ECUADOR:
IVÁN MAESTRE
Durante el ultimo año, Guillermo Lasso gobernó con el decreto de esta norma jurídica bajo el brazo.
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Para la noche del 24 de julio de 2008, cuando el correísmo celebraba en Montecristi, Manabí, la finalización del texto de la nueva Constitución ecuatoriana que había sido aprobada por 94 miembros de esa Asamblea Constituyente, nunca se iban a imaginar que casi 15 años después, sea el gobierno de derecha de Guillermo Lasso que se sirviera de una de las figuras legales incluida ahí, para salvarse de un juicio político promovido precisamente por los mismos adeptos de la revolución ciudadana.
Instalada en noviembre de 2007 con 130 asambleístas, esa asamblea realizó la ceremonia de clausura el 25 de julio de 2008 con la presentación del proyecto de constitución que posteriormente fue entregado al Tribunal Supremo Electoral, hoy Consejo Nacional Electoral (CNE) para que ratificara la convocatoria a una consulta popular realizada el 28 de septiembre de ese mismo año.
l proceso de votación tuvo como resultado un contundente respaldo ciudadano que le dio al Sí el 63.93% de la preferencia electoral, frente a un No que solo alcanzó el 28.10%. Con los resultados oficiales, para el 20 de octubre de 2008 se publicaba en el Registro Oficial para reemplazar de inmediato a la Constitución Nacional de 1998.
Fue entonces cuando la muerte cruzada fue introducida en la Constitución de Montecristi, como un blindaje para el presidente frente a la Asamblea Nacional, otro de los poderes del Estado que son parte de la institucionalidad democrática que tiene el país.
¿Y cómo se usa? Como ya se ha expuesto anteriormente, consta en la carta magna ecuatoriana, es a criterio del presidente su aplicación cuando la Asamblea se atribuya funciones que no le competan constitucionalmente, o si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, esto, previo a dictamen favorable de la Corte Constitucional (CC). Pero también se puede usar por grave crisis política y conmoción interna, que fue como en esta ocasión lo hizo Guillermo Lasso
Con la disolución anticipada de los poderes legislativos, el Primer Mandatario tiene la facultad, luego de interrumpir el periodo de funciones de los legisladores y del Jefe de Estado, de convocar a elecciones generales para la reposición de estos cargos.
En el caso de la Asamblea, sus miembros deben de inmediato dejar sus puestos, pero el Presidente continúa ejerciendo durante un periodo de seis meses para cogobernar junto a la Corte Constitucional a través de decretos que los aprueba dicho organismo. Esto hasta entregar el poder a la nueva autoridad electa.
Tanto el presidente como los legisladores pueden participar de las elecciones en caso de que estén por primera ocasión ejerciendo esas funciones de manera consecutiva.
¿Se ha usado la muerte cruzada antes de Guillermo Lasso?
Y aunque Lasso ha sido el primer presidente en la historia en usar este blindaje legal para librarse del enjuiciamiento político, ya en 2017, Rafael Correa como presidente amenazó con usar la muerte cruzada si el entonces candidato a la presidencia, que casualmente era Guillermo Lasso, ganaba durante los comicios de ese año.
De hecho, para varios expertos constitucionalistas consultados por Ecuavisa.com, las reformas a la Carta Magna de 2008 incluyen normas hechas a la medida del gobernante de turno que era Rafael Correa. Se hizo de forma intencional, aseguró el abogado André Benavides y también señaló que la del 2008 es una Constitución hiperpresidencialista.
Y aunque finalmente Correa no tuvo la necesidad de aplicar la muerte cruzada en 2017 porque Lenín Moreno ganó las elecciones, garantizando solo por pocos meses la continuidad del correísmo, Guillermo Lasso gobernó con el decreto de esta norma jurídica bajo el brazo.
Durante la presidencia de Lasso que inició en mayo de 2021, fue tentado en varias ocasiones para aplicar la muerte cruzada, pero no lo hizo. Una de ellas ocurrió luego de la peor masacre carcelaria ocurrida en el país, cuando la ministra de gobierno Alexandra Vela en marzo de 2022 le sugirió su uso. Así lo reveló en su carta de renuncia dirigida al presidente, citando que: «La Asamblea era la principal amenaza para la democracia, el régimen republicano y para el Gobierno».
Posteriormente, la Asamblea intentó en junio de 2022 activar este recurso cuando las protestas indígenas paralizaban al país. Una acción que duró alrededor de 18 días, ocasionando pérdidas económicas por más de mil millones de dólares. Para entonces, los asambleístas no lograron los votos con los que intentaban destituir al presidente, y Lasso desistió de usar el decreto.
En 2023, la situación no cambió, y durante los primeros meses del año, varios opositores y legisladores presionaron al Presidente para que tome la decisión aún sabiendo que perderían sus puestos. Finalmente, cuando Lasso tomó la decisión, las reacciones ante la medida fueron cuestionadas.
La muerte cruzada puede ser ejercida sólo por una vez y durante los tres primeros años de los cuatro que dura un periodo presidencial en Ecuador. Esta figura de disolución parlamentaría también existe en Perú, donde el presidente puede mandar a la casa al congreso sin perder su cargo. Y en España existe el artículo 115 con el que el Presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros, y bajo su exclusiva responsabilidad, podrá proponer la disolución del Congreso, del Senado o de las Cortes Generales, decretados por el Rey.