ECUADOR:
Los disturbios se produjeron en el quinto día de socialización del proyecto minero Curipamba-El Domo.
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Una violenta confrontación tuvo lugar cuando un grupo antiminero lanzó piedras contra la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del cantón Las Naves, en Bolívar. El incidente dejó como saldo tres agentes heridos, dos manifestantes retenidos y daños en la infraestructura policial.
Los disturbios se produjeron este viernes, coincidiendo con el quinto día de socialización del proyecto minero Curipamba-El Domo.
La violencia estalló en el puente principal de la localidad, donde se quemaron llantas para bloquear el paso. Durante una hora, se produjo un enfrentamiento entre la Policía y los manifestantes, quienes arrojaron piedras, bombas caseras y gases lacrimógenos.
Un manifestante antiminero expresó: «Defenderemos el agua y la naturaleza con uñas y garras hasta el final porque si Dios nos dio esta riqueza, tenemos que cuidarla. Cada gota de agua es una bendición de Dios. No vamos a cambiar la vida por el dinero».
Otra manifestante antiminera, Jacqueline Viscarra, criticó al gobierno y señaló: «Estos cayos es por labrar la tierra, por tener el sustento diario para mis hijas. Aquí vienen las empresas, se llevan lo que tienen que llevarse y nos dejan todo destruido».
Durante los disturbios, la Policía retuvo a dos manifestantes. Sin embargo, tres policías resultaron heridos y las puertas y ventanas de la UPC sufrieron daños. Además, el fuego consumió las carpas, sillas y el material de lectura utilizado para presentar el estudio de impacto ambiental y plan de manejo ambiental del proyecto.
El jefe de la policía de Las Naves, Álvaro Celín, explicó: «Nos agredieron a los servidores policiales. Pudimos reaccionar porque incluso tenían bombas molotov, tanques de gasolina, voladores y tubos para lanzarnos los voladores. Logramos dispersar a los manifestantes».
El personal del Ministerio del Ambiente que llevaba a cabo la socialización fue evacuado bajo la protección de los agentes. Tras el incidente, el distrito policial solicitó refuerzos y 128 uniformados llegaron al lugar para evitar que se repitieran los desmanes.