Maribel Martínez, vendedora del Mercado Central, en San Salvador.
Algunos expertos en temas económicos advirtieron desde meses atrás que los precios subirían más por las festividades, como sucede todos los años, complicando todavía más la situación de los salvadoreños.