El liquidador de Lérida CDO, la constructora de la desaparecida urbanización en El Poblado, le pidió a la Alcaldía definir si es cierto o no el interés para adquirir el predio.
JUAN DIEGO ORTIZ JIMÉNEZ |
Ocho años después de que el resto del edificio Space se convirtiera en escombros, el terreno donde se asentaban las endebles columnas que construyó CDO sigue siendo una herida abierta para la ciudad. Basta con pasar por la loma del Padre Marianito para revivir la tragedia que cobró la vida de 12 personas cuando se desplomó la torre seis en 2013.
Al año demolieron las otras cinco torres, desde entonces, está abierta esa herida porque nada ha pelechado en el predio de casi 11.000 metros cuadrados, salvo la maleza.
Aprovechando lo que consideró una manifestación de interés de la Alcaldía el año pasado, Marco Tulio Zapata, liquidador de Lérida CDO, la empresa que construyó Space, le acaba de enviar una carta al alcalde Daniel Quintero en la que le pidió concretar si su gobierno pretende o no comprar el predio. “Según lo manifestado, existía interés para presentar una oferta sobre el valor del lote donde hoy el Municipio tiene más del 20% en proindiviso (…) Hubo consenso entre los copropietarios para atender ese interés”, se lee en la carta.
La Alcaldía terminó siendo dueña porque pagó el costo de la implosión. El lote está repartido así: el 71,5% de la sociedad liquidada se dividió para cinco dueños, entre los que la Alcaldía es el mayoritario, con un 26%. El 28,5% restante es propiedad de 15 personas jurídicas y 35 personas naturales, que no llegaron a ningún acuerdo.
El predio, según la actualización de Catastro hecha en 2020 por el Municipio, está avaluado en $14.000 millones, aunque Zapata dice que ahora ronda los $16.000 millones. El lote, como lo han diagnosticado las autoridades, es urbanizable. Además, construir de nuevo en ese punto disminuiría el problema de inseguridad de la zona que se ha disparado por la vecindad de los edificios enfermos de CDO.
“El problema social que afrontan 40 familias a las cuales aún no se les ha podido minimizar los perjuicios por efecto del detrimento patrimonial ocasionado por la caída e implosión de las torres, aunado a la problemática que se presenta para la liquidación al seguir con el mantenimiento y vigilancia, me inducen a solicitar nuevamente la posibilidad de adquirir dicho lote”, añadió Zapata.
Le preguntamos desde el jueves pasado a la Alcaldía si existía interés actual para comprar el predio de Space y, en caso afirmativo, nos contara cuáles eran los propósitos públicos que se tenían para desarrollar en ese lote, sin embargo, no tuvimos respuesta.
La Secretaría de Gestión y Control Territorial dijo en octubre de 2021 que aunque había avanzado en la formulación de propuestas para saber qué hacer con el lote, la proliferación de propietarios había dificultado los planes. “No nos podemos comprometer, porque hay que buscar los recursos para hacerle frente a una posible compra”, indicó en ese momento.
Sin embargo, Carlos Ruiz García, propietario de uno de los apartamentos en el desaparecido edificio, cree que a las tres últimas alcaldías les ha faltado interés: “a cada uno de los alcaldes le ha tocado resolver su problema y este (el lote de Space) nunca ha sido prioridad para ellos”. Ruiz considera que la Alcaldía es la llamada a destrabar el proceso al ser el mayor accionista y por tener la posibilidad de construir un espacio público. “Alcalde, compre este lote para el centro del Valle del Software, tiene más sentido que compre este predio que el de Aguas Vivas que está cuestionado. Tiene un porcentaje de la propiedad, hay vías de acceso y nos puede ayudar a salir del problema. Por donde se le mire es un gana – gana”, propuso.
Para Federico Estrada, gerente de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia, el lote de Space es muy interesante por su ubicación y su norma urbanística. Opinó que no se ha hecho gestión para su venta con determinación, porque si alguno cree que tiene un estigma cualquier desarrollador lo puede convertir en un referente con un proyecto de clase mundial. “No obstante, sería muy interesante que el Municipio lo adquiriera para generar un espacio público”, sugirió.
Mientras que alguien se decide, la ciudad seguirá con esa herida abierta allá en la loma.